En demora estala CPI de ponerle la mano de la justicia internacional a la impunidad que reina en el régimen colombiano, especialmente a su cabeza visible, el narcopresidente Uribe Vélez. Buenas señales se notan, cuando el Fiscal de la corte Luis Moreno Ocampo ha enviado una carta para hacer preguntar, que nosotros desde hace tiempo nos venimos haciendo sobre la impunidad que reina en la República Bananera.
Por Cronistas de la Calle/Anncol
Una pregunta clave que debe formular el Fiscal Moreno, es porqué goza de impunidad ciertos oficiales de las FFMM colombianas, que han participado en crímenes atroces de lesa humanidad, generales como Rito Alejo del Rio y otros, que siendo funcionarios públicos por acción u omisión han ayudado a cometer los crímenes de la motosierra. Lo más importante, es que Alejo del Rio es una caja de secretos ligados todos al narcopresidente Uribe Vélez, someterlo a él y a otros generales a la justicia es abrir la posibilidad de desempantanar a los civiles militaristas, financiadores y orquestadores de esta barbarie.
El Fiscal Moreno debe saber que los lazos narcoparamilitares de Uribe Vélez vienen desde el periodo en que éste ejerció en la gobernación de Antioquia. Las primeras masacres cometidas en las famosas “zonas especiales de orden público, Decreto 0717/1996” se cometieron bajo la jurisdicción de esta gobernación (Segovia/Remedios) y no pudieron haberse cometido sin el visto bueno del, en ese entonces, gobernador Uribe Vélez.
Pero para no ir tan lejos en la historia reciente, el proyecto político de la coalición que lleva a la presidencia a Uribe Vélez se hace bajo acuerdos secretos con los paramilitares y narcotraficantes que en una relación simbiótica, desplazaron, masacraron, entre otros delitos de guerra, sembrando el terror y obligando a población a votar por los candidatos de la coalición que presidía Uribe Vélez y que lo lleva a la presidencia.
El Fiscal Moreno debe saber que el presidente actual, esta al frente de un proyecto de poder basado en el terror y que toda la institucionalidad se ha puesto al servicio de este proyecto, por intermedio de dadivas, corrupción, amenazas, cohechos y otras practicas delictuosas. Esto explica la impunidad frente a los autores de todas las masacres, del genocidio de la UP, del desplazamiento y otros delitos que no prescriben porque atentan contra la humanidad.
Parte del parlamento colombiano, dirigentes locales y otros profesionales de la política se encuentran hoy en prisión, por sus comprobados lazos narcoparamilitares, todos tiene un punto común: haberse unificado en torno a la elección del actual presidente Uribe Vélez.
Lo hemos dicho hasta la saciedad, la justicia internacional debe intervenir, porque la “denominada ley de justicia y paz” es una patente de corso del delito, es una ley resultado de los acuerdos secretos de RALITO que no pensó ni en la paz del país, ni en las victimas, ni en la reparación y muchos menos en la justicia. Y Es ahí donde la CPI tiene la palabra.
Los ataques del presidente y toda la campaña que desde el palacio de gobierno se gesta contra la Corte Suprema de Justicia busca desprestigiar a la corte, para inhabilitarla moralmente y evitar que se haga justicia contra todos los políticos ligados al presidente.
Este proyecto de muerte que se encarna en la llamada política de seguridad democrática y en la continuación del poder del actual presidente, busca entre otras cosas, garantizar la inmunidad del presidente frente a la justicia. La corte penal internacional no debe olvidar que en Colombia se han cometido las masacres que ni siquiera Videla y Pinochet se atrevieron a cometer. Ni las masacres de la guerra de los Balcanes se comparan en número y en barbarie con las cometidas por este proyecto de poder que llevó a Uribe Vélez a la casa de Nariño. Ni siquiera los paramilitares (Janjawids) de Darfuor jugaron fútbol con las cabezas de sus victimas, ni ultrajaron, ni humillaron a sus victimas tanto como lo hicieron los narcoparamilitares que eligieron a Uribe Vélez.
Como lo hemos dicho aquí en reiteradas ocasiones, la cabeza del régimen, el narcopresidente Uribe Vélez esta cada vez más cerca de vivir la historia del Japonecito-peruano Fujimori, que se creyó en su momento inmortal y que las encuestas pusieron en la cúspide. Hoy la Justicia internacional tiene en la mira al prohombre de la República Bananera.
Cronistas de la Calle.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario