Hay que disolver todos los organismos represivos y de espionaje del Estado capitalista.
El gobierno de Milei acaba de crear una unidad de ciberpatrullaje con inteligencia artificial para controlar las redes sociales. Con este nuevo instrumento de persecución y vigilancia, los libertarios se aprestan a atacar la libertad de expresión y podrán ejercer una suerte de terror ideológico.
El organismo fue creado por Patricia Bullrich y será un complemento de la agencia de ciberseguridad de la Side de Santiago Caputo. Estará a cargo de especialistas de la Policía Federal, Gendarmería, Policía Aeroportuaria y del Servicio Penitenciario General –las mismas fuerzas e instituciones que amparan el gran delito en Argentina–; y tendrá la potestad de “patrullar las redes sociales”; de controlar aplicaciones, sitios web y la deep-web para detectar “situaciones de riesgo grave para la seguridad”; de analizar imágenes de cámaras de seguridad en tiempo real; y de proporcionar vigilancia aérea mediante drones.
La unidad podrá hacer un análisis predictivo, recopilando datos (imágenes, antecedentes, etc.) y a través de ciertos algoritmos de aprendizaje automático, para “predecir” futuros delitos. La actividad en las redes sociales, asimismo, se controlaría para “prever disturbios”. ¿El gobierno hará algo con los trolls libertarios que amenazan de muerte a opositores en internet? Estamos ante una política totalitarista, con la que el gobierno puede vigilar qué opinan, qué dicen y qué hacen millones de personas; debido a dicho monitoreo, muchísimos usuarios de las redes sociales dejarán de emitir comentarios sobre ciertos problemas (políticos, ideológicos, etc.) por miedo a sufrir una represalia por parte del gobierno.
En un cuadro de reforzamiento de la persecución del gobierno contra la oposición política, que una unidad de vigilancia que está a su cargo pueda saber por ejemplo dónde milita una persona crítica del oficialismo y tomar medidas al respecto constituye un nuevo antecedente peligrosísimo contra las libertades democráticas. El gobierno refuerza sus atribuciones represivas y regimentadoras para mejor hacer pasar los ataques de la clase capitalista contra los trabajadores.
Ya hubo situaciones en las que los gobiernos aplicaron este tipo de políticas, solo que ahora se pretende llevarla más allá. Bajo el gobierno de Mauricio Macri y desde su lugar como ministra de Seguridad, Patricia Bullrich ordenó el apresamiento de un joven que twitteó una canción de cancha de repudio contra el expresidente. Gerardo Morales, el déspota que detentó el poder en Jujuy hasta diciembre pasado, apresó a dos personas por twittear contra su gobierno. En marzo pasado, el Ministerio de Seguridad allanó la casa de un joven que habría amenazado a Milei a través de las redes sociales; en el informe de Seguridad se decía que el joven tenía un pensamiento apegado a la propaganda política de la Unión Soviética.
La resolución gubernamental con la que se anuncia la creación de la unidad destaca la utilización de la IA para tareas de “reconocimiento facial”, una política aplicada por el PRO en la Ciudad que recibió denuncias y sentencias de inconstitucionalidad. Además, subraya que países como Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia e India han implementado este tipo de sistemas de ciberpatrullaje IA. Se trata de regímenes ultrarrepresivos, que no solo utilizan la IA para espiar individuos sino también para promover la guerra y aniquilar pueblos (pertrechos militares que funcionan con IA). Los gobiernos usan los avances tecnológicos para robustecer sus aparatos de represión y coerción y así sostener y defender mejor el modo de explotación capitalista todo.
Los libertarios se mostraron rápidamente como unos de los mayores enemigos de la libertad. La Side de Neiffert y Caputo, que está compuesta por elementos como Alejandro Colombo (elemento vinculado al espía Jaime Stiuso) y Juan Bautista “Tata Yofre (exsecretario de Inteligencia del Estado y defensor de genocidas), tiene como objetivo colaborar en este reforzamiento del despotismo gubernamental. El PRO, que integra el gobierno, tiene un historial importante en materia de espionaje represivo; uno de los grandes arquitectos de su política en ese plano fue el policía “Fino” Palacios, acusado de encubrir el atentado a la Amia. El PJ-kirchnerismo también dio cátedra de conspiración e inteligencia, por ejemplo con la Side menemista y el Proyecto X (espionaje sobre las organizaciones populares) de Cristina Kirchner, Nilda Garré y Sergio Berni. Sin ir más lejos, el gobierno de Alberto Fernández y CFK quiso avanzar en una política de ciberpatrullaje.
Hay que disolver todos los organismos represivos y de espionaje del Estado capitalista.
Nazareno Suozzi
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