La variante predominante en los contagios es la BA.2, un 40% más contagiosa que la BA.1. Hay que contemplar, además, la eliminación completa de testeos a la población, por lo que no hay un número certero de contagios totales debido a que la gran mayoría de los casos son asintomáticos.
Por otro lado, la implementación del autotest no solo ha sido un negociado para las farmacéuticas sino que, además, dificulta el rastreo y registro del total de contagios.
El aumento de contagios recorre el globo con un aumento del 8%, con 11 millones de casos nuevos según la OMS. “Estos aumentos se están produciendo a pesar de que en algunos países se hacen menos test, lo que significa que los casos que vemos son la punta del iceberg”, afirmó en rueda de prensa el director de la Organización, el doctor Tedros Adhanon Gebreyesus. “Sabemos que cuando aumentan los casos, también lo hacen las muertes. Es de esperar que haya brotes y subidas de casos locales, sobre todo en áreas donde se hayan retirado las medidas de prevención”, agregó. Particularmente en EEUU, la política de "convivencia con el virus" alcanzó esta semana el récord de un millón de muertos. Y aseguran que seguirá creciendo en los próximos días.
Christopher Murray, que dirige el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud argumentó que “esto está lejos de terminar”. El país ha eliminado todo protocolo Covid, incluso el barbijo ha dejado de ser obligatorio en medio de uno de los mayores picos de contagios en el país.
El aumento de casos en Argentina se da en un contexto de eliminación de las pautas preventivas del virus. En provincia, en marzo, Nicolás Kreplak anunció la eliminación del uso obligatorio de barbijo en lugares cerrados, particularmente en las oficinas y escuelas.
Además en medio de la suba de casos, el gobierno de la Ciudad ha decidido cerrar las Unidades Febriles de Urgencia (UFU), como en el caso del hospital Piñero. Y terminar los contratos Covid del personal de salud contratado en pandemia, dejando a 4000 trabajadores de la salud sin empleo. Sin embargo, el infectólogo Hugo Pizzo, del comité asesor del gobierno explicó que muchos vacunatorios “cerraron porque la gente no iba” a vacunarse. Una manera de disfrazar con cinismo, un ajuste en salud que se viene ejecutando desde la “vuelta de página”, “hacia la nueva convivencia con el virus” propuesta por el presidente Alberto Fernández en febrero como slogan de campaña de cara a la apertura del año 2022. Esta política es la misma que ha llevado a cabo EE UU, llevando al país a liderar la lista de muertes en el mundo.
La pandemia ha demostrado que no puede combatirse localmente. Las barreras entre provincias y países dificulta una política internacional que permite poner un verdadero freno a la suba de contagios. Lo que ha prevalecido es la tendencia a una convivencia con un virus que muta por su propia transmisibilidad llevando a la muerte a la clase trabajadora. En este contexto se ha aprovechado para avanzar a un ajuste brutal en la salud, eliminando puestos de trabajo y lo que se había construido para combatir el virus, arrojando a la población al hacinamiento y el contagio. Ningún gobierno ha defendido la inversión de presupuesto en salud, sino que ha utilizado ese dinero para sostener un sistema capitalista quebrado. La manera de combatir esta barbarie es con la organización de la clase trabajadora en defensa de la salud, la vida y las condiciones de trabajo.
Florencia Suárez
14/05/2022
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