Publicamos a continuación una declaración del Partido de Trabajadores Revolucionarios, organización de la Fracción Trotskista que impulsa La Izquierda Diario en Chile, tras la declaración del estado de emergencia y la brutal represión desatada por el Gobierno de Sebastián Piñera contra los jóvenes que pelean contra el aumento del boleto del metro.
En una medida inédita, nunca vista en democracia, Sebastián Piñera anunció pasada la medianoche de este viernes el “estado de emergencia” constitucional, en las provincias de Santiago y Chacabuco, y en las comunas de Puente Alto y San Bernardo. Mediante un decreto presidencial busca imponer una medida completamente autoritaria que restringe derechos democráticos básicos como la libertad de reunión y de tránsito, algo nunca visto en democracia, solo en “catástrofes naturales”.
Estas zonas quedarán a cargo de los militares durante al menos 15 días. El General de División del Ejército Javier Iturriaga del Campo asumirá el mando de dichas zonas, y podrá autorizar o prohibir reuniones en lugares públicos, dictar medidas de protección en lugares públicos y privados y otras para el orden interno, e incluso tiene la facultad de invocar el toque de queda, lo que hace acordar a tiempos de Pinochet. Con esto, Piñera y la derecha muestran su verdadera cara usando medidas de la dictadura para reprimir la protesta social.
Todas las organizaciones de Derechos Humanos y democráticas, las organizaciones de trabajadores como la CUT, NO+AFP y las centrales sindicales, federaciones, confederaciones y sindicatos, Colegio de Profesores, organizaciones de pobladoras, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), federaciones estudiantiles y centros de estudiantes, y toda la izquierda, deben rechazar de plano esta insólita medida, y convocar de forma urgente a un Paro Nacional con Movilización para poner fin al Estado de Emergencia, y ganar las calles para defender los derechos democráticos que el gobierno y este régimen quiere atacar. El llamado de la Unión Portuaria de Chile a preparar una “huelga general” frente a estos hechos, es un paso adelante que debe ser replicada por todas las organizaciones de la clase trabajadora, de las mujeres y la juventud.
Esas mismas organizaciones deben convocar a Asambleas y Coordinadoras en liceos y universidades, lugares de trabajo y sindicatos, para unificar esta lucha y coordinarla, como medidas fundamentales para defendernos de este ataque. Los locales de organizaciones como la Fech y la CUT, las universidades, deben ser verdaderos espacios de reunión y organización para preparar el paro. No podemos aceptar que pase este ataque que significa un retroceso en conquistas de organización de décadas de lucha. Con los militares, se busca atemorizar a la población y a la juventud. Si bien por ahora no impondrán el toque de queda, es una carta que pueden usar en cualquier momento.
Ya no se trata solo del alza del pasaje, sino de la defensa elemental de derechos democráticos y del intento de ahogar la protesta, el descontento y el malestar social profundo que ha mostrado esta revuelta encabezada por amplios sectores de la juventud, para derrotarla mediante el temor de los militares y la represión. Es la muestra más directa de que la herencia de la dictadura sigue viva, de que buscarán defenderla con todas sus herramientas de represión, y de un régimen y un gobierno completamente anti-popular. Sus llamados a un pronto “diálogo” deben ser rechazados por todos los sectores que se dicen democráticos mientras atenta contra los derechos democráticas de esta forma.
Las organizaciones de izquierda, en particular el Partido Comunista y el Frente Amplio, no solo tienen el mínimo deber de rechazar esta medida y llamar a luchar contra ella, sino que con su peso parlamentario y en las organizaciones de masas, tienen la responsabilidad de llamar al Paro Nacional para la defensa frente a este ataque. No sirve solo el rechazo mientras se impone esta medida insólita. Si la defensa frente a esta medida se dispersa en distintas luchas aisladas de la juventud, pueden ser más fácilmente reprimidas. Por eso la necesidad urgente de paro con movilización, y no dejar que sus medidas se impongan, por ejemplo este domingo con el Festival de las 40 horas [en apoyo al proyecto de reducción de la jornada laboral a 40 horas, NdR] en la Alameda.
No se trata de una protesta de “delincuentes”, “vándalos” y “grupos organizados” como los ha llamado el Gobierno y los medios de comunicación empresariales serviles a sus intereses, sino una protesta y revuelta que ha abarcado a amplios sectores populares, con la juventud como vanguardia de esta lucha, y que ganó amplia simpatía popular. Este viernes las protestas contra el alza del pasaje del Metro dieron un salto y enfrentaron la brutal represión de la policía, la virtual militarización y cierre de casi toda la red del metro de Santiago. Hay que derrotar este ataque:
¡Abajo el estado de emergencia! ¡Fuera los militares! ¡Abajo la Ley de Seguridad Interior del Estado!
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