Hay valentías profundas que se alojan un tiempo en el fondo del alma del pueblo. Pequeñas valentías que se vuelven gigantes cuando las penas se acumulan y son muchas. Valentías populares que de muy adentro cuando el espíritu cansado ya no resiste y cuando el cuerpo destruido por el hambre no se agota.
Acá, en Paraguay, hay valentías populares que levantan y sostienen soberanías propias y ajenas. Siempre generoso gesto popular desde hace mucho tiempo, para nuestra historia política de los tiempos del capitalismo, desde 1879. Aquella vez, valentías populares que lograron que burguesías y oligarquías escribieran para el prologo de la práctica política de la lucha de clases Libertad, Igualdad y Fraternidad. Una trilogía de sueños de pueblos de obreros y campesinos que las elites que se apropiaron del aparato de la gestión del poder lograron convertir en pesadillas de explotación, exclusión y marginalidad. Dura historia de las valentías populares.
Mercados y corporaciones escribieron la historia real del manejo del poder nacional y mundial. El imperialismo hizo su parte en sepultar valentías políticas populares contado siglo a siglo.
Las valentías populares en las elecciones recientes
La victoria electoral de Fernando Lugo se sostiene en valentías populares. El día 20 de abril del 2008 el ex obispo del Departamento de San Pedro –la zona geográfica más empobrecida del paraguay- se convirtió en el vencedor de las elecciones más esperadas de la historia política del Paraguay. Ganó al partido-estado que mal gobernó este país por más de 60 años. Fernando Lugo ganó por más de 180 mil valentías populares (votos) de diferencia, salidos del Paraguay profundo, del país de adentro, de la patria rural, de la nación popular [1]. Lugo ganó con el Paraguay de los de abajo. Allí abajo esta la fortaleza de Fernando Lugo. Fortaleza que además de la victoria de Lugo sostienen sus angustias, ansías, deseos y sueños, todo esto postergado por la historia de los de arriba.
Sin esas valentías populares era imposible ganar a la mafiocracia, que tienen en control de los aspectos más escondidos del poder del aparato del estado paraguayo. El pueblo le ganó a la mafia del narcotráfico, le gano a la pillería de la falsificación de cualquier marca famosa, le ganó al aparato del estado-partido, le ganó al poder del capital financiero y agro exportador, quienes "aprobaron" las valentías populares de los votos. Lugo ganó a las herencias del gerenciamiento del aparato del estado y del poder que fue usado por el Partido Colorado, partido que cae del gobierno, en forma dictatorial (recuérdese la sangrienta dictadura de Alfredo Sstroessner por más de 34 años, y del gerenciamieto de las buenas maneras –el periodo político desde 1989, año del golpe de estado contra la dictadura- y que se gobernó con buenos modales, los modales de la tiranía del mercado. La férrea vigilancia del funcionamiento del sistema dentro de la lógica política liberal que hará el Partido Liberal Radical Autentico (principal socia en la alianza política de Fernando Lugo) es la garantía. Por lo menos ese es el plan de las elites nacionales y de vecinos países desde donde se forjan también conspiraciones contra las valentías populares. Los ejemplos de Bolivia, Venezuela, Ecuador están en la retina y las acciones de los que detentan el poder en esta nación. Nada de malos ejemplos que seguir. Lo máximo es permitir que las valentías populares se traduzcan en algo parecido al manejo del poder por Tabaré Vázquez, en Uruguay, un progresismo sin injerencias de las valentías populares. Bueno así quieren por acá.
La construcción de las valentías populares en el Paraguay reciente
En realidad las valentías populares paraguayas no son nuevas y no son solamente valentías de urnas, de sufragios u otros menesteres administrativos de la democracia formal. La mayor valentía popular paraguaya se dio entre 1865 y 1870, cuando la guerra grande, la guerra e la triple alianza entre Brasil, Argentina y Uruguay se propusieron borrar del mapa al pequeño Paraguay a pedido del imperialismo británico, el imperio capitalista que mandaba en esa época. La razón era simple: el paraguay se negaba a subir el los estilos e globalización capitalista de esos tiempos, en realidad el Paraguay, estaba construyendo un capitalismo "independiente" por ejemplo era el único país en América Latina sin deuda externa. El capitalismo paraguayo se construiría con esfuerzos del capital nacional y por supuesto con valentías populares en las fábricas. Las valentías populares son también la que se construyen en las fábricas. Bueno eso no quería el imperio Inglés y arrasó el paraguay mandando al Brasil al frente (Brasil siempre Brasil recruza en las vidas de los paraguayos y e otros países "hermanos"), que cuando se inicia la guerra, este país tenía casi un millón de habitantes (1.865), cuando termina (1.870) quedó con menos de 200 mil. Esas fueron las primeras valentías populares que se encargó de levantar a la patria. Paréntesis grande para llegar hasta la construcción de las valentías más recientes.
Las valentías populares de hoy, de esta coyuntura política, se construyó un tanto de prisa. Fernando Lugo tuvo el carisma y la habilidad suficiente para mostrar al pueblo que se pueden hacer cambios desde abajo y con los de abajo. Lugo tejió una estrategia simple y eficaz para lograr este objetivo. Hizo más de 200 Aty Guasú [2] con los sectores populares –campesinos, obreros, marginados, desempleado, y otras poblaciones sobrantes del sistema. Aty Guasú con gente no demasiado pobre, pero pasando mal, pequeños productores campesinos al borde de la quiebra y otros que nunca tuvieron una chacra. En estos encuentros Lugo escucho y tomo nota de las necesidades urgentes de esa población. Grande debió ser la agenda o cuaderno de anotaciones del hoy electo presidente. Los Aty Guasú fueron los "criterios de campaña" elegidos. Nada más veras que la información que se puede recoger de primara mano y sobre todo tomadas por el propio candidato. Muchos sufrimientos anotó Fernando Lugo en su agenda, y muchas promesas dejo. Promesas contagiantes para cargar valentías populares, para preparar el cambio y sobre todo la credibilidad era alta. El carisma de Lugo llegaba a las profundidades de la confianza popular, confianza que abrazó a la gente en general.
Confianza que tenía que ver con que hacer con el desempleo, la reforma agraria, la carencia de salud, la atrasada educación, la falta de seguridad social. La ausencia de casi todo. La ausencia grande del Estado. Todas carencias heredadas con propuestas de ser solucionadas.
Esas maneras de construir valentías populares fueron totalmente correctas. Los resultados saltan a la vista. Lugo ganó las elecciones con todo lo que ya se dijo al respecto. Ahora solo queda que estando arriba, la misma valentía popular se inserte en el manejo del poder político. Es la otra cara de la alianza de Lugo con sectores retardatarios del liberalismo paraguayo. Estas valentías que se construyeron con el pueblo deber ser traducidas en participación decidida en el diseño del país que se necesita. Esos Aty Guasú se debe instalar en las cimas del manejo del poder del aparato del estado. Esto será desde valentías del manejo del poder del aparato del Estado, de compartir el poder con las elites.
Fernando Lugo tendrá que consolidar el equilibrio de fuerzas en manejo de las alianzas. Hoy se conocen resultados parciales de la composición de fuerzas en el Senado, por ejemplo y dan al PLRA la misma cantidad de tribunos que el partido colorado, el partido que perdió las elecciones. El 40%, aproximadamente, de los senadores sobre un total de 45, será de los liberales. Un solo senador pertenece a un grupo (sin ninguna base popular organizada) de los progresistas de la alianza de Lugo. Tremenda diferencia en la legislación de las valentías populares. La creatividad de Lugo está a prueba en hacer que esta diferencia tenga algo que ver con los que el mismo Lugo dijo en su breve discurso en los festejos del triunfo: los pequeños también podemos ganar. Vaya desafío puesto en escena y verbalizado ante la muchedumbre. La cantidad de legisladores que representan a las elites dominantes de siempre, intentarán frenar cualquier exceso de valentía popular. Acá recordamos, con las diferencias del caso, de a donde fueron a parar las valentías populares después de 1.789, en donde se proclamaron los derechos universales del ser humano, los derechos humanos
La agenda de la alianza y las valentías populares
La agenda política de Lugo es exageradamente compleja y complicada. En lo interno, armar una ecuación política en donde la x a despejar sea la valentía popular va ser difícil. En esa x caben demasiado reclamos de los sectores populares: salarios que alcancen los costos de una canasta familiar, la creación de empleos, el fomento de la sindicalización, la seguridad social, la reforma agraria, el cambio de la matriz de producción agrícola que limite los excesos de la producción la soja, sobre todo de la transgénica. En resumen, modificar el modelo de factoría primario exportador, en otro modelo más manufacturero, más para el crecimiento del mercado interno. Será difícil. Quizás el tema más importante de la agenda interna este en el centro de la alianza de Lugo, sujetar a ese monstruo grande del liberalismo conservador y articular creatividades capaces de juntar a los grupos progresistas de esta misma alianza en la tarea de organización en las bases que sea capaz de sostener las valentías populares que se construyeron a las prisas.
Esto pasa también por construir la otra economía nacional. La economía cuando se tenga que hacer la reforma agraria y las organizaciones de producción de base solidaria y popular. Economía de carácter asociativa comunitaria –rural y urbana- en donde se construyan con las valentías populares nuevas relaciones de producción y nuevas relaciones sociales de producción, en donde se genera génesis de un poder político que puede ser la estructura de las sueños populares. La solución de los problemas de la desocupación (en el Paraguay, entre desocupación abierta, sub. ocupación, u ocupación disfrazada, llegan a más de 40%) no pasa por tratar de insertar a los pobres en la ocupación tradicional de la pequeñas o medianas empresas en los mercados convencionales. No hay posibilidades de que las valentías populares compitan en la racionalidad del mercado liberal capitalista, y menos aun de sostener luchas políticas de clase. Depende que los Aty Guasú se instale en los en un primer instante en los bordes del poder para organizar esas otras formas de organización de la producción que pueda romper el circulo de la pobreza en el país (42% de la población paraguaya vive por debajo de la línea de pobreza). La práctica política de la alianza no solamente debe lograr rescatar el aparato del poder político de la mafia e instalar una democracia liberal, sino que debe ser capaz de generar espacios de participación de los sectores populares que se puedan convertir en el poder de construir sus propias vidas.
Esta agenda de las valentías populares que hizo posible la victoria de Lugo interna limita peligrosamente con la otra agenda, la agenda externa, que es igual o más compleja y complicada que la interna. Y solo referiré a la agenda Brasil. Los resultados de las valentías populares paraguayas incomodan bastante a los privilegios que tiene las elites brasileñas en sus relaciones con el Paraguay. La Inteligencia brasileña (intelectuales de las elites) muy cercanos a los intereses geopolíticos de Itamaraty -poder externo de la burguesías y oligarquías (agro exportadoras y financieras) bandeirantes- establecen que los máximo que se puede anotar en esa agenda externa de Paraguay es la de ser una extensión de los negocios sojeros de los Estados de Matto Grosso Sul y Paraná, con la premisa de que las tierras necesarias para las sojas brasileñas están en Paraguay, que de hecho ya las usan discrecionalmente. Ahora agregan los intereses de etanol, hay ofrecimiento de transferencia de tecnología para lograr índices de productividad cercanos a los brasileños. En Brasil se produce un promedio de 100 toneladas por has. Y en Paraguay no más de 40. Es necesario transferir niveles de expoliación a estas tierras. Además son creadoras de fuente de trabajo para las valentías populares, que de apoco –según criterio del Planalto- deberán ir ocupando el lugar de siempre, peones de las factorías de propiedad del sub. Imperio brasileño. Queda pendiente quizás el tema más "caliente" de la agenda externa y con el Brasil solamente como ejemplo. El tema energético. El tratado de Itaipú que el presidente electo Fernando Lugo pone en carpeta como eje central de su plan de gobierno. La soberanía energética. El tratado de Itaipú que data de la década de los 70 es agresivo para los intereses paraguayos, ya que el mismo exige que la contraparte que no usare toda la energía generada y que le corresponde se vea obligada a "ceder" no a vender ese excedente. Por la cesión de la energía está prevista una compensación, no un precio, ya la compensación se ha fijado en valores de 1973 (año de la firma del tratado). Con los cual se perjudica al Paraguay. La cesión es siete veces menor al valor o precio que Brasil vende la misma energía a las multinacionales de la distribución de la energía en territorios brasileño. Cualquier ajuste de precios que pida el Paraguay afecta los intereses de estas corporaciones, que presionan para que el tratado no sea revisado. Es dura la tarea de tener de vecinos y socio a un país que hace valer la fuerza que significa tener un PIB 100 veces más grande que el PIB paraguayo. Este es tremenda ventaja para el brasil. La pregunta es: que pasa con las valentías populares cuando el poder se desplaza hacia fuera y no hay unión con las valentías populares brasileñas. Que andan medio de cómplices con la agenda neoliberal de Luís Inacio Lula da Silva.
Las tareas de mantener el liderazgo de esas masas populares
Los que resta por hacer a los que se ocupen de manejar los hilos del poder local –el paraguayo- no es de poca monta. Si por las valentías populares vamos a entender los intereses de clase de obreros y campesinos, nos encontramos con dificultades para que las mismas se posicionen en el centro del poder o en su periferia siquiera. Las fuerzas de la alianza no están para ese lado. La tarea de Lugo es importante, en la medida que en torno a su liderazgo se ha podido no solamente hacer una alianza política histórica en las prácticas electorales paraguayas, sino que se ha podido tumbar un aparato partidario electoral casi perfecto en el manejo de los intereses oligárquicos internos y externos. La decencia del ex obispo no se pone en tela de juicio para estos menesteres, el Frei Beto ha venido a dar su apoyo y dar señales claras para que se sepa de lado de quien está Fernando Lugo. Está definitivamente del lado de esa opción preferencial por los pobres que abrasara durante el ejercicio de su ministerio sacerdotal, y el cual le ha quedado estrecho en la medida en que ha asumido compromisos que se vuelven responsabilidades y que le asfixiaba ese mismo ministerio que liberado de el pondrá al servicio de esas valentías populares que supo aglutinar con los Aty Guasú. Aclarando que estamos aquellos que hemos hecho opciones por los intereses de los explotados desde posiciones políticos ideológicas que nos compromete a dar apoyo al emprendimiento político que se pone nuestra disposición en la tarea de apoyar la organización de las valentías de los sectores populares y convertirlas en capacidad de lucha por una sociedad socialista.
Notas
[1] El sesenta y cinco por ciento de los votos emitidos son votos de zonas rurales. (fuente: Tribunal Superior de Justicia Electoral del Paraguay). Del paraguay pobre. Más del 65% de la población rural vive por debajo de la línea de pobreza.
[2] Aty Guasú en idioma guaraní significa reunión grande o Asamblea.
Gonzalo Deiró
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