Estados Unidos: pornografía de la mano de la crisis económica

Las consecuencias de la actual crisis económica-financiera global, son de gravedad. En Estados Unidos, por ejemplo, posee visos dramáticos, como el caso de los diabéticos que dejan de atenderse, los cientos de familias pernoctando en refugios para abandonarlos al otro día por la mañana o los enfermos sin médicos…
El pánico aumenta si se debe ingresar en el hospital, por los elevados gastos.
También está la pérdida de los seguros de salud y hasta el desahucio, como espada de Damocles, sobre quienes tienen sus casas hipotecadas.
En varias ciudades norteamericanas están apareciendo barrios de pobres e indigentes en los suburbios, y hasta en el centro de las urbes, como el caso de Fresno en California.
La sociedad estadounidense se preocupa porque no sabe cuándo terminará la pesadilla, mientras los bancos reciben miles de millones de dólares de “rescate” para salvar al capitalismo.
El negocio que parece mantenerse a flote es el de la pornografía y el sexo, como recoge una crónica de AP.
En este mercado laboral encontrar trabajo es difícil, salvo que usted sea una mujer hermosa, de buen cuerpo y esté dispuesta a venderse como mercancía en clubes de nudismo, revistas de modelos desnudas y películas pornográficas, señala el artículo.
El negocio se mantiene, y los empresarios del mercado del sexo son testigos de la gran afluencia de mujeres. Muchas son graduadas universitarias y tenían empleos en oficinas pero los perdieron.
En la economía en crisis, "los pasos desesperados son más aceptables", dijo Jonathan Alpert, psicólogo de Nueva Cork, quien ha tenido pacientes que trabajaron en el sector pornográfico y desnudista.
Para algunas mujeres, siempre jóvenes, acudir a esos antros es algo temporal, una manera de pagar más rápidamente los préstamos de educación y otras cuentas ineludibles.
En el capitalismo los valores morales retroceden rápidamente y como existe libre mercado, el sexo es producto de los más solicitados, sobre todo en esta época de desempleo.

Joaquín Rivery Tur (AIN, especial para ARGENPRESS.info)