El concurso oficial, a la vera del Río de la Plata, dará ganador a un conjunto por categoría. La fiesta del pueblo, donde laburantes que uno los puede cruzar en la calle día a día, se suben a las tablas y cantan sus cuartetas de crítica, humor y actualidad.
Después de 685 días, regresó la máxima fiesta popular del Uruguay. Volvió el Carnaval con el desfile inaugural. A las ocho de la noche, en la circunvalación del Teatro de Verano se dio el puntapié inicial para esta locación inédita: el paseo de las canteras del Parque Rodó, frente a la Playa Ramírez y el ex Parque Hotel, hoy sede del Mercosur.
La ubicación original e histórica era la avenida 18 de julio, donde Montevideo se vestía de gala y se iluminaba con las clásicas bombitas amarillas. La pandemia, que dejó sin carnaval por dos años a Uruguay, hizo de las suyas y obligó a cambiar la locación, obligación de uso de tapabocas de los concurrentes y aforo limitado.
No estaba José Artigas a caballo custodiando a los conjuntos, ni los altos edificios de 18 de Julio enmarcando el recorrido. En su lugar había palmeras y canteras. El cambio se decidió – dijo Ramiro Pallares, asesor de la Intendencia- por motivos sanitarios y para “jerarquizar una zona de la ciudad paisajísticamente muy particular que puede dialogar con la propuesta”.
Fabián Cardozo, presidente del jurado, explicó que la idea fue hacer el desfile “más rápido y más dinámic o(…). Si no hay alegría y comunicación con el público, no funciona”.
Las imágenes que brindaba la televisión privada y las que circulaban por las redes sociales dejaron gusto a poco. Muchos claros y sillas vacías, tanto en palcos como plateas. La efervescencia por salir y la abstinencia de desfilar contrastó con el contexto del atípico escenario.
«Tremenda alegría, sobre todo de recuperar esta instancia de comunicación colectiva, es tremendamente importante para muchas personas, sobre todo en estas épocas de tanto aislamiento y de una sola versión de las cosas», dijo antes del desfile Yamandú Cardozo, uno de los integrantes de la galardonada murga Agarrate Catalina.
Pablo Vidal, director de Queso Magro, expresó que están con la alegría de «gurises chicos» por volver al carnaval y su propuesta para este año es «más de lo mismo» que consiste en «divertirse».
Carolina Cosse, intendenta de Montevideo, estuvo presente en el desfile. «A veces pasa que te das cuenta que tenés sed después que tomás agua y creo que en este carnaval nos va a pasar lo mismo. Cuando escuchemos una murga, los parodistas, todo lo que sucede en el carnaval nos va a resonar algo en el alma, que capaz que teníamos un poco dormido. Y eso es lo bueno», sostuvo minutos antes del inicio de la fiesta popular.
Los ganadores del desfile fueron Nos obligan a salir (murga), Madame gótica (revista), Zíngaros (parodistas), Valores (negros y lubolos) y Sociedad Anónima (humoristas).
Este año, la empresa estatal de telecomunicaciones Antel, administrada por el gobierno neoliberal, decidió retirar el apoyo a los conjuntos carnavaleros, que mantenía consecutivamente desde 2008.
Con el advenimiento del gobierno de derechas y el regreso de carnaval, se tomó esa decisión agregado a que el servicio de transmisión de espectáculos de la propia empresa estatal, VeraTv, tampoco transmitió el desfile como lo hacía comúnmente, ensanchando, de esta manera, la brecha entre los que pueden pagar y los que no, retaceando la cultura y su acceso.
Una decisión polémica y que medra a los conjuntos carnavaleros, que como el sector de la cultura en general, ha sido muy golpeado por la pandemia y ha contado con escaso apoyo del gobierno nacional.
A su vez el oficialismo pretende ir a las puertas del Teatro de Verano y a tablados grandes de carnaval pero ir a defender la Ley de Urgente Consideración (LUC) de cara al referendo del 27 de marzo para derogar 135 artículos d la norma represiva y antipopular.
Van a ir a pedir al voto a un sector que le han quitado apoyo económico, que en su inmensa mayoría es de izquierda, y que sus principales dirigentes ellos han criticado, justamente por criticar al gobierno. Las polémicas ya están a la orden del día. El carnaval ha vuelto. Las políticas de Luis Lacalle Pou y la LUC, sin duda, serán blanco predilecto de los dardos murgueros.
Nicolás Centurión. Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario