En una reunión que tuvo lugar en la sede de Upcn, los máximos dirigentes de la CGT resolvieron no impulsar ningún tipo de lucha contra el plan de guerra que Milei está llevando adelante contra el movimiento obrero. Solo se limitaron a reclamar “más diálogo” con el gobierno nacional. La política de colaboración con el elenco libertario y con los capitalistas que viene desenvolviendo la central obrera es nociva para los trabajadores, a los que se les plantea la necesidad no solo de organizar por abajo una respuesta de conjunto contra el plan Milei sino también de recuperar las conducciones sindicales que están en manos de la burocracia.
Según los medios, en el cónclave, del que participó también el triunvirato, que está compuesto por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) y Pablo Moyano (Camioneros), se debatió sobre el escenario político post aprobación de la Ley Bases y post firma del Pacto de Mayo. La reunión estuvo atravesada por los choques entre las distintas alas de la burocracia sindical. La mesa chica cegetista decidió pedir una audiencia al secretario de Trabajo Julio Cordero, hombre de Techint, aunque Moyano adelantó que no concurrirá al evento. La idea de realizar un paro contra el plan de ajuste de Milei quedó descartada de plano.
“Esto es como el ajedrez y además hay que medir los tiempos. Hoy se habló de todo, las marchas son cuestiones tácticas, lo que hay que tener es una estrategia clara ante todo lo que estamos viviendo y para eso hay mirar todo el tablero”, dijo Daer. Con este parloteo montó una cortina de humo para ocultar que la estrategia de la CGT es garantizar la gobernabilidad libertaria, esto es, que la clase obrera muerda el polvo. Es la política del peronismo. Andrés Rodriguez de Upcn lo dejó claro cuando dijo hace poco que “la CGT consideró que no tenía que movilizar contra la Ley Bases porque respeta la democracia del Congreso”.
La CGT descarta luchar cuando arrecian los despidos, cuando salarios, jubilaciones y planes sociales son demolidos y cuando la lucha contra la reforma laboral y el impuesto al salario es más necesaria que nunca. Para derrotar a Milei hay que luchar contra la burocracia sindical.
Los sindicatos deben ser instrumentos de los trabajadores para luchar por la mejora de su situación material y por la conquista de nuevos derechos. El Congreso votó el 12 de junio una ley cuya aplicación empeorará las condiciones de vida de los trabajadores e implicará un cercenamiento de sus derechos. O sea, la política de respetar su democracia fue completamente reaccionaria. Ese día la CGT movilizó pequeños núcleos obreros y abandonó el Congreso a las 15:00 horas, dándole luz verde a Milei y Bullrich para que ordenaran una represión feroz que terminó con la detención de más de 30 manifestantes. La columna de Camioneros, gremio del “combativo” Moyano, se había instalado a tres cuadras del Congreso. La CGT formó parte junto al peronismo, el radicalismo y el macrismo del operativo de salvataje de un gobierno que está atormentado por una crisis profunda.
El tablero, además, es dantesco. Hay miles de despedidos, tanto en el sector público como en el sector privado; los salarios, las jubilaciones y los planes sociales están perdiendo brutalmente su poder adquisitivo; la pobreza y la indigencia se dispararon casi a niveles históricos; el gobierno busca prohibir la protesta social; y acaba de aprobarse en el Congreso una contrarreforma laboral esclavista y la reimposición del Impuesto a las Ganancias sobre el salario. Estratégicamente, entonces, se vuelve imperioso preparar la huelga general para derrotar al gobierno de Milei y evitar que siga empobreciendo y atacando a la clase trabajadora.
En este sentido, Alejandro Crespo, secretario general del sindicato clasista y antiburocrático del neumático (Sutna), en una audiencia pública realizada en Diputados para rechazar los despidos, convocó a realizar una reunión en los próximos días para organizar una acción movilizadora en defensa de los puestos de trabajo. El Sutna está en lucha contra despidos en el gremio, y otros sectores de trabajadores también han salido a pelear por lo suyo; así se ve en los conflictos que están en curso en el Inti, el Hospital Posadas y Aerolíneas, y en otros que se vienen abriendo paso. La CGT y las CTAs les están dando la espalda.
Los trabajadores tenemos el desafío de preparar la huelga general para derrotar al gobierno de Milei.
Nazareno Suozzi
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