sábado, agosto 04, 2007

Fidel Castro : el continuo desafío al capitalismo.



La ex URSS se desbandó, China se transformó en un dragón capitalista, los países del sureste asiático, asumen los postulados de la revolución económica de los años 80, y Cuba continúa como contracorriente. En uno de sus últimos discursos el líder cubano aparece en toda su dimensión sin eufemismos y advierte: 'La revolución no la harán fracasar ellos. Si fracasa, será porque nosotros la hicimos fracasar'.
Samir Amin dice que el capitalismo está senil. Carlos Menem le decía a Fidel Castro en la cumbre iberoamericana de Guadalajara, que el socialismo era una idea antigua. El problema está en el diagnóstico. Cuando la disyunción se polariza, la contracción en el análisis abre paso a la opción. Con Cuba y su líder sucede eso, no hay zonas intermedias. Fidel Castro, después de V. I. Lenin, debe ser el personaje que más ha desafiado al capitalismo, y al imperialismo de las potencias occidentales.
Pronto se cumple un año desde que Fidel Castro comienza un despegue desde el territorio del poder que asumió el 1ro de enero de 1959 con la instalación de la revolución cubana, por problemas de salud. El 31 de julio de 2006 su secretario Carlos Valenciaga anunciaba que a partir de ese mismo día, el jefe de estado cubano delegaba el poder en el segundo secretario del Partido Comunista, su hermano Raúl Castro.
Esta delegación de poder que lleva un año, continúa en fase de transición. En ella se destaca todavía una intersección entre el poder efectivo de Fidel Castro que trasciende a través de su capacidad política -que muchos reducen a carisma y seducción-, y la asunción de poderes más administrativos que ejerce su hermano.
Con la delegación, Raúl Castro asume cuatro roles esenciales en la estructura del estado cubano. Convoca las funciones de primer secretario del Partido; las jefaturas del consejo de estado, del consejo de ministros, y de las fuerzas armadas. Raúl Castro ya era el Primer Vicepresidente del Consejo de Ministros, del consejo de estado y el ministro de defensa, así como segundo secretario del Partido. Todo este ensamblaje de poderes que puede aparecer nominal, en un sistema político donde la jerarquía y el control es fundamental para una nación acosada y en pie de guerra durante casi medio siglo, estas definiciones cobran sentido vital y constituyen un eje de la política.
También está la otra pregunta: qué sucede con el resto de la estructura de poder, y la participación, o el sentimiento de la población. En países como Chile, en donde participación y comprensión política están ensamblados en un espejismo manejado económica y mediáticamente, la 'figura del poder político' en Cuba aparece tildada de dictadura, y en el mejor de los casos de gobierno autoritario. Y allí está la trampa. La situación de Cuba con el persistente acoso a que ha estado sometida por casi medio siglo, es la mejor excusa para no ver las graves deficiencias de la democracia liberal.
Gonzalo Donoso, un médico chileno ex funcionario de la ONU con extensas estadías en Irán, India, Angola, Sudán, acaba de regresar de Cuba y entrega una visión marcadamente diferente. Destaca el respeto y afecto que tiene la población en general por Fidel Castro, y no percibió el culto a la personalidad propagado.

El Bloqueo económico de 46 años: la pesadilla de la ambigüedad

En Occidente, la búsqueda de relación entre el sistema cubano y las privaciones materiales en la población cubana ha sido una pesadilla.
El candor contra Cuba y su líder bordea el paroxismo, al cual se acoplan estandartes del anticomunismo en una generación de escritores latinoamericanos con ambiciones políticas. El chileno Jorge Edwards cree que el bloqueo no es la causa principal de los problemas en Cuba, y de que Europa occidental tiene una actitud permisiva con Cuba, al no admitir que es una dictadura estalinista. Piensa que durante Pinochet había más espacio político. (La Nación de Buenos Aires; marzo 2003). El peruano Mario Vargas Llosa en Madrid el 19 de octubre de 2005 señala que 'encontraba inconcebible que España ampare una dictadura siniestra como la de Cuba'; al firmar España la declaración en la XV cumbre iberoamericana pidiendo el fin del bloqueo a Cuba.
No obstante, el índice de Desarrollo Humano del PNUD (2005) coloca a Cuba en el lugar 52 entre 177 países por sobre México y Panamá, por debajo de Chile y Argentina. Claramente Cuba no está en los dos tercios más inferiores, y a pesar del bloqueo algo habrá en el sistema. El Dr. Donoso que residió en la vivienda de un cubano medio señala: 'La gente asocia los problemas económicos al bloqueo y existe claridad de que produjo un problema estructural en más de 40 años. No es sensato negar esta realidad'.

Pronósticos

Lo qué va a pasar con Cuba sin Fidel Castro también ocupa la zona de lo paroxístico, por la diversidad de escenarios, y la intensidad de la carga ideológica y emocional.
En los detractores resalta la capacidad de destrucción en la disputa por el poder de las élites formadas en Cuba, y se minimiza la capacidad de la población cubana para formar un cuerpo político protagónico. Se le atribuye al cubano una capacidad de resiliencia, pero no se le asigna ningún atributo político. Los admiradores destacan este último punto: en Cuba se generó una ideología que es lo que le da un pie al sistema.
También existe lo anecdótico en la figura acuñada por el analista argentino Raúl Cardoso 'del reloj que se detuvo', a propósito del vaticinio de A. Oppenheimer, anunciando la caída inminente del líder cubano, ('La Hora Final de Castro'; 1993). Están los escenarios de Apocalipsis muy a la mexicana del escritor Carlos Fuentes: 'Temo un caos en Cuba por la sucesión de Fidel', y… 'la falta de un plan de recambio traerá una situación sangrienta' (Clarín de Buenos Aires 25 de marzo 2005).
Debido a la creencia de que el sistema cubano descansa en su líder, la campaña de desestabilización se ha concentrado en desprestigiarlo. La revista Forbes de mayo 2006 señala que la fortuna personal de Fidel es de US $ 900 millones. Tanto el gobierno cubano, como análisis más independientes, desmienten esta información. El Dr. Donoso, en su periplo cubano no recogió información confiable al respecto y al mismo tiempo hace una crítica a la posición de la comunidad europea al aumentar el bloqueo en esta última fase. Desde 1995 la economía cubana inicia una recuperación con mayor apertura y promoviendo la inversión extranjera, no obstante, el empuje de una década comienza a declinar en los últimos años por el bloqueo intensificado. Este cambio se asocia a la creciente influencia del Gobierno de George W. Bush en Europa Occidental.

Posibles escenarios y puntos de vista

Según Bruce Bueno de Mesquita, ('Political Instability as a Source of Growth (2000), una sociedad después de un periodo largo de autoritarismo, no regresa con facilidad a la democracia plena sin una dosis de autoritarismo. El caso de Chile lo demuestra, en donde la estabilidad -aparente- se fortalece con las claves de autoritarismo que son más que un remanente, sino que atributos esenciales de la estabilidad política. En el caso cubano al ser una sociedad con propensión a la igualdad social, la aplicación de la democracia occidental puede encontrar un test paradigmático en esta etapa de su modernidad.
Para Donoso, Fidel es una imagen paternal, y piensa que sin él no habrá cambios sustanciales. 'Las elecciones generales de que se habla, es un plan que no tiene fecha clara, pero de pronto puede haber sorpresas' agrega.
El analista Francisco Wong- Díaz en un trabajo para el Pentágono de 2006, postula a que Fidel Castro es garante de la transición, porque representa estabilidad en el sistema de autoridad y control. Por otra parte Bill Ratcliff y Roger Fontaine (Wong- Díaz) plantean que sin el bloqueo, Fidel Castro no tendrá la excusa para justificar el fracaso del sistema.
F. Wong- Díaz señala cinco posibles escenarios. Todos centrados en el gradual deterioro de salud de los dos hermanos, donde se revela la ausencia de un sistema político y de paso un problema en su análisis. Es decir, si están vivos los dos hermanos con facultades mentales para dirigir, el sistema continúa, sin ellos el sistema colapsa.
En otras palabras no hay sistema, ni generación de recambio. Lo que existiría es una lucha entre elites del poder separadas aparentemente por su proclividad a Fidel o a Raúl. Sin la presencia de los dos hermanos, Cuba estaría al borde de la desintegración según Wong-Díaz y lo más probable es que el legado político se convierta en un regreso al tradicional estilo latinoamericano de la política del control militar, o de poderes civiles débiles a merced del poder militar.
La otra vertiente, que retrata la capacidad de la población en asumir una ideología, y una comprensión política diferente, se diluye en la batalla propagandística. Debido a la incapacidad en los estados liberales protagónicos de reconocer el descalabro propio en la justicia social y el elevado autoritarismo de sus sistemas políticos, el análisis que proyectan de la realidad cubana es incompleto, e ideológico, provocando una grave distorsión en lo que promueven como transición para Cuba.

Fuente: argenpress.info

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