lunes, octubre 10, 2022

El adelanto electoral sobre la mesa


La renuncia de Elizabeth Gómez Alcorta no se confinó a la cartera de Mujeres, Géneros y Diversidades: la siguieron Claudio Moroni (Trabajo) y Juan Zabaleta (Desarrollo Social). 
 A diferencia de las renuncias posteriores a las PASO de 2021, guionadas por Cristina Kirchner, en este caso no se advierte un libreto. O se adelantan las elecciones o CFK toma el comando, o sea que se va AF. Esta agenda debe haber sido el plato principal del almuerzo secreto que mantuvieron CFK y Massa por estas horas. Está en cuestión si será Alberto Fernández el encargado de nombrar a los sucesores. Los renunciantes eran considerados de su propia tropa. Versiones periodísticas anticipan que estarían próximos a tomar el mismo camino Jorge Ferraresi (Hábitat) y Gabriel Katopodis (Obras Públicas). En ambos casos, al igual que Zabaleta, retornarían a sus distritos para ponerle coto a las aspiraciones de La Cámpora. El ´albertismo´, en tanto ensayo del ´pejotismo territorial´ y cegetista ha sido trasladado a terapia intensiva, en vísperas del Día de la(s) Lealtad(es). Alberto Fernández ha quedado huérfano. “Para reconquistar su coalición ya es tarde”, recoge La Nación (9/10). El adelantamiento de las elecciones ha entrado al primer plano. Al escenario se suman el desalojo de Villa Mascardi, con el consentimiento tácito de la Vice, y la represión en la cancha de Gimnasia. 
 La represión en Villa Mascardi toca una cuestión crucial: el acaparamiento de la propiedad en la Patagonia por los Bennetton y los Lewis, las cadenas del turismo y la expulsión de las poblaciones sin vivienda, la minería y el petróleo. El lugar en el mundo de la Vice y el escenario de grandes luchas en Neuquén, Chubut y Tierra del Fuego. Los Fernández tienen elegido su campo. 
 En el caso de Moroni muestra el agotamiento de las “conciliaciones obligatorias” – todo un retroceso de la estatización sindical. El frente de Massa-Alberto-CGT no pudo quebrar al sindicato del neumático, más allá de haber logrado el retiro del reclamo del 200% para las horas de fin de semana. El retiro de Zabaleta es también la consecuencia del agotamiento de la “política social” – el Presupuesto de 2023 prevé un aumento del 60% el gasto público contra una inflación real de arriba del ciento por ciento. Hasta el Movimiento Evita y la CCC están rumiando críticas que eran desconocidas.
 La posibilidad de un adelantamiento electoral es una de las variantes que se barajan, obviamente sin tiempo ni espacio para las PASO. La otra es que CFK asuma la Presidencia y ponga en práctica todo aquello que recomienda entre bambalinas. El FMI, en su informe reciente sobre Argentina, apunta al kirchnerismo como un factor negativo para el cumplimiento del programa acordado con Massa. El kirchnerismo ha ido muy lejos en sus concesiones al Fondo como para pegar un viraje económico. El macrismo ha prometido votar el Presupuesto 2023, pero también ha puesto condiciones que la crisis en desarrollo pueden convertir en pretexto de ruptura. En especial el reclamo de volver a discutir de nuevo el Presupuesto cuando la inflación supere el 60 por ciento. También, que no aumente la deuda flotante que quede para el próximo gobierno.
 La crisis política se ha acelerado. La variante del adelantamiento electoral pone a CFK ante la tarea de defenderse contra la condena a 12 años que promete el Jurado de Vialidad, desde la tribuna de una campaña política. Puede ser un aliciente para la opción de adelantar, en especial porque podría servir para romper a JxC y proyectar la candidatura de Macri. Más allá de las maniobras subalternas, el agravamiento de la crisis en su conjunto es una expresión del proceso disolvente que ha provocado la guerra de la OTAN, impulsada desde hace dos décadas por Estados Unidos, y la crisis financiera internacional, que anuncia bancarrotas y rescates. La revalorización del dólar ha producido una salida de capital enorme en la mayor parte de los países, creciente inflación y amenaza de defaults generalizados.

 Jacyn
09/10/2022

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