En las últimas horas, el Banco Central de Pesce se ha lanzado a una emisión desenfrenada, para evitar la caída de cotización de los títulos de deuda en pesos, como si esto le fuera a asegurar una financiación continua de los gastos públicos y los vencimientos de deuda. Vive en una nube, mientras prepara su propia carta de renuncia, antes de que lo despidan por twitter. El Banco Central, al reemplazar a los bonos de deuda en la tarea de financiar al Tesoro está liquidando un mercado entero que, según palabras de CFK, antes, y Guzmán, después, era el blasón de la soberanía monetaria. Con ello, abre las puertas de una hiperinflación. Se ha llegado a una situación en que una reestructuración de la deuda a mayores plazos implica la eyección del gobierno fernandino. Las deudas dejadas por la dictadura, por Alfonsín y por De la Rua fueron renegociadas por quienes ocuparon su lugar.
La situación financiera internacional tampoco ayuda. Las quiebras de los Tesoros amenazan a los países desarrollados, en medio de una guerra imperialista mundial.
El despido de Guzmán ha sido la expresión más clara de que el acuerdo con el FMI ha volado por los aires, bajo el peso de sus contradicciones insuperables y de las que le cargó la crisis internacional.
Marcelo Ramal
07/07/2022
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