En el primer día del Coloquio de Idea, los empresarios allí congregados no se privaron de reclamar regímenes fiscales especiales, flexibilización de las condiciones de trabajo y políticas de ajuste. Ocultando que el costo laboral representa una ínfima parte de sus ventas, y, al mismo tiempo, que sus balances contables evidencian una mejora en los resultados operativos.
Demandas empresariales
El cónclave, titulado “Ceder para crecer”, tiene la mira puesta en sostener el acuerdo con el FMI. Lo muestra, por un lado, la moderación con la que se reclamaron exenciones tributarias. En ese sentido, Carolina Castro, directora de Industrias Guidi, planteó que “se debe ceder, al menos en parte, en la insistencia sobre el reclamo de reducción impositiva”. Asimismo, en anfitrión del encuentro, Daniel Herrero (expresidente de Toyota), recalcó que “no vamos a pedir que bajen los impuestos, sabemos que la situación fiscal es muy delicada”.
A su vez, pusieron el acento en la profundización del ajuste en función de cumplir la meta fiscal del Fondo. El dueño de Swiss Medical, Claudio Belocopitt, presente en el convite, opinó ante los medios que “la baja del gasto propuesta hasta ahora no es suficiente (…) se necesita un respaldo político más importante porque para avanzar por ese camino deben tomarse medidas que son impopulares (…) hay que llegar a la elección y el nuevo gobierno vendrá a plantearle a la sociedad las medidas de fondo que la Argentina necesita”, una verdadera afrenta contra la población trabajadora. En la misma línea, otro de los participantes del encuentro, el gerente de Ledesma, Javier Goñi, declaró que “las medidas que se están tomando van en la dirección correcta, asegurar los dólares para la industria es lo correcto, así como también el control del gasto y eso es lo que vamos a proponer, es políticamente difícil, pero es lo que hay que hacer”.
Ahora bien, sí estuvo presente el reclamo de establecer ciertas ventajas impositivas para las patronales y un pedido solapado de flexibilizar las condiciones de trabajo, como requisitos para incrementar las inversiones. Castro, por ejemplo, añadió que había que avanzar en “incentivos fiscales que promocionen a sectores”, y, con respecto a la reforma laboral, manifestó que “protección y eficiencia tiene que estar en la base de todas las relaciones laborales y no existe un balance entre ambos en la Argentina”, insinuando la necesidad de incluir cláusulas de productividad dentro de los convenios.
Por su parte, Luis Pérez Companc, dueño del pulpo alimenticio Molinos Río de la Plata, destacó que “hay que dialogar para cambiar la visión de un negocio y ahí están los sindicatos”, destacando la importancia del colaboracionismo de la burocracia sindical para negociar reformas laborales y salarios a la baja, en beneficio de las patronales. Como vemos, el lema del coloquio apunta únicamente a que cedan los trabajadores.
Realidad
Lo cierto, es que presentar al costo laboral y a la carga impositiva como las causas de la huelga de inversiones en la que está inmersa la clase capitalista es una completa falacia, que únicamente busca incrementar las ganancias de las empresas a costa de hundir las condiciones de vida del pueblo trabajador. Está demostrado que las grandes firmas vienen amasando fortunas y que la remuneración a sus trabajadores representa un porcentaje mínimo de su facturación.
Un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (Cepa) da cuenta para las 500 empresas más importantes del país, entre 2012 y 2019, en promedio, el pago de los sueldos equivalió solamente al 14,8% de sus ventas. Por otro lado, el pago de indemnizaciones por despido representó apenas el 0,7% de la facturación total en el período 2016-2020.
A su turno, cabe destacar que la burguesía nacional que se junta a conspirar contra la clase trabajadora y llama a que esta ceda en sus conquistas, viene engrosando sus bolsillos a costa de una mayor explotación obrera. Tal es así, que entre 2021 y 2022, los resultados operativos de monopolios como Aluar, Molinos Río de la Plata, Ledesma y Arcor, mejoraron en un 62,5%.
Fuera los políticos capitalistas
Que el presidente Alberto Fernández oficie el cierre de este evento plagado de planteos antiobreros dice mucho sobre cuáles son los intereses que defienden quienes nos gobiernan. Es necesario, entonces, que el movimiento popular rompa con todos estos políticos capitalistas y levante sus propias banderas, las del socialismo.
En el camino, es fundamental desarrollar la lucha contra la agenda de reforma laboral y más ajuste que propone el FMI, el gobierno y todo el arco patronal. Por eso, los actos del Partido Obrero a lo largo y ancho del país plantarán bandera por una salida política de los trabajadores.
Sofía Hart
No hay comentarios.:
Publicar un comentario