El martes, los petroleros de Noruega se han sumado a esta perspectiva. Los obreros paralizaron las plataformas del Mar del Norte para exigir un aumento de salario que compense la escalada inflacionaria.
A pesar del número relativamente pequeño de trabajadores involucrados, su posición estratégica en la producción de petróleo y gas de Noruega había hecho caer la producción total de gas en un 25% y la de petróleo en un 15 %. Por sobre todo, tienen la capacidad de llegar a reducir las exportaciones de gas de Noruega en un 56%. Lo que genera una crisis en el abastecimiento de combustibles en Europa debido a que este país es el segundo mayor proveedor de energía de Europa después de Rusia, y ha aumentado aún más su demanda ante la situación del gasoducto ruso Nord Stream 1, que funciona a sólo el 40% de su capacidad por la guerra.
Los precios del gas han alcanzado su nivel más alto en cuatro meses. Subió un 5% hasta alcanzar los 172 euros, según los datos de Intercontinental Exchange. El incremento del precio de los combustibles ha encarecido aún más la campaña imperialista en Ucrania. Es por ello que el gobierno tuvo que prohibir la acción laboral y decretar que todos los asuntos pendientes con los trabajadores petroleros se someterán a una junta de salarios obligatorios, un organismo designado por el gobierno que tomará una decisión final sobre la disputa salarial. Naturalmente, los mandatarios tuvieron la complicidad del sindicato de trabajadores petroleros que se apresuró a aprobar la acción del gobierno y levantar la huelga.
Con esta maniobra, el gobierno noruego, salió al rescate de la Unión Europea y Gran Bretaña – principal comprador de petróleo y gas noruego. La administración del país nórdico fue clara en este sentido. El ministro de Trabajo, Marte Mjøs Persen, dijo: “Cuando el conflicto puede tener consecuencias sociales tan grandes para toda Europa, no tengo más remedio que intervenir en el conflicto”. Por su parte, el gobierno, en un comunicado oficial, declaraba que: “El Ministerio de Relaciones Exteriores enfatiza que la guerra ofensiva de Rusia contra Ucrania ha tenido un gran impacto en la seguridad del suministro en muchos países europeos” y que “Noruega debe hacer todo lo que esté a su alcance para reforzar la seguridad energética europea y la solidaridad europea contra la agresión rusa”.
La conclusión es indudable. La lucha de los trabajadores petroleros amenaza la guerra imperialista en Ucrania. Esta es la principal causa del ataque de un gobierno “que va a hacer todo lo que pueda” para defender los esfuerzos bélicos europeos. Por otro lado, como pudimos ver en Gran Bretaña, pero que es una tendencia en toda Europa y Estados Unidos, los trabajadores se organizan y empiezan a luchar contra las consecuencias que produce la Guerra en Ucrania. La Inflación mundial pone en llamas a todo el mundo.
Mauri Colón
10/07/2022
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