YEBALIA, Gaza, 3 de marzo.— El Ejército de Israel dejó un rastro de muerte y destrucción al retirarse de madrugada del norte de Gaza, tras 48 horas de incursión sangrienta.
En total 17 menores perecieron desde el miércoles.
Edificios derruidos, boquetes en las paredes, coches, puertas y ventanas rotas, escombros, y un rosario de cortejos fúnebres, componían el desolador panorama en el campo de refugiados de Yebalia, donde el asfalto de las calles mostraba las huellas, aún calientes, de los tanques israelíes, reportó EFE.
Un cable de PL refiere que las embestidas causaron más de 450 muertos y heridos, la mayoría civiles, antes de retirarse los tanques y blindados del norte de la Franja de Gaza.
Un informe médico indica que 116 palestinos perdieron la vida y otros 350 sufrieron heridas en los constantes ataques lanzados por Israel contra viviendas y edificios.
Desde Roma, la agencia ANSA informó que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) expresó hoy su "profunda preocupación" por la escalada del conflicto en Gaza que provocó muchas víctimas incluso entre los niños.
En total 17 menores perecieron desde el miércoles, recordó la agencia de la ONU en un comunicado, citando información del ministerio de Salud palestino.
"Los niños constituyen más de la mitad de la población de Gaza y padecen el golpe de la crisis. Además, sufren a causa de una serie de restricciones, entre ellas, el bloqueo de la mayor parte de los productos impuesto desde junio del 2007", agregó.
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