El candidato presidencial Alberto Fernández resaltó hoy la unidad de los sectores del peronismo que conforman el Frente de Todos
Alberto Fernández volvió a la sede del PJ. Pidió “no avergonzarnos de ser peronistas” pero evitó la foto con todos los gobernadores y sindicalistas que lo aplaudieron. Con Gioja e Insfrán alcanzaba. Y sobraba.
Desde mayo no pisaba la sede nacional del PJ. Aquella tarde había acompañado a Cristina Kirchner a sacarse “la foto de la unidad”. Era en realidad la postal del pacto que había sellado la ex presidenta con los verdaderos dueños del partido y el poder.
Pero esta vez no hubo foto. ¿Faltaron cámaras? No. ¿Faltaban personajes? Tampoco. Quizás era una foto con demasiados impresentables juntos.
Entre quienes se quedaron afuera de la foto estaban los sindicalistas Héctor Daer, Ricardo Pignanelli, Antonio Caló, Hugo Moyano y Carlos Acuña, los gobernadores Juan Luis Manzur, Gustavo Bordet, Rosana Bertone, Lucía Corpacci, Alicia Kirchner y Domingo Peppo, y los intendentes y dirigentes bonarenses Daniel Scioli, Fernando Gray, Felipe Solá, Fernando Espinoza, Víctor Santa María, Gustavo Menéndez, Julián Domínguez.
Pero hay un poco de injusticia. De alguna manera, los dos hombres que lo acompañaron a Alberto en el acto en homenaje al General Perón representaban a los que aplaudían desde abajo. Gildo Insfrán y José Luis Gioja.
Para muestran sobran dos botones
Hace algunos días repasábamos la gira de Alberto por San Juan. Un viaje al mundo de las mineras, los dinosaurios y los levantamanos de Macri. En una breve reseña quedaba claro que los diputados y senadores sanjuaninos habían votado, apasionadamente, a favor de los fondos buitres (2016) y el Presupuesto 2019 de ajuste que ajustaba educación y salud para pagar la deuda. Con la misma pasión que habían votado, unánimemente, contra el derecho al aborto legal. Si está el bloque 100% verde del Frente de Izquierda, su antípoda sería es bloque sanjuanino del peronismo.
En ese repaso quedaba claro, además, que mientras decenas de miles de pibes y pibas se movilizan contra la destrucción del planeta, el pacto de los Fernández y Gioja es con la megaminería contaminante de Barrick Gold.
Insfrán, el otro presentador, es amo y señor de Formosa. El peronismo formoseño no tiene nada que envidiarle al de Gioja. Gildo alineó a su tropa para que aprueben el endeudamiento con los fondos buitres y el presupuesto de ajuste macrista, de la misma manera que llamó a votar contra los derechos de las mujeres. En otra de las votaciones más antipopulares de esos últimos años, el jefe de la bancada peronista en el Senado había votado para aprobar la “reforma previsional”. Muchos recuerdan todavía el discurso de José Mayans, aunque creen que era un legislador macrista. Cosas que pasan.
Si Gioja se hizo famoso por defender a las mineras y mandar a reprimir ambientalistas, Gildo es el mejor amigo de los sojeros. Por eso mandó a reprimir a la comunidad qom Potae Napocna Navogoh (La Primavera), con la muerte de Roberto López.
¿Qué fue a decirles Alberto?
La conmemoración del 134 aniversario del nacimiento de Juan Domingo Perón fue una excusa. Se trataba de un acto de campaña. De blindar esa "unidad hasta que duela", como había dicho alguna vez Gioja. Y así lo tomó Alberto.
Alberto hizo antes que nada una reivindicación forzada de su trayectoria peronista. “Abracé al peronismo cuando tenía 14 años”, dijo el hombre que supo estar con Menem y Duhalde pero también con la Ucedé liberal. Y remató ese tramo con un “pasan los años y los peronistas se renuevan”. Debe haber despertado la sonrisa de muchos pero en esa sede había menos renovación que la de la CGT.
Pero lo importante fue que, después de la inevitable nostalgia, hablaron en serio. “Nos hemos desencontrado, así que no miremos más para atrás, miremos en aquello qué coincidimos, el futuro". "Los tiempos que viene son tiempos difíciles y es importante que estemos todos unidos". Entonces Alberto reafirmó quiénes son sus aliados para lo que viene. “Con todos los gobernadores que se fueron sumando fuimos construyendo esto que hoy nos pone contentos y al mismo tiempo nos genera un enorme compromiso”. El compromiso de gobernar un país en crisis, donde se va Macri pero el FMI y el ajuste se quedan.
Por eso la frase más importante de la tarde fue directa: “les pido que pongamos al partido en movimiento, lo que menos quiero es un partido que duerma en nuestro gobierno”.
Y cuando “despiertan” Pignanelli, Daer, Caló, Insfrán, Manzur, Gioja y compañía, está claro que no va a ser para “recuperar lo perdido”. Ni para “echar al FMI”, ni para defender los derechos de los trabajadores, las mujeres y la juventud.
Ulises Valdez
Martes 8 de octubre | 22:54
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