En Cisjordania, además de Hamas y la Yihad Islámica Palestina, actúan grupos de adolescentes y jóvenes, nacidos en los campamentos y hostilizados permanentemente por los colonos, que han formado grupos de autodefensa y repudian el gobierno colaboracionista de la Autoridad Nacional Palestina. Desde el inicio de la operación militar, han muerto hasta 30 palestinos, 17 de ellos en Yenín, tres en Tulkarem y diez en un ataque aéreo israelí sobre la ciudad de Tammun.
El anuncio sobre la ocupación militar a largo plazo de Yenín, forma parte del nuevo “enfoque” militar de Israel en Cisjordania. Según los informes, más de 20 000 personas han huido de sus hogares en el campo, donde muchas casas han sido demolidas y las carreteras han sido excavadas por excavadoras israelíes.
“Es aterrador, las explosiones, los incendios, las casas que fueron demolidas”, dijo Intisar Amalka, una residente desplazada del campamento, a la agencia de noticias Reuters el miércoles. “El campamento de refugiados de Yenín no será lo que era. Cuando la operación concluya, nuestros efectivos permanecerán en el campamento para garantizar que no regrese el terrorismo”, amenazó el ministro de Defensa Katz durante una visita a las tropas.
“El anuncio supone un salto cualitativo: muy rara vez desde la Segunda Intifada (2000-2005) Israel ha mantenido tropas en el interior de ciudades de Cisjordania”, bajo control administrativo y de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (EP 30/1). Katz le ordenó al gobierno títere de la Autoridad Nacional Palestina que ellos también comiencen a “combatir el terrorismo”.
Israel también ha continuado los ataques contra la ciudad de Tulkarem y sus dos campos de refugiados, arrestando a docenas de palestinos y desplazando a cientos de familias.
Según la agencia de noticias oficial palestina Wafa, el ejército israelí demolió más de un centenar de casas en Yenín y prendió fuego a otras, lo que obligó a la mayoría de los residentes a abandonar sus hogares. La demolición de casas abarca toda Cisjordania, incluida la capital y sede de la ANP, Ramallah. Las imágenes de vídeo de la ciudad de Tamun mostraban escenas caóticas, edificios gravemente dañados y calles manchadas de sangre.
Además, mantienen el cerco a los hospitales Thabit Thabit y Al-Israa, allanan los edificios comerciales circundantes, obstaculizan el trabajo de las ambulancias y el personal médico para someterlos a registros y controles al entrar y salir de los centros de salud.
Antes de los tanques y los bombardeos por aire sionistas, la policía de la ANP había atacado ferozmente Yenin con el propósito de desarmar las milicias, muchas formadas por adolescentes. A imagen y semejanza de sus patrones en Gaza, cortaron el agua, la electricidad y no dejaron pasar alimentos al campamento. También, como Israel, prohibieron a la agencia de noticias qatarí Al Jazeera por sus informes sobre la represión a su propio pueblo.
Mientras que la ANP señaló que pretendía desarmar a lo que llaman “proscritos” y “delincuentes”, los militantes de Hamas y la Yihad afirman que lo que preocupa al gobierno palestino es la unidad entre las diferentes milicias. Algunas fuentes aseguran que Israel ha puesto como condición para entregarles el gobierno de Gaza que sean capaces de aplastar la resistencia en Cisjordania (El País 6/1). Hamas instó a los palestinos de Cisjordania “a participar por todos los medios en la resistencia a la ocupación, sus soldados y milicias de colonos”.
Desde el comienzo de la invasión a Gaza en octubre de 2023, al menos 890 palestinos fueron asesinados en Cisjordania por el ejército y colonos israelíes.
Israel construyó unos 160 asentamientos que albergan a unos 700.000 judíos desde que ocupó Cisjordania en la guerra de Oriente Medio de 1967. Los asentamientos se consideran ilegales según el derecho internacional, pero reciben financiamiento no solo del gobierno sionista sino de grupos de la derecha religiosa cristiana de Estados Unidos.
Los partidos religiosos tienen como bandera la recolonización total de Cisjordania, lo que aboliría cualquier base material para la conformación de un Estado palestino. Desde el 7 de octubre, el gobierno sionista autorizó la conformación de batallones del ejército integrados solo por éstos y armó hasta los dientes a los civiles.
Los asaltos a las aldeas y cultivos de los palestinos se multiplicaron como una de las herramientas de la añorada expulsión. El emplazamiento del ejército en Yenin, que junto con Tulkarem son dos de las ciudades más importantes de Cisjordania, es un paso en ese camino. Tendrán que medir fuerzas con la resistencia palestina.
Olga Cristóbal
31/01/2025
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