viernes, abril 24, 2020

"La peste": crisis, resistencia y una posibilidad para la revolución



Al calor del avance de la epidemia del Covid-19 ha vuelto a ser lectura masiva un clásico de la literatura del SXX: "La peste", publicada el 10 de junio de 1947. Se piensa que la novela está basada en la epidemia de peste bubónica que sufrió la misma ciudad de Orán durante 1849 tras la colonización francesa, a pesar de estar ambientada en el siglo XX.
La obra en cuestión es una novela del escritor francés Albert Camus (1913-1960) quien participó, durante la Segunda Guerra, de la resistencia contra los nazis siendo parte de la edición de Combat, periódico clandestino resistente, y eso seguramente tuvo un peso al momento de escribir "La peste", como así el hecho de que Francia siguió ocupando Argelia y masacrando a su pueblo a pesar de estar ocupada por los alemanes.

"La peste" novelada

En la ciudad argelina de Orán las ratas comienzan a afluir a plena luz del día desde las alcantarillas hacia los umbrales, las calles y las veredas para morir. La gente no alcanza a dimensionar las implicancias de este extraño fenómeno hasta que los mismos ciudadanos comienzan a enfermar y fallecer súbitamente en medio de un sufrimiento atroz.
Luego de un periodo donde las autoridades gubernamentales buscan minimizar la situación para evitar la alarma y la parálisis de las actividades de la ciudad se pasa, por miedo a la propagación de la enfermedad, a una severa política de cuarentena y "puertas cerradas" ya que comienza a hablarse de una plaga que mata centenares de personas a diario. Esto va a ser acompañado de una escalada represiva por parte de la Policía por miedo a la sublevación debido lo severo de las medidas adoptadas y al colapso del sistema sanitario.
El autor presenta una ciudad con una vida frenética cuyos habitantes no tienen una comprensión de lo comunitario, sino que transcurren la existencia como individuos para los cuales la prosperidad material siempre parece una meta más razonable que la búsqueda de la superación moral.
Los personajes del libro (médicos, turistas, periodistas, amantes, comerciantes, curas, fugitivos, etc.) están entrelazados para exponer los efectos anímicos y morales que una plaga puede tener en una determinada población. La peste, presentada como lo absurdo o lo inasible, muestra cómo el hombre se enfrenta a la existencia.
La clausura de puertas significa la separación de los seres queridos sin siquiera la posibilidad de correspondencia, el vacío interno, el exilio del propio tiempo, el deseo irrazonado, frente a la fatalidad presente, de volver hacia atrás o hacia adelante como dos flechas abrasadoras en la memoria a la vez que la reconciliación con el tiempo ante lo que no llega aceptando la condición de prisioneros. Esta densidad temporal lleva a la gente a dejar de hacer suposiciones sobre la duración del encierro por estar "Impacientados del presente, enemigos del pasado y privados del porvenir". Médicos que deben suspender su terror para actuar. Amantes separados, únicos capaces de evadir la angustia de la muerte trocada en angustia por el amado ausente. El discurso religioso que pierde sentido frente al absurdo de lo existencia. No hay Dios, hay humanidad sentida y deseo profundo de placer. Esta ausencia de sentido supremo es el "absurdo" y es algo que aunque desconcertante es potencialmente positivo ya que las nuevas razones de la existencia estarían ligadas a valorar la vida humana por sí misma y no por causas metafísicas.
Algunos críticos ven en la novela una crítica a la restricción de las libertades democráticas. A menudo se la lee como un tratamiento metafórico de la resistencia francesa a la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Covid-19: la peste hoy

La proliferación y recurrencia de las enfermedades zoonóticas (transmitidas entre especies animales) como el Covid-19, es producto del modo actual de producción y de la precariedad de la vida, el trabajo, el ambiente. No hacen al absurdo de la existencia como experiencia metafísica en sí sino al absurdo de la configuración de las condiciones materiales de existencia bajo el sistema capitalista. Un sistema predatorio del ser humano y del medio físico en descomposición cadavérica profunda. "La peste" es lo que llevó el imperialismo yanqui a Yemen, Irak, Irán, Afganistán, bombardeando sus hospitales y destruyendo sus sistemas de salud. Al igual que lo que sucede con la ocupación israelí en Palestina. Gaza es un espejo actual, vivo, de lo que narraba Camus. O la situación de opresión Imperialista en África o Latinoamérica.
La salud está reñida con el capital. Hoy se hace más patente que nunca la necesidad de enterrarlo de una vez y para siempre para organizar el mundo sobre otras bases y terminar con la barbarie a la que nos somete. Esto no es más que el gobierno de trabajadores y los estados unidos socialistas del mundo.

Ana Belinco
31/03/2020

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