En 2019, Juan Guaidó se autoproclamó presidente venezolano, como parte de un plan para derrocar a Nicolás Maduro que incluyó un bloqueo económico yanqui contra el país caribeño, que se extiende hasta estos días. Es recordada una conferencia de prensa de entonces en la Casa Blanca, en que Bolton sostenía un papelito con la leyenda “5.000 tropas a Colombia”, lo que se interpretó como una amenaza de intervención armada sobre Venezuela, a través del país vecino.
Bolton fue asesor de Trump entre abril de 2018 y septiembre de 2019 y terminó fuertemente enfrentado con el mandatario tras ser apartado del cargo, en medio de discusiones internas sobre la política hacia Afganistán y Venezuela.
En la entrevista con la CNN, Bolton ponía en duda que el magnate tuviera la capacidad de organizar un golpe en Norteamérica, en referencia a la toma del Capitolio durante el fin de su gestión, planteando que aquel simplemente “estaba dando tumbos de una idea a otra”. El periodista, en cambio, le decía que “uno no tiene que ser brillante para dar un golpe”.
La arrogante declaración de Bolton, quien también supo apoyar la invasión de Irak y planteó el bombardeo de Irán, sigue a otra que tuvo menos repercusión. El exjefe de la Otan, el español Javier Solana, sostuvo en marzo que con la discusión de sumar a Ucrania y Georgia a la alianza atlántica, en 2008, “Rusia se quedó con la copla [la idea] de que Ucrania podía estar en la Otan y ahora estamos viviendo en cierto modo las consecuencias”.
El imperialismo es un promotor de guerras de saqueo, golpes de Estado y sojuzgamiento de pueblos.
Gustavo Montenegro
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