Bolsonaro se encuentra inhabilitado políticamente hasta 2030 por haber proferido ataques al sistema electoral durante una reunión con embajadores en 2022 y es el responsable intelectual del intento de golpe contra los Tres Poderes cuando perdió las elecciones contra Lula en 2023.
Además, el expresidente de Brasil enfrenta investigaciones policiales por haber adulterado certificados de vacunación contra el coronavirus para ingresar a Estados Unidos en diciembre de 2022 y por apropiación ilegal de joyas millonarias recibidas de gobiernos de Medio Oriente durante su administración (regalos de Estado que en parte fueron vendidos en Estados Unidos como si se tratase de bienes personales).
Este apoyo sobreactuado a un golpista se suma al asilo de facto que los 100 bolsonaristas —que ya fueron condenados en Brasil por el asalto a la Plaza de los Tres Poderes- reciben en la Argentina, y al comunicado que el gobierno liberticida emitió con motivo del reciente intento de golpe en Bolivia.
En ese comunicado, Mieli no sólo desconoció este asalto militar en La Paz, sino que acusó a los gobiernos “socialistas” —como el boliviano— de derivar en dictaduras, y trató de “presos políticos” a los responsables del golpe de 2019 que están siendo enjuiciados en Bolivia por genocidio. Un verdadero llamado a los golpes de Estado en América Latina.
La presencia de Milei en la CPAC tomó relieve, además, por su ausencia paralela en la Cumbre de Presidentes del Mercosur, al que sólo envió a la canciller Diana Mondino. El presidente uruguayo, Lacalle Pou, lo puso en evidencia en su discurso, sin pasar a mayores.
Sin embargo, en algún punto, Milei tira de la cuerda hasta donde puede y sopesa consecuencias. La cancillería brasileña dio avisos de no tolerar insultos en suelo nacional, razón por la cual el argentino evitó nombrar a Lula o participar de los cánticos en su contra.
El gobierno brasileño también dejó trascender hace una semana la posibilidad de anular el acuerdo bilateral por la industria automotriz, seguramente con la intención de cobrarse los agravios con una mejora en las condiciones de intercambio, y tiene en la mesa la amenaza de retirar al Embajador, algo que ya hicieron los países de España, Colombia y Bolivia.
Lo de España fue un precio alto que la Argentina pagó por el ejercicio de la plena libertad de tuitear insultos por parte del Presidente, ya que el país ibérico es su principal socio comercial europeo. Pero una ruptura con Brasil —principal comprador a nivel mundial— sería catastrófica, y por eso le pudieron poner un bozal desde Cancillería. Ya el FMI lo había obligado a bajar la cabeza frente a China para conseguir la renovación del swap.
La CPAC es organizada por la Unión Conservadora Estadounidense que convoca a activistas y funcionarios políticos reaccionarios de los Estados Unidos y de otros países para planificar y avanzar en una senda contrarrevolucionaria hacia el fascismo. Sin embargo, las organizaciones y personajes que reúne están plagados de contradicciones y los triunfos que enarbolan se muestran volátiles, como se vio en las elecciones francesas en donde Le Pen, que parecía comerse a los chicos crudos, terminó tercera.
Si se les puede reconocer algún mérito a está derecha es la audacia —a veces soez—, que contrasta con la tibieza de la resistencia que van encontrando en el camino. Pero es camino de pasto seco que ya va a encontrar su chispa.
Luciana Diaz
09/07/2024
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