En el plano de la “acumulación de reservas”, el dólar soja –que es un mero adelanto de la liquidación de una cosecha- no satisface las necesidades de los importadores, sin considerar el giro de utilidades y dividendos de las empresas con sede en el exterior. Esta devaluación a medida aceleró la suba de los alimentos. Massa jura que no habilitará a una devaluación, mientras le habilita devaluaciones “especiales” a diferentes lobbyes capitalistas, en especial la minería. Es el mismo capital minero que ha logrado frenar el tratamiento de una salida a la crisis de los humedales.
La grieta de la grieta
No puede sorprender, en este cuadro, que la desvencijada coalición oficial vuelva a exhibir sus grietas. La vice que puso a Massa como super ministro salió a advertirle sobre los precios de los alimentos y la suba de la indigencia. La inflación ha impulsado las huelgas; a los acampes en Desarrollo Social, se suman las tomas del ministerio de Trabajo. Va tomando forma el “obrerazo”, señalado en el congreso del Polo Obrero Tendencia. Los ministros de Trabajo y de Desarrollo Social se anotan para la lista de despidos del gabinete. El tarifazo a la luz y el gas ha sido postergado por un mes en medio, pero el del transporte le hará compañía en octubre – un 40 por ciento.
La crisis crece en el conjunto de las fracciones políticas de la burguesía. JxC y el FdT votarán juntos el Presupuesto 2023 de Massa, pero no se ponen de acuerdo sobre candidatos y las Paso. Es decir que no tiene viso de poder formar gobierno o de gobernar sumados en una coalición, como lo reclamó el embajador norteamericano. Suspender las PASO se cruza con un posible adelanto electoral. El kirchnerismo se ha visto privado de un triunfo, que descontaba, de Lula en primera vuelta, y enfrenta el temor de una pulverización electoral. Es lo que espera una parte del viejo peronismo para, curiosamente, “renovarse”.
Cambio de eje
Pero el elemento novedoso del escenario político ha irrumpido por abajo: el centro de gravedad de las luchas ha pasado al movimiento obrero. Es lo que pusieron de manifiesto la huelga del neumático, las luchas de la Salud en numerosos distritos, las huelgas docentes en Buenos Aires y Caba y, principalmente, la de Santa Fe, donde se plantea una huelga indefinida contra los descuentos del gobierno por los paros recientes. Perotti puso en marcha la misma línea de guerra contra las organizaciones obreras que quiso llevar adelante el trío Madanes-Bridgestone-Pirelli contra el SUTNA. En el neumático, la huelga general en respuesta a la provocación patronal obligó a las patronales y al gobierno a retroceder políticamente.
Con una carestía superior al 100% anual, los ajustes paritarios que llegan “después de la inflación”, vienen devaluados. Entre los trabajadores con convenio, la carga del impuesto a las ganancias se ha agravado considerablemente. Pero ¿qué decir de los no registrados o que carecen de ajustes paritarios? La burocracia de la CGT “acompaña”, cómplice, este rumbo confiscatorio.
La irrupción de las huelgas obreras, docentes y de la salud redoblan la necesidad de autoconvocarnos en plenarios y congresos para discutir un programa: salario mínimo igual a la canasta familiar, hoy en 220.000 pesos; 82% móvil para jubilados y para el desocupado; indexación mensual de salarios y jubilaciones; derogación del impuesto al salario; ningún tarifazo. Las luchas obreras recientes forman parte de una tendencia –la tendencia a la huelga general.
Marcelo Ramal
05/10/2022
No hay comentarios.:
Publicar un comentario