Entrevista a Renán Vega Cantor
M.H.: Te pido que nos hables sobre los últimos sucesos acontecidos en Ecuador.
R.V.C.: Lo que acaba de suceder en Ecuador es un hecho extraordinario teniendo en cuenta el momento de derechización tanto mundial como el que se presenta en el continente latinoamericano. Es una típica reacción popular a un programa impulsado por el FMI y avalado por el Estado ecuatoriano dirigido ahora por Lenin Moreno, cuyas consecuencias ya se han visto en más de 150 países en el mundo, en donde se han impuesto programas similares de racionalización económica a favor del capital financiero internacional impulsada por el FMI.
Yo creo que el gobierno ecuatoriano hizo una muy mala lectura de la realidad, suponiendo que todo lo que había hecho en los últimos meses iba a rematar con este paquetazo neoliberal y que la población iba a quedarse quieta, sin reaccionar, aceptando esas medidas que afectan a sus condiciones laborales y de vida en general.
Pero la población ecuatoriana que tiene también una memoria histórica que recuerda que con sus movilizaciones ha derrocado a 3 presidentes que han optado por aplicar medidas tan impopulares como las que está aplicando el gobierno actual y se levantó de manera organizada y después de una movilización de más de una semana logró derogar esta medida poniendo de presente el carácter del gobierno actual que ha continuado con la represión de manera indiscriminada, puesto que al día de hoy, por las noticias que tenemos, siguen persiguiendo a dirigentes sociales y personas que participaron en esta extraordinaria protesta.
Otro hecho que creo que es necesario destacar es el descaro y el cinismo de la derecha latinoamericana y algunos de sus presidentes, como el argentino y el colombiano que se opusieron desde un primer momento al movimiento y se expresaron en apoyo al gobierno de Lenin Moreno, hablando de “injerencias extranjeras” cuando ellos mismos están interviniendo en la situación ecuatoriana desconociendo las reivindicaciones legítimas de la población que finalmente se han impuesto después de esta movilización ejemplar y que dignifica a los pueblos latinoamericanos verdaderamente.
M.H.: Los hechos de Ecuador se emparentan con la situación que se vive en Haití y de alguna manera, si bien no con la contundencia que hemos visto en ambos países, también en la Argentina donde ha tomado una expresión electoral. Yo en algún momento dije que no solamente el voto en la Argentina significaba un voto contra Macri, sino también contra Trump y el FMI.
Por otro lado, nos habían dicho que el FMI había cambiado y que ahora era una institución que tomaba más en cuenta las necesidades de los pueblos. ¿Qué opinión te merece esta aseveración?
R.V.C.: Yo creo que los hechos son contundentes, lo que pasa es que el FMI cuando fue presidido por Christine Lagarde trató de dar esa impresión de que ahora estaba a la cabeza una mujer y que por el solo hecho de ser mujer eso iba a significar una sensibilidad especial hacia los pobres y los problemas de los países periféricos y dependientes. Pero eso era solamente un lavado de imagen, porque este personaje femenino encarna los intereses financieros del gran capital internacional. Ella forma parte de las elites dominantes en Europa y a nivel mundial y no iba a aplicar otro tipo de políticas.
Lo que pasa es que una cierta lectura indica que hay una derecha que pretende apropiarse del discurso feminista y en este caso suponiendo que como hay unas mujeres al frente de estas instituciones, como también hay otras al frente de la Comisión europea, eso va a suponer que las políticas impulsadas, de larga duración, que son estructurales, se van a modificar por esos hechos circunstanciales.
Se trata simplemente de tratar de lavar la cara de una institución que es responsable de la pobreza mundial en los últimos 30 años. Porque no hay que olvidar que el FMI está detrás de paquetazos que han generado rebeliones como la del Caracazo hace ya 30 años y en otros lugares de América Latina y el mundo donde los sectores populares se han levantado ante las medidas impulsadas por unos tecnócratas que desconocen los países y que aplican las mismas medidas en todos los lugares con independencia de su historia, su geografía y su cultura.
Pero lo que pasa es que justamente ese desconocimiento los lleva a subestimar a los pueblos. Lleva a dudar de la potencia que tiene la gente cuando se rebela y defiende su dignidad como ha pasado ahora en Ecuador. Es un hecho muy importante porque se inscribe en este momento en que aparentemente la derecha estaba tomando fuerza y estaba expandiéndose y es un llamado de alerta también para la situación que se presenta en otros países.
El informe de Duque en la ONU pretendía ser la estocada final para impulsar una guerra de agresión y de invasión a Venezuela
M.H.: Has comparado al Presidente colombiano Duque con el personaje de Pinocho.
R.V.C.: Escribí un artículo hace unos días que fue publicado por Rebelión, en donde hago esa comparación. Tiene varios sentidos, primero que la cultura literaria del Presidente de Colombia realmente produce risa porque en un discurso que dio el año pasado en la UNESCO que se supone que es la casa de la cultura mundial por decirlo así, en París, su referencia literaria más significativa fue la de los Siete enanitos, que causó hilaridad.
Pero en la sesión de la ONU en Nueva York sobrepasó todos los límites, en un discurso lleno de mentiras y falsedades. Lo peor del caso es que esas mentiras y falsedades se hacen para propiciar una guerra, porque el informe de Duque en la ONU pretendía ser la estocada final para impulsar una guerra de agresión y de invasión a Venezuela tanto por los EE UU como por sus satélites sudamericanos empezando por Colombia. Y en la ONU realmente hizo quedar al país como ignorante, porque si ese es el primer mandatario se supondrá cómo será el resto de la población.
Presentó fotos falsas, y me estoy refiriendo al caso de Venezuela porque en el discurso hubo mentiras de toda índole, tanto de la política interna como de la internacional. Pero lo más llamativo fueron las fotos falsas que presentó de Venezuela. Las mismas Fuerzas Armadas tuvieron que reconocer que había cuatro fotos que no se correspondían a la situación venezolana sino que habían sido tomadas en territorio colombiano. Incluso uno de los fotógrafos pidió explicaciones de por qué se había utilizado una fotografía suya en territorio colombiano atribuyéndola a territorio venezolano e incluso ni siquiera acertando en la fecha y los acontecimientos.
Esto no lo podemos tomar como una torpeza, error o ignorancia, que también lo es, sino que responde a la lógica contemporánea donde se puede mentir y mentir sin ningún tipo de consecuencias. De ahí que hago esa comparación entre el Presidente colombiano y Pinocho.
M.H.: ¿Cómo está la situación respecto a Venezuela y la agresión que viene sufriendo de los EE UU y también de tu país?
R.V.C.: No ha bajado el ritmo. Continúa una guerra mediática de agresión, un bloqueo y se siente mucho precisamente en los flujos de población venezolana y colombiana que hay en Venezuela y hace mucho tiempo que ha llegado al país.
Esa guerra de baja intensidad nunca ha cesado. En distintos momentos han intentado arreciarla y es precisamente lo que se intentó con el discurso de la ONU pero luego el gobierno colombiano ha sido tan desprestigiado que prácticamente no se ven intentonas como la del concierto y la del falso intento de entrada de ayuda humanitaria.
Pero no se nos olvide que en Colombia la embajada de los EE UU instaló una especie de oficina con autorización del gobierno colombiano, para realizar todo tipo de maniobras contra ese gobierno y además el embajador de EE UU en Colombia es conocido por sabotear procesos en los países latinoamericanos, ya fue embajador en Bolivia, de donde en su momento fue expulsado.
De tal manera que en ese sentido no baja la guardia de la agresión contra Venezuela. La guerra mediática se sostiene, las calumnias, las mentiras y el apoyo al gobierno títere de Juan Guaidó que no gobierna en Venezuela pero que aparece como el representante de la democracia.
Y es importante decir que Juan Guaidó fue descubierto en unas fotos en su travesía a territorio colombiano a principio de año, y fue trasladado directamente por un grupo paramilitar llamado “Los rastrojos”.
Esas fotos no fueron desmentidas, fueron confirmadas pero el gobierno colombiano en voz del propio Duque afirmó que si la foto era cierta eso no importaba, lo que importaba era que Guaidó era un “titán de la democracia” (palabras textuales) y que por eso merecía el apoyo del gobierno colombiano.
Se van develando las verdaderas fuerzas que están detrás de este proceso de desestabilización contra Venezuela donde no importa cuáles son los aliados ni los mecanismos que se utilizan para destruir a un país y para apoyar a un gobierno títere incondicional que cedería sus riquezas y se endeudaría con el FMI como entre otras cosas lo han anunciado todos los políticos opositores en Venezuela.
M.H.: En días pasados se dio una nueva movilización estudiantil en Colombia. ¿Cuáles fueron los motivos?
R.V.C.: Se han presentado en las últimas semanas no una sino varias movilizaciones estudiantiles, la de la semana anterior fue muy concurrida. Esta marcha se presenta por tres razones fundamentales, una primera el incumplimiento de los acuerdos que se han firmado con el gobierno de Duque en diciembre del año anterior, sobre todo la transferencia de un rubro a Ciencia y Tecnología donde se había acordado una suma anual que el gobierno no está transfiriendo; está transfiriendo una suma ridícula frente a la suma acordada.
Otra causa de la movilización es por el desmonte de un aparato represivo del gobierno que se llama ESMAD que quiere decir Escuadrón Móvil Anti Disturbios que fue creado hace años y que tiene la fama de ser un cuerpo represivo que ha causado mucho daño a la población cuando se presentan protestas, no solo a los estudiantes y jóvenes, sino también a los campesinos, trabajadores, etc. Siempre que hay protestas y se reprime el ESMAD entra a actuar y da como resultado un número de muertos, heridos, torturados. Y un sector que particularmente ha sentido esta acción son los estudiantes universitarios, no solo de las universidades públicas sino las privadas también.
El hecho que rebalsó la copa y que llevó a universidades privadas a movilizar, fue que por primera vez en términos reales, fue agredida una universidad privada, fue gaseado su campus y fueron violentamente reprimidos algunos estudiantes. Este hecho llevó a la movilización de la población estudiantil y en el caso de la Universidad donde yo trabajo, la Universidad Pedagógica Nacional, tenemos que señalar que esta actuación criminal del ESMAD ha tenido consecuencias nefastas. En días pasados se presentó un saboteo interno, una explosión. Todo indica que fue una provocación de infiltrados y como resultado quedaron heridos 6 estudiantes, uno de ellos de gravedad que prácticamente ha perdido una pierna y ha visto afectado su estómago.
Y un estudiante de la Universidad Nacional que estudia Derecho y era asesor de la Junta directiva del Sindicato de profesores, cuando salía de su oficina, fue alcanzado por un artefacto lanzado por el ESMAD y como consecuencia de ello ha perdido varios dedos de sus extremidades inferiores. Esto para señalar el carácter agresivo del ESMAD en donde la Universidad Pedagógica Nacional ha sido considerada casi como un objetivo militar con declaraciones del alto gobierno de que allí hay infiltrados y eso justifica para ellos la represión que se está dando para preparar algo mucho más grande.
Y el tercer elemento de la protesta tiene que ver con la corrupción en algunas universidades públicas, principalmente en la Universidad Distrital, donde se han rebelado apropiaciones por profesores y por funcionarios de la administración de un alto porcentaje del presupuesto destinado al funcionamiento de estas instituciones. Estos son los tres aspectos que explican la conflictividad y las movilizaciones por parte de los estudiantes en este momento.
Mario Hernandez
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