La desesperación siempre es mala consejera y eso le está sucediendo a la derecha. La causa es que está perdiendo importantes batallas en su afán de imponer sus puntos de vista y alcanzar sus nefastos propósitos, a como dé lugar.
El día después del 4 de mayo - día del referendo separatista - se ha de constatar que la para la oligarquía y el imperialismo, que está detrás de ella, es un día perdido. El “estatuto”, mal llamado autonómico, no ha de funcionar en el ámbito nacional ni ha de tener reconocimiento internacional. En primer lugar no podrá ser aplicado en el país porque fue convocado de tal manera que carece de cualquier legalidad. El parlamento que debía emitir una ley de convocatoria no lo ha hecho; la Corte Nacional Electoral tampoco lo ha aprobado; las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no concurrirán a avalar los comicios con su presencia, a pesar de que Rubén Costas vocifere órdenes de movilización. El llamado estatuto no ha seguido ningún procedimiento democrático en su elaboración. Como lo han advertido los hombres y mujeres sencillos del auténtico pueblo camba, no lo conocen ni por el forro y si lo conocen perciben, de inmediato, que no refleja sus intereses. Por el contrario, resalta que está dirigido a preservar los intereses de la burguesía, de los terratenientes y de las transnacionales, en suma, los intereses de los ricos. Esto último es, en verdad, la razón de fondo por la que los “barones del oriente” han armado este sainete autonomista.
La razón por la que el “estatuto”autonómico es una suerte de aborto jurídico es que está en franca contradicción con la Constitución Política del Estado vigente. Un mamotreto de esa naturaleza es inaplicable. Será una ficción sin ninguna posibilidad de llevar a la práctica sus “postulados”. Es más, algunas ofertas como la de aumentar los salarios hasta un mínimo de 1.500 Bs. o de entregar la tierra “equitativamente”, quedarán desenmascaradas de inmediato como pura demagogia social, lo que es característico del fascismo. El fascismo no sólo utiliza la fuerza bruta para imponer sus ideas, sino que simultáneamente hace promesas de todo tipo, que jamás las cumple.
En el plano internacional la oligarquía no conseguirá absolutamente ningún reconocimiento. Ni siquiera la embajada yanqui se atreve a manifestar su aprobación al “referendo”, a pesar de su franca simpatía por la derecha y la reacción separatista. Es que el Sr. Goldberg, especialista en desarmar países, entiende que esta vez no está en Kosovo; que Bolivia no es Yugoslavia, a la que lograron aislar y golpear criminalmente con la complacencia de Europa occidental y la neutralidad de mucha gente confundida por el bombardeo mediático.
La OEA, la Unión Europea, la CAN, las Naciones Unidas y cuanto organismo internacional hay en el mundo, se han negado a enviar observadores. Estos señores por muy conservadores que sean tienen que guardar algunas apariencias, algún respeto por los mecanismos internacionales. Pero eso no es lo principal. Lo principal está en el respeto al gobierno legalmente constituido de Bolivia que han manifestado todos y cada uno de los países limítrofes. No pueden ir con cuentos al Brasil, a la Argentina y ahora mucho menos al Paraguay, donde acaba de imponerse la izquierda, con un resonante triunfo del sacerdote progresista Lugo.
A todo esto, por último, sin ser lo último, sino lo más grande, está el expreso pronunciamiento de los integrantes del ALBA reunido de emergencia en Caracas. Cuba, Venezuela y Nicaragua le ha brindado todo su apoyo y solidaridad a Evo Morales y su gobierno y han advertido que no reconocerán ningún engendro del imperialismo y la oligarquía cruceña. Eso es la expresión más clara y rotunda expresión de la solidaridad internacionalista latinoamericana.
En su pobreza mental y en medio de la chillería que ha levantado la derecha en contra de la “ingerencia castro-chavo-comunista”, no entienden que no sólo es un derecho expresar solidaridad con el hermano acosado, sino un alto deber de patriotismo latinoamericano. ¿Acaso entienden los señores “medio-lunáticos” lo que es la verdadera hermandad latinoamericana? Se olvidan que en la guerra de la independencia estuvieron los ejércitos auxiliares del Sur. Se olvidan de Bolívar y Sucre. En un plano más universal se olvidan o ignoran a las Brigadas Internacionales en España en contra de la agresión del Eje nazifascista y el franquismo totalitario.
El referendo ha de nacer muerto y no tendrá ninguna aplicación porque cada día más grande la resistencia del pueblo cruceño y de todo el pueblo oriental. El referendo del prefecto Leopoldo Fernández acaba de irse al bombo. Los campesinos, las alcaldías provinciales y los patriotas pandinos acaban de tirar por la borda un “estatuto” redactado en un gabinete de abogadillos oportunistas. Sobre todo los campesinos y organizaciones laborales del Beni, reunidos en Trinidad, han hecho lo mismo.
El pueblo cruceño, al que se creía silenciado y amedrentado por las escuadras fascistas de la Unión Juvenil, se pronuncia en contra de los aviesos planes del comiteísmo. El pueblo Guaraní se ha proclamado “autónomo”, como pueblo originario. Los pueblos de San Julián, Cuatro Cañadas y otros no concurrirán al referendo y en su área no se instalarán urnas. El Plan Tres Mil y la villa Primero de Mayo, siguiendo la tradición del socialista igualitario Andrés Ibáñez no votarán y no habrá urnas en su barrio pese al matonaje y a la movilización reaccionaria.
Que no se equivoquen la reacción, los ricos, los latifundistas y que no se atrevan a alzar la mano contra el pueblo, contra el avance y el progreso social. Van a cavar su propia tumba.
Fuente: Partido Comunista de Bolivia / RedGlobe
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