lunes, octubre 16, 2023

El sionismo se apresta a echar a los gazatíes al mar


La ocupación militar de la Franja de Gaza puede desatar un cuarto frente de guerra mundial. 

 El ejército sionista tiene todo dispuesto para invadir la zona norte de la Franja de Gaza y ocupar el territorio. Ha advertido a la población gazatí que abandone definitivamente la Franja por medio de comunicados, volantes y, por sobre todo, claro, intensos bombardeos. Israel ha adoptado el método de la culpabilidad colectiva, como ocurrió con los ejércitos alemanes y japoneses en Europa y en China, en los años 30 y 40. El asunto es que los gazatíes no tienen otra salida que el mar, aunque la costa de Gaza también está bloqueada por la marina de Israel. Egipto se niega a autorizar el establecimiento de un “corredor humanitario”, con la convicción de que se convertiría en una migración forzada a su territorio. Los gazatíes no tienen adónde ir mientras sufren ataques aéreos indiscriminados.
 De acuerdo a la prensa internacional, Hezbollah estaría a la expectativa de que se consume la invasión israelí a Gaza para iniciar un ataque contra el ejército sionista por el norte. Estados Unidos ha instalado un portaviones en el Mediterráneo para responder a un ingreso de las milicias libanesas a la guerra. Analistas militares aseguran que la ocupación completa de la Franja, por parte de las fuerzas armadas del sionismo, llevaría algunos meses, dadas las redes subterráneas que ha construido Hamas para esa eventualidad. En el noveno día desde la operación militar de Hamas en el sur de Israel, los cohetes de esta organización siguen desatando las alarmas en ciudades como Tel Aviv. Este escenario pondría la invasión israelí en una guerra internacional. El trabajo de contención de esta posibilidad choca con la intención del gobierno y el Estado Mayor sionista de llevar la limpieza étnica y militar hasta sus últimas consecuencias. Los antagonismos explosivos que comporta la opresión sionista del pueblo palestino hace estallar el tejido diplomático para que Arabia Saudita e Israel establezcan relaciones diplomáticas. El peligro de un intercambio nuclear, en caso de que Irán sea forzada a intervenir, es mayor que en la guerra de la OTAN y Rusia en Ucrania y Europa.
 Los grandes medios de comunicación están ocultando el crecimiento de los asesinatos de palestinos, por parte de colonos y del ejército israelí, en la Cisjordania ocupada. La quiebra del Muro de Hierro levantado por el Estado sionista en la frontera con Gaza, por parte de las milicias de Hamas, ha acelerado los tiempos políticos de la estrategia sionista de echar a los pobladores palestinos de la totalidad de su territorio histórico. Pero esta aceleración amenaza con acelerar también la implosión del Estado sionista. La incursión de las milicias palestinas en Israel es el tercer episodio de una crisis sin precedentes. En 2021 tuvo lugar una gran rebelión popular de la población palestino-israelí, o sea que vive e incluso vota en el territorio oficial del Estado sionista. A lo largo de 2023 se produjeron las manifestaciones multitudinarias incesantes de los mismos israelíes contra la tentativa del gobierno de Netanyahu y la ultraderecha para convertir al país en un coto cerrado de los colonos, que han ido confiscando los territorios ocupados y procuran crear el Gran Israel. Esta rebelión al interior del sionismo contó con la participación y el apoyo de buena parte de la reserva militar y de mandos de las FFAA y los servicios de seguridad. Destinar a gran parte del ejército a combatir en la Franja de Gaza es indudablemente un crimen humanitario, que encierra un colapso político. 
 En un lapso de tiempo vertiginoso, el imperialismo mundial ha creado por lo menos cuatro escenarios de guerra. Ucrania, Cáucaso, Oeste de África y Cercano Oriente. En los cuatro opera la OTAN. Más que a una conspiración, sin embargo, la humanidad asiste a un estallido sin precedentes de las contradicciones del capitalismo en decadencia. La crisis climática y el derrumbe de la "globalización" completan el cuadro político presente. El desafío para la clase obrera internacional es claro y enorme. 
 En los países árabes y en Medio Oriente, pero también en todo el mundo, los trabajadores y la juventud toman las calles para combatir contra otro genocidio, para detener la limpieza étnica final por parte del sionismo. Otra Nakba, otra catástrofe. Todos los crímenes humanitarios son responsabilidad del opresor, incluso las atrocidades de los oprimidos, que ocurren, sin embargo, con rara frecuencia. Cuando volaron el hotel King David, en Jerusalem, con el Estado Mayor regional británico adentro, las milicias de la derecha sionista justificaron la operación en nombre de la lucha por un Estado propio. La explotación del hombre por el hombre es la serpiente de todos los crímenes y horrores. Y a la serpiente se la neutraliza por la cabeza. 

Jorge Altamira
 16/10/2023

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