Si bien estos sindicatos o asociaciones existen hace más de un siglo en grandes ciudades como Nueva York o San Francisco, ahora se están federalizando, incluso en ciudades pequeñas como Akron (Ohio), Milwaukee (Wisconsin) y los suburbios de Annapolis (Maryland).
La crisis habitacional tampoco es novedosa: la crisis hipotecaria de 2017/8 la desarrolló con gran intensidad. Millones de familias de EEUU viven hacinadas en diminutos departamentos, casas o cuartos de hoteles. Incluso miles de personas habitan en autos, trailers o carpas, debido al costo elevado de los alquileres.
Katie Goldstein, directora de campañas de vivienda de la organización Centro para la Democracia Popular, asegura que se han formado cientos de nuevos sindicatos de inquilinos durante la pandemia. Carecen prácticamente de reconocimiento legal y se caracterizan por su insistencia y combatividad. Por lo general, comienzan reuniéndose inquilinos de un edificio para presentar al propietario reclamos de mejoras edilicias o suspensión de desalojos. Estas medidas escalan a movilizaciones, exigencia a funcionarios gubernamentales y hasta una “huelga de alquileres”. Fue lo que organizó un sindicato de inquilinos en Queens, Nueva York. Inquilinos que viven en diferentes edificios y comparten el mismo propietario unen sus reclamos y asociaciones.
Un gran sector del establishment y del Partido Demócrata está intentando encarar la situación. Es así que legisladores demócratas de San Francisco estudian una propuesta para estatuir la reunón de propietarios con los sindicatos de inquilinos.
La predisposición de los inquilinos a organizar sus sindicatos se inscribe en la tendencia actual de los masas explotadas de EEUU a enfrentar la inflación y la precariedad laboral, así como la "apertura" al virus, por medio de la lucha.
Matias Melta
25/01/2022
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