Alrededor de 10.000 personas salieron a las calles de la capital, Liubliana, el viernes. Fue la sexta semana de protestas masivas en todo el país contra el primer ministro Janez Jansa, quien quiere seguir los pasos del primer ministro de Hungría, el ultra-derechista, Viktor Orban, que se auto-otorgó poderes dictatoriales en marzo. Jamsa argumenta que los poderes especiales son para proteger la vida de las personas, a pesar de haber declarado el “fin de la pandemia”.
Todos los viernes miles de trabajadores salen a protestar. Los manifestantes y sindicatos independientes (Mladi Plus) exigen que Jansa se vaya, debido a su racismo, a la corrupción y al manejo de la pandemia. Al reabrir escuelas y lugares de trabajo, recomenzaron las protestas, con la particularidad que se realizan sobre bicicletas para evitar ser detenidos debido a las prohibiciones de circulación y los agrupamientos masivos.
Crisis política de la extrema derecha
El gobierno está constituido por una coalición de partidos de extrema derecha y declaradamente fascistas. La primera protesta ocurrió en febrero; hace unas semanas volvieron las movilizaciones.
El PM acusa a los manifestantes de portar símbolos de la ex Federación Yugoslava. Jansa había sido ministro de defensa durante la ruptura de Yugoslavia, en la guerra de 10 días por la independencia.
Este es un movimiento de masas para el pequeño país que es Eslovenia. Está desafiando lo que consideran como un golpe por parte del primer ministro. La izquierda, sindicatos, movimiento contra el cambio climático y grupos LGBT+ están en el centro de las protestas. Las protestas han obligado al gobierno a revocar los poderes de los policías para vigilar a las personas e ingresar a sus hogares. La gente movilizada crece semana a semana y está decidida a continuar, demandando la caída del gobierno de Jansa.
Emiliano Monge
08/06/2020
No hay comentarios.:
Publicar un comentario