viernes, junio 10, 2022

La vuelta de página a la pandemia


La ´normalización´ de los contagios por virus Covid ha llevado al aumento en la cantidad de muertos por la enfermedad. En las últimas dos semanas, las víctimas han sido 79 personas. Desde el comienzo de la pandemia ya se registra en el país un total de 128.967 muertes.
 Fernán Quirós, el Ministro de Salud porteño, adelantó en una entrevista radial que la cuarta dosis de la vacuna será la última que se aplique durante este año, hasta el otoño del año que viene. “No puedo decir que la cuarta dosis será la última ya que ningún país aplicó más de cuatro dosis. No tenemos información científica para confirmar una quinta”. Es importante aclarar que las vacunas para Covid se aprobaron bajo un carácter emergencial, por lo que no hay investigaciones científicas que garanticen que aplicando más dosis se genera más inmunidad. Las investigaciones hasta ahora publicadas, comprueban que con la aplicación de más de cuatro dosis pierde efecto su ‘inmunidad’ (en términos de prevenir la muerte, no así el contagio). La aprobación completa de una vacuna conlleva un proceso de alrededor de 10 años. 
 Por otro lado, Quirós agregó que se cometieron dos grandes errores durante la pandemia. En primer lugar, para el ministro porteño, los periodos de aislamiento deberían haber sido más cortos. Sin embargo, aquellos países que adoptaron el aislamiento como método preventivo del Covid fueron los que menor cantidad de muertes registraron. En cambio, los de apertura total como Estados Unidos y Brasil, tuvieron mortalidades entre las más grandes del mundo.
 La política de ‘vuelta de página’ propuesta por los gobiernos de todo color, es un claro desmantelamiento de lo poco que se había construido para combatir el virus. La compra de vacunas, la inversión de dinero para investigaciones que puedan desarrollar una vacuna que no sea de carácter emergencial, la política de testeos, el mantenimientos de las unidades febriles, como del personal contratado en pandemia, son costos eliminados. Por otro lado, se han dado de baja todas las coberturas de enfermedad por coronavirus, desde la ART y obras sociales. La infección por Covid sigue siendo un motivo de aislamiento por un periodo de tiempo, para no infectar a los demás trabajadores. Este protocolo, que se sostenía tan solo un año atrás, ha sido eliminado. Pero el virus sigue siendo igual de contagioso, y más aún en la variante Omicron. 
 En Argentina, la pandemia no ha detenido ni por un momento la privatización del sistema de salud y el vaciamiento de personal en los hospitales públicos, todo lo cual, por el contrario, ha avanzado. Lo viven no sólo los propios trabajadores de la salud (escasos en relación a la demanda de pacientes) sino también los propios usuarios, que deben esperar meses para la obtención de turnos. Trabajadores del hospital Tornú se encuentran hoy juntando firmas, debido al recorte de puestos de trabajo. El día lunes la unidad Sanitaria Cortés suspendió sus actividades en reclamo de condiciones laborales y edilicias, hasta recibir respuesta favorable por parte de las autoridades. El hospital Piñero también se encuentra juntando firmas por el no cierre de las Unidades Febriles. 
 La vuelta de página que proponen los gobiernos no parece ser solo del Covid, sino de la inversión de presupuesto de salud, tanto en condiciones edilicias como, salariales.
 Es necesario oponer un programa ante este desmantelamiento : recuperar las unidades febriles, recursos para continuar con los testeos, incorporación de más trabajadores que puedan atender la demanda creciente de pacientes con un salario igual a la canasta familiar, por el mantenimiento y cobertura de protocolo cuando un trabajador se enferma por Covid. Un congreso obrero debería discutir un urgente plan de defensa de la salud de la población y de las reivindicaciones de sus trabajadores. 

 Florencia Suárez 
 10/06/2022

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