Había nacido en 1908 en Capital Federal, en una zona del barrio de Belgrano, que entonces albergaba varios studs. Tenía una vasta cultura, una particular inclinación por las letras y las artes y un criterio librepensador que -con los años- se fue convirtiendo en sostenida simpatía por el socialismo y admiración por varias personalidades comunistas.
En su juventud, Manuel Emilio Novas contribuyó a fundar la librería y salón literario Fray Mocho de Buenos Aires. Compartió con León Klimovsky, Silvina Guerrico, Mario Moretti y otros, el Platea Club, primera revista oral que difundía Radio Stentor. El programa le permitió vincularse con todas las figuras destacadas que pasaron por Buenos Aires entre 1937 y 1941. Así entrevistó a Walt Disney, Ramón Gómez de la Serna, Federico García Lorca y Libertad Lamarque, entre muchas. En la década del '50 participó apasionadamente en el primer noticiero televisivo del viejo Canal 7 de Buenos Aires.
Hombre elegante y cultivado, que admiraba a José Ingenieros, colaboró con las revistas Caras y Caretas, El Hogar, Mundo Argentino y los diarios El Mundo, La Nación, La Prensa, Clarín, de Buenos Aires, El Día y La Gaceta de La Plata y dirigió El Territorio de Resistencia, entre numerosas publicaciones. Aportó sus lúcidos escritos a revistas literarias.
Mantuvo prolongadas amistades con César Tiempo, Ernesto Sábato, Atahualpa Yupanqui, Alvaro Yunque, Roberto Arlt, Antonio Berni, Lino Eneas Spilimbergo, Quinquela Martín y una larga nómina de personalidades con las que compartía inquietudes culturales. Fue socio del productor Felipe Rossi y Paloma Efrom
-Blackie- usó libretos suyos en varios programas de radio.
En el Instituto Ruso-Argentino de Buenos Aires, donde daba clases de Literatura, compartiendo el equipo de docentes con el actor Ricardo Passano y Leónidas Barletta, conoció a Dora Svovoda, con quien formó su familia.
En diciembre de 1953, las cosas de la vida lo hicieron emigrar y recaló en la localidad de Ezpeleta, que entonces abundaba en campos y árboles, donde se domicilió durante más de cuarenta años. Cultivó la amistad de Gerónimo Narizzano, Jorge Barton, José Antonio Blanco, Ferrer Pasquetti... Con el primero de ellos se saludaba con un "¡Salud y juventividad!", cuando los dos peinaban muchas canas.
Todas las inquietudes que tendieran a beneficiar a la comunidad, lo contaron entre sus promotores: la Sociedad de Fomento Lomas de Godoy y el Jardín de Infantes Los Peces, de los que fue co-fundador; el saneamiento del Arroyo Jiménez; los ciclos culturales... Mientras, seguía brindando conferencias, prologando libros, comentando cine, divulgando artistas, presentando exposiciones.
Colaboró en la zona con publicaciones como El Sol, Enfoques, La Palabra, Mi Ciudad. Además de infinidad de temas comunitarios, abordó sus "Comentarios de café", firmados por el Mozo de la Mesa Dos; sus "Impresiones en libertad" y numerosos escritos que llevaron el seudónimo de Javier Costa. Lo usó en homenaje al inolvidable titiritero Javier Villafañe, al que agregó el apellido Costa de su madre. En su juventud, había usado los seudónimos William Costa y Viernes Diez en publicaciones como Quijote y Nueva Vida, de contenido cultural.
Fue "Llave" del mítico Fogón de los Arrieros del Chaco, con cuya revista colaboró; y le otorgaron "La Orden del Tornillo" de la Fundación Quinquela Martín.
Alguna vez dijo: "Propóngase usted -si ya no lo hizo- escuchar la música de las flores. Cada planta, cada árbol, tiene su acento, cada flor su melodía. Es así como los perfumes son -si bien se escucha- sonatas o sinfonías..."
Falleció el 19 de junio de 1995 y las cenizas de sus restos, fueron esparcidas en el Parque Pereyra Iraola, un sitio que él amaba, tanto como a los pájaros, las plantas, los amigos, el arte, y las letras. Había recopilado material para dos libros que no llegó a publicar: una biografía de Charles Chaplin y una antología del café como institución rioplatense al que le había dedicado páginas divulgadas en varios medios y más de una conferencia. Soñando, ejerció "el oficio de vivir" como solía decir, corroborando lo que él mismo sostenía:
"La gente más hermosa de la tierra, es la que sueña..."
Ana María De Mena
No hay comentarios.:
Publicar un comentario