La necesidad de la gestión obrera había madurado por la crisis que provocó el Argentinazo. Mientras, Néstor Kirchner se aprestaba a gobernar.
En enero de 2003 la ocupación de la planta de Sasetru fue obra de 150 desocupados organizados y dispuestos a ponerla a producir. Esta acción había conmocionado al gobierno de Eduardo Dhualde, a los sectores patronales más reaccionarios, pero también despertó simpatías en las barriadas obreras aledañas entre los trabajadores y organizaciones progresistas. Incluso un sector del periodismo vernáculo e internacional (varios documentalistas) seguían el día a día con verdadero entusiasmo.
Ingresamos a la planta luego de movilizarnos por el barrio cantando consignas con redoblantes y bombos. Apoyándonos en esa gran algarabía desplegamos un operativo muy audaz que debía sorprender a la guardia de seguridad y convencerla de que no debía utilizar sus armas. Dijimos que veníamos a poner en producción la planta y le ofrecíamos trabajo en su especialidad cuando la gestión obrera comenzara a producir.
Para los compañeros que se trasladaban diariamente a la fábrica ocupada, confeccionamos una credencial con el logo de Sasetru Gestión Obrera que servía de identificación y pase gratis en los colectivos. Los choferes, en su gran mayoría, apoyaban al emprendimiento obrero de la zona sur.
La orden del Juez Tubío para desalojarnos el 25 de marzo de 2003 se basó en un reclamo de Molisud, una firma rehén de Molinos Rio de La Plata. En esos días, y bajo la presión de los trabajadores, el Concejo de Avellaneda aprobaba que se expropiaran máquinas y marcas de Sasetru en favor de la Cooperativa; fue un trámite tenso y exprés, todos los bloques aprobaron menos el PJ. No podían expropiar el edificio porque eso correspondía a la legislatura de PBA. El desalojo fue retrógrado: en la TV a pantalla partida, EEUU avasallaba a Irak y en la otra mitad policías golpeaban obreros.
Magdalena le dio aire, en la radio, a la gesta de Sasetru. Ella cazó al vuelo lo de la gestión obrera y el fracaso estrepitoso de la gestión patronal durante el periodo pre y post “Argentinazo”. Cuando nos entrevistó, señaló de su cuño: “ustedes son los únicos que han dado pasos precisos para abrir fuentes de trabajo en Argentina”. En esos términos se comprometió a llamarnos cada vez que tuviera preguntas que hacer y se propuso ser “la madrina” de la primer producción que hiciera Sasetru Gestión Obrera, y a la vez que nosotros fuéramos poniendo al aire los pasos que íbamos dando.
Ya en el gobierno de Néstor Kirchner, Magdalena nos pidió que relatáramos al aire la entrevista en el INTI con su presidente, Enrique Martínez, al que solicitamos asesoramiento industrial, un crédito blando para poner a punto la maquinaria y la caldera para producir 26.000 kilos diarios de fideos secos y que el Estado firmara un contrato de compra anual de la producción destinada a comedores populares y escuelas. Todo fue rechazado por los funcionarios k: dejaron entrever que lo nuestro era un mal antecedente que iba a acicatear la toma de fábricas y la producción bajo gestión obrera.
Sin posibilidades económicas de que funcionara la línea de producción, con una intensa preparación se realizó en Sasetru un concierto de la orquesta “Juan de Dios Filiberto”, con 600 invitados. El concierto fue el lanzamiento de la línea pastas frescas “La Sabrosa”, 1ra producción de Sasetru.
Magdalena Ruiz Guiñazú que mostró atención y simpatía hacia nuestra acción, al día siguiente en Radio Mitre señaló “ojalá muchos sigan el ejemplo que ustedes marcaron, manteniendo el compromiso asumido”.
Lisandro Martínez
10/09/2022
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