Decía Hegel que lo que es racional se convierte en irracional, existen causas que aparecen durante mucho tiempo ocultas que de repente salen a la superficie. El sistema capitalista hace mucho dejó de ser progresista y necesario, se nos presenta como un obstáculo para el desarrollo y la propia supervivencia del ser humano, en el momento actual nos recuerda a una alcantarilla llena que en vez de absorber el agua empieza a sacar todos los desechos a la superficie.
Se han acumulado una gran cantidad de contradicciones que están llegando al punto de inflexión que se refleja en la crisis alimenticia, con los precios del petróleo por las nubes, el dólar a la baja, precarias condiciones de vida de las masas en los países económicamente atrasados, ataques a la clase trabajadora a nivel mundial, la antesala de la recesión en EEUU y la respuesta contundente que está dando la clase obrera en un país tras otro.
"La Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO, en sus siglas en inglés) informó que los costes de los alimentos, a nivel mundial, habían subido casi un 40% en 2007, mientras los granos subieron un 42% y los productos lácteos casi un 80%. El Banco Mundial declara que los precios de los alimentos han subido un 83% desde 2005. Esto ha hecho que 37 países hayan tenido que hacer frente a crisis alimentarías a partir de diciembre y que, en respuesta a la situación, 20 impusieran controles sobre los precios" (suplemento Perspectivas de Colatino 30/abril/2009).
El pasado 1º de mayo la clase obrera salvadoreña dio una importante demostración de fuerza en una marcha multitudinaria. El cálculo más conservador fue de 100 mil asistentes, aunque hay quien habla de 125 mil o incluso más. La consigna fue combatir el alto costo de la vida. El petróleo está por las nubes, en el año ya se han realizado cerca de 15 aumentos al combustible. Las negociaciones entre los transportistas y el gobierno se han empantanado, Saca y la burguesía no quieren dar concesiones a ningún sector que pueda animar al resto de los trabajadores y sectores oprimidos y afectados por la crisis, pero no quieren aumentar el pasaje en un momento en que las masas están hartas de tanto incremento. Al final, muy seguramente, se verán obligados a incrementar el precio del transporte público.
Los panaderos son el ejemplo más significativo del hartazgo de las masas, un sector disperso que no se movilizaba de esta forma desde la histórica huelga de panaderos en 1968. Ya realizaron dos paros y movilizaciones. Incluso los dueños de las gasolineras, que no ganan poco, se quejaron de que las grandes trasnacionales como Shell, ESSO o Texaco les imponían los precios y se quedaban con la mayoría del beneficio ante lo cual también amenazaron con un paro.
¿A qué se debe la crisis alimenticia?
Fidel Castro desde la primera de sus ya famosas reflexiones predijo la actual crisis alimenticia, denunció la decisión del gobierno de Bush para convertir el combustible en alimentos a través de la tecnología del etanol. Así lo explica la siguiente nota de la Economist Intelligence Unit: "En 2000, alrededor de 15 millones de toneladas de maíz estadounidense se transformaron en etanol; este año, la cantidad probablemente será de alrededor de 85 millones de toneladas. Estados Unidos es, con facilidad, el mayor exportador de maíz del mundo, y en la actualidad utiliza más de su cosecha del grano para etanol que para venderla al exterior".
Pero la producción de etanol solo es una de las causas de la crisis alimenticia pero no la única, el problema es más complejo. Países como China o la India, que han experimentado altos crecimientos económicos vemos un incremento en el consumo de alimentos, en específico la carne. Según la Economist Intelligence Unit un Chino en 1985 consumía en promedio 20 kilogramos de carne ahora consume 50 kilogramos. Los agricultores utilizan entre 200 a 250 millones de toneladas más de grano para alimentar el ganado que hace 20 años, esto encarece la carne y ayuda a la escasez de grano (La Jornada 18/diciembre/2007). Por ejemplo, EEUU, principal productor de maíz del mundo, en 2006 tuvo una producción de 330 millones de toneladas, 155 de las cuales fueron usadas para la engorda de aves y ganado, 55 millones de toneladas fueron destinadas a la exportación y 50 millones para la producción de etanol. Dado el boom de producción de etanol tierras que antes se utilizaban para la producción de otros granos, ahora se usan para sembrar maíz y producir etanol para alimentar maquinas aunque esto implique que millones de seres humanos padezcan hambre.
El alto precio del combustible genera un efecto inflacionario, los costes de producción y distribución se elevan. Las malas cosechas son profundizadas por las alteraciones al medio ambiente por el sobrecalentamiento global provocado por la anarquía capitalista incapaz de invertir lo suficiente en fuentes de energía no contaminantes, siendo solo el beneficio inmediato lo que los mueve. En esencia vemos que la causa principal de la escasez de alimentos es la anarquía capitalista.
¿Factores internacionales?
El pasado 28 de abril el presidente Antonio Saca dijo en un mensaje a la nación: "Todos sabemos que el mundo atraviesa momentos muy difíciles por la coincidencia de factores negativos fuera del control de países como el nuestro. Los altos precios del petróleo y de los granos básicos, la recesión económica en EEUU y las inestabilidades financieras y crediticias en varios países están provocando que el mundo entero se enfrente a una especie de tormenta económica muy devastadora. Desde que asumimos la presidencia en el año 2004 hemos sido testigos de dramáticos y constantes aumentos en bienes que no producimos pero que necesitamos: el petróleo, los granos básicos han sufrido incrementos exorbitantes en los mercados internacionales. Al grado de que el Banco Mundial a alertado de que hay 33 países en el mundo en grave peligro de hambruna".
Con esto la burguesía quiere evadir su responsabilidad al culpar a la economía internacional. Incluso dice que en estos últimos 19 años se ha actuado responsablemente y con visión de futuro. Si no fuera tan dramático lo que ha ocurrido durante los gobiernos de ARENA esta frase nos daría risa. Desmantelaron el campo, redujeron considerablemente el poder adquisitivo de las masas flexibilizando las condiciones laborales, se ataron a la economía y políticas imperialistas de manera sumisa. Si llevar al país al borde de un barranco es actuar responsablemente no queremos saber qué es irresponsabilidad.
Analicémoslo un poco. Existen grandes territorios ricos y cultivables en nuestro continente, países como Argentina podrían producir carne para toda América, se debería cuidar el medio ambiente y buscar energéticos no contaminantes y contrarrestar el sobrecalentamiento global, se tendría que aprovechar los grandes avances tecnológicos para industrializar el campo y elevar su productividad. Hace apenas unos meses el hombre más rico del planeta era un Latinoamericano, Carlos Slim, con una fortuna que nunca se podrá gastar. No es esta o aquella causa, no son poderes divinos los que están interviniendo, es la clara expresión de la asquerosa economía de libre mercado con toda su irracionalidad, anarquía e incapacidad de poner a disposición del conjunto de la humanidad las grandes riquezas naturales y técnicas con las cuales fácilmente se podrían aliviar el hambre, el problema de la vivienda, del empleo, de la salud, de la educación, de la recreación, de la contaminación, etc.
Las causas externas e internas de la crisis alimenticia son dos caras de la misma moneda. La burguesía salvadoreña es particularmente reaccionaria, no ocultan con algún lenguaje académico o intelectual sus intenciones, como ocurre en algunos otros países, ellos defienden abiertamente y claramente el sistema capitalista, son enemigos de los subsidios a las masas (aunque no así a los empresarios) y de los controles a los precios, aunque suelen romper de vez en vez sus propias reglas en estos sentidos, pero lo que manda y determina en la economía salvadoreña es el libre mercado, que lleva en su naturaleza la especulación. El gobierno arenero se niega a poner topes a los precios, de repente impone una multa a alguna empresa para que no excedan de más en sus prácticas especulativas, pero siempre está en defensa de los intereses de los más grandes capitalistas. Lo que se requiere es abrir las cuentas de las empresas y darnos cuenta de las ganancias que en realidad están obteniendo, formar comités obreros en cada centro de trabajo y luchar por el control obrero de la producción, evitando la especulación y asegurando que lleguen los productos básicos a los barrios obreros.
Ninguna solución por parte de ARENA y la burguesía
"Por fortuna" según el presidente Antonio Saca, no estamos en una situación tan crítica, incluso dice que El Salvador es un país de renta media. ¿A qué se refiere? La situación en Haití nos lo puede ejemplificar. "La crisis haitiana es tan extrema que ha forzado a la gente a comer (no alimentos) galletas de barro (llamadas ‘pica') para aliviar el hambre. Es un desesperado remedio haitiano hecho de barro seco amarillo que proviene de la meseta central del país para aquellos que pueden permitírselo. No es gratis. En los atestados suburbios de Ciudad del Sol, la gente usa una mezcla de barro, sal y grasa vegetal como comida normal, y eso es todo lo que se pueden permitir. Un periodista de AP en Puerto Príncipe lo probó. Dijo que ‘tenía una consistencia suave, pero la mezcla se deshacía fuera de la boca tan pronto se tocaba con la lengua. Después, y durante horas, persistía un desagradable sabor a tierra'. Mucho peor es cómo afecta a la salud humana. Una dieta de galletas de barro causa desnutrición severa, dolor intestinal y otros efectos dañinos por toxinas potencialmente mortales y parásitos" (suplemento Perspectivas de Colatino 30/abril/2009).
Debemos sentirnos afortunados de que las familias obreras salvadoreñas aun podamos comer pupusas -aunque ya menos que antes- en vez de galletas de barro. Es como aquel enfermo de cáncer que aun no está en su etapa terminal y ve a otros enfermos peores y dice que la cosa no está tan mal. Un fuerte cáncer con pronta y buena atención apoyándose en los avances de la medicina y la disposición del enfermo se puede aliviar pero también puede ocurrir que termine en la muerte. El Salvador es como un enfermo de cáncer, el cáncer es el sistema capitalista y nos tenemos que aliviar de él, de lo contrario nuestro país ira rumbo a la barbarie. Una economía planificada pondría los alimentos y demás recursos a disposición del conjunto de los trabajadores, se tendría que basar en la administración democrática de la producción y el Estado, por parte de la clase obrera. Para poder planificar la economía se debe expropiar a los grandes capitalistas y terratenientes. Estas son las medicinas para curarnos del cáncer capitalista.
Los reformistas se aterrarán ante tales propuestas, nosotros preguntamos ¿Es que acaso la burguesía tiene alguna compasión con la clase obrera y demás pobres urbanos y rurales? ¿Están proponiendo acaso reducir sus ganancias para permitir un aumento salarial que permita adquirir cuando menos la canasta básica ampliada? ¿Plantean dar por lo menos más subsidios a los pobres? De ninguna manera. En su mensaje presidencial Saca señaló: "A quienes nos piden que eliminemos los subsidios yo les quiero decir con absoluta claridad que nuestra brújula moral nos obliga a tenderle una mano a los salvadoreños más vulnerables, de ninguna manera vamos a empujarlos al precipicio de la extrema pobreza. Vamos a mantener los subsidios responsables para las familias más pobres de El Salvador".
La burguesía sabe que está parado sobre dinamita e intenta evitar un estallido social como ya ha ocurrido en varios países recientemente. Los subsidios, como propuso la organización empresarial FUSADES, no se generalizarán sino solo se orientaran a evitar que las masas mas pobres lleguen a casos de hambruna, tratando de evitar contrarrestar los grandes efectos sociales como la gran desnutrición que habrá por esta crisis alimenticia. La única medida concreta que hizo Antonio Saca fue extender el programa de alimentación escolar incluyendo a más estudiantes y prolongándolo hasta noveno grado. Con estos programas ARENA busca además mantener una base social para usarla electoralmente en el 2009.
Además de mantener los pocos e insuficientes programas sociales del gobierno ¿Qué más propusieron? Dar semilla mejorada, es decir transgénicas, a los campesinos. Nuevamente la burguesía pensando a corto plazo da una solución que en algunos años se convertirá en un gran problema. Se sabe que los alimentos transgénicos a la larga fortalecen las plagas haciéndolas mas poderosas e inmunes a los químicos, la tierra pierde su fertilidad y en algunos casos la vuelven incultivable en pocos años. Los transgénicos, o semillas mejoradas como hipócritamente le llama la burguesía, afectan la salud de las personas y podrían llevarnos a morir de forma prematura.
Saca además propuso una comisión que le puede dar consejos, una comisión no es una solución en si misma. Es decir que en esencia propuso más problemas a futuro y ninguna solución de fondo. Con estos programas veremos que familias que antes eran consideradas pobres ahora pasen a la extrema pobreza y los que supuestamente no eran pobres ahora oficialmente sean pobres -al menos que cambien los parámetros para maquillar las cifras-. Otra medida que es poco probable que se cumpla es que habrá austeridad en el gobierno. La burguesía ante nuestro problema de cáncer nos ha propuesto que nos tomemos una aspirina.
¿Cuál es la solución?
Párese sorprendente pero las familias obreras vivimos una crisis aunque aun la economía de los EEUU y del país siguen creciendo. La recesión en los EEUU aun no inicia pero su desaceleración, la crisis alimenticia y los altos precios del petróleo ya son factores que convierten los niveles de vida en algo cada vez mas insoportable. Saca reconoció por lo menos que habrá consecuencias con la actual situación, también reconoció que todos los salvadoreños que han conformado una capa media sentirán los efectos, efectivamente, aquellos sectores de la pequeña burguesía que tenían niveles de vida por encima del promedio de las masas se acercarán a los niveles de vida del proletariado siendo la pequeña burguesía un aliado natural de la clase obrera que ira restando el apoyo a ARENA. La solución que plantea Saca es que consumamos menos, ya que el Estado es incapaz de tener un presupuesto responsable, recomienda que las familias sí lo tengan, reduciendo sus gastos. Para ellos seria mejor que nos quitáramos ese mal habito de comer.
El presidente dijo: "Al país entero quiero decirles que todas las decisiones que tomemos irán en línea con nuestro sistema de libertades. A la hora de los problemas no podemos dar espacio a la mediocridad ni tampoco destruir lo que nos ha costado 20 años ordenar". En esencia quiere decir que no afectará los intereses de los capitalistas y no dará ninguna concesión seria a los trabajadores. "Este es mi llamado esta noche a que enfrentemos los problemas con prudencia, con ingenio, con coraje, con un espíritu de unidad nacional aportando todos y participando todos. No dejemos que se debilite nuestra confianza en nosotros mismos ni dejemos que nos abrume el pesimismo. Levantemos la frente y vamos para adelante, vamos con fuerza. Usemos esa entereza, esa fuerza moral, esa convicción muy salvadoreña arraigada en nuestros valores, en la familia y en la enorme capacidad de trabajo".
Eso último es lo que le interesa a la burguesía que sigamos trabajando como animales a cambio de unos cuantos centavos que se esfuman rápidamente. Cuando nos hablan de unidad nacional significa que la clase obrera siga trabajando de mañana a noche viendo reducidos sus ingresos, sacrificándose para que la burguesía no eche abajo su estabilidad y sus beneficios. ¿Cual es la solución de la burguesía? Simple y sencillamente cargar sobre la espalda de los trabajadores la crisis que ellos generaron.
Sólo en Asia, el Banco Asiático de Desarrollo, prevé que los precios de los alimentos pueden causar hambruna y malnutrición a mil millones de personas. No podemos esperar a encontrarnos en una situación como la de Haití para hacer algo. Los trabajadores en Honduras realizaron ya un Paro Cívico Nacional teniendo como un eje básico el combate a los altos precios. Alguien tiene que poner orden a este caos y esa tiene que ser la clase trabajadora. El FMLN correctamente se ha negado a participar en la comisión formada por Saca después de su mensaje a la nación; ha denunciado correctamente que es una farsa su plan, pero esto no es suficiente debe hacer llamados claros a la movilización de los trabajadores, a platear la formación de comités de trabajadores para llevar a cabo el control obrero de la producción, transparentando las cuentas de las empresas e instituciones estatales y llamar a una huelga general para obligar a la burguesía a incrementar los salarios para que el trabajador que menos gane pueda mínimamente comprar la canasta básica ampliada.
Mauricio Funes y el FMLN tienen la oportunidad de gobernar el país y se enfrentarán a una crítica situación. No será suficiente que el FMLN llegue al gobierno, la burguesía intentará atarle de manos y que sus reformas no vallan muy lejos, por eso la clase obrera debe organizarse y presionar a nuestros dirigentes para que asuman una posición auténticamente de clase y un programa que pueda dar solución a nuestros problemas. Este programa no pueden ser simples reformas, no hay margen para reformas, necesitamos un gobierno del FMLN que aplique un programa socialista. El capitalismo es un freno para el desarrollo en El Salvador y a nivel mundial, ante la anarquía y la crisis global capitalista se requiere una revolución socialista global. Solo las ideas y métodos del auténtico marxismo pueden brindar una salida a la actual crisis, únete a la tendencia marxista agrupada en el Bloque Popular Juvenil.
Ricardo Ayala
San Salvador, 7 de mayo de 2007
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