domingo, enero 02, 2022

No Olvidar: La Piel Quemada


«Els altres catalans” en el cine 

Son diversas las películas y telefilmes que tradujeron en la ficción la realidad de los que Francesc Candel llamó “els altres catalans”, pero la más importante es sin lugar a dudas es “La piel quemada” (1967; FILMIN) que realizó en 1967 el entonces prometedor Josep Mª Forn, un cineasta de larga trayectoria que acaba de fallecer. La película fue estrenada en un Festival de Cine que se había creado en Molins de Rey, y allí fuimos un par de coches con militantes de las Comisiones Obreras del barrio que teníamos la obra de Candel como un referente tan importante como el que más. Los que habíamos hecho el viaje nos reconocimos, por ejemplo, en las escenas del viaje o en las que se refiere a los braseros que se ponían “en el Pollo” del pueblo para que los “manijeros” lo pudieran llamar, si tenían suerte. La obra se estructura en cinco partes de once capítulos y un apéndice que incluye una relación de directores que emigraron o se vieron obligados a exiliarse.
 Se puede decir que la película se divide en tres partes: una primera que evoca las penurias de la vida campesina, una segunda que reconstruye la vida social y laboral del emigrante (Antonio Iranzo, un gran actor, una gran voz), y una tercera que evoca el viaje de su compañera (Marta May) en el tren que se llamaba “el coreano”, en la que se encuentra con otros viajeros, cada cuál con su historia, entre ellos un anciano que había combatido por la República en el Quinto Regimiento, un tema que ya suscitaba debate entre nosotros, entre los que creían que la URSS era el ejemplo del socialismo y los que creíamos lo contrario.
 Se trataba ante todo de un cine de ruptura que iba más allá de todo lo que el cine español había producido sobre la cuestión, títulos como «Surcos», de José Antonio Nieves Conde, o «La aldea maldita», de Florián Rey. La segunda parte recoge la emigración española a Latinoamérica («Sempre Xonxa» o «Frontera Sur»…) y a Estados Unidos («La línea del cielo», «La vida inesperada»…). En Europa, junto a películas ya clásicas como «Españolas en París». En “La piel quemada” ya aparecen grupos que hablan en catalán, que mencionan a la Nova Canço, y que se plantean qué pasará con tanta gente de fora. “La pel cremada” fue una excepción, una colada en la apertura, y desde entonces su director quedó “fichado” de manera que no pudo hacer un cine propio hasta después de 1977. Cuando pudo rodar, “Companys, un proceso contra Cataluña”, un biopic voluntarioso y necesario. Una muestra más de un cine que no pudo ser y que sí llegó a ser ocasionalmente, fue gracias al esfuerzo de profesionales como Josep Mª Forn que ahora será recordado por unos días. 
 Pero sería injusto olvidar que “La piel quemada” fue en su momento una película “suicida”, tanto que Forn ya no pudo hacer nada hasta la democracia; que spone un ejemplo de cines testimonial honesto; que ofreció un cuadro bastante completo del encuentro entre la emigración y la resistencia catalana; hasta ofreció detalles históricos impensables entonces…

 Pepe Gutiérrez-Álvarez
 

No hay comentarios.: