martes, julio 28, 2015

El euro y Grecia en debate



Durante los últimos días, mientras continúa la consumación del plan de coloniaje aplicado a Grecia que evitó transitoriamente su salida del euro, los analistas mundiales debaten las causas y la durabilidad de la zona euro como proyecto de integración económico y político.

Hace días, mientras continúa la consumación del plan de coloniaje acordado entre los líderes de la UE, el FMI y el gobierno de Grecia hoy en mano del partido Syriza, a nivel mundial se discute sobre las consecuencias del acuerdo, los orígenes de las penurias griegas y sobre todo la funcionalidad (o no) de la zona euro.
Un primer punto a destacar al respecto tiene que ver con la diferencia que prima entre los países deudores y los acreedores, y la desventaja que esto conlleva – aun siendo parte de una comunidad del euro, donde algunos como Grecia sufren las consecuencias de un alto endeudamiento y otros como Alemania y Francia, son quienes marcan las reglas del “desendeudamiento” imponiendo medidas de ajustes.
Sobre esta relación desigual, muchos han dado su opinión. Desde estados Unidos, hace pocos días el periódico New York Times dedicaba una editorial a discutir la funcionalidad de ser integrante de la zona euro para algunos países, en un artículo titulado “¿Cómo el euro se convirtió en un trampa?”.
El artículo da cuenta que en 1999, cuando se introdujo el euro, los líderes europeos afirmaban que la moneda en común generaría una mayor integración económica y política entre los países miembros, y sentencia que eso es algo no tan creíble . Y continúa: “mientras Grecia evitó la salida del euro temporalmente, es difícil de creer como un acuerdo que incluye un mayor recorte del gasto (público), subida de impuestos y sólo vagas promesas de alivio de la deuda, sería capaz de recomponer a una economía paralizada lo suficiente como para mantenerla dentro de la zona euro.”
En el mismo sentido, la nota da cuenta de una polémica declaración del Ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, donde decía que Grecia estaría mejor si abandonará la moneda común por cinco años.
Otro aspecto resaltado en la nota tiene que ver con el objetivo de la zona euro, que no fue sólo económico, sino que se buscaba un marco de alianzas entre los países del continente. Dado que la unidad en la moneda común no fue combinada con una unión política y presupuestaria, se señala este aspecto como un punto problemático. De esa forma la moneda común (euro) fue más vulnerable frente a la crisis económica y sometida a la voluntad de los países más poderosos de la zona.

La costosa salida de la zona euro

La teoría del miedo recorre a los países endeudados que podrían seguir el destino de Grecia, como Italia, Portugal o España. La sugerencia por parte de Alemania (y también Finlandia y Eslovaquia), buscaría según la óptica del New York Times, generar miedo sobre esos países débiles para que acepte sus condiciones de rendición y ajuste. Aunque algunos “partidos más radicales” ya hablan de esa posibilidad en los países mencionados.
La pregunta que cierra el artículo “¿cuál es el costo de abandonar la zona euro?”, nos abre muchos otros interrogantes. Por un lado, a los países acreedores, como Alemania, les generaría una gran pérdida económica, dice el diario. Y agrega que Grecia debe alrededor de 300 mil millones de euros, mayormente a gobiernos europeos, el FMI y el BCE. Además un Grexit podría fortalecer el euro generado una caída en las exportaciones de la eurozona, debido al encarecimiento de sus bienes para el resto del mundo.
La concusión del periódico norteamericano, que evidentemente mira de cerca el futuro de Grecia y la zona euro – un importante competidor mundial- es recomendar a los acreedores un cambio en sus políticas económicas, que han convertido al euro en una trampa de la cual es muy difícil de escapar sin pagar un precio aún más caro.
Desde La Izquierda Diario sabemos que este análisis busca dar una opinión tendenciosa, pero no plantea ninguna salida progresiva para los trabajadores griegos, verdaderos protagonistas de las consecuencias aberrantes que generarán las decisiones que los “líderes europeos” y gobernantes de Syriza toman por ellos. Por ese motivo opinamos que un análisis completo de la realidad debe contemplar una salida real para los griegos, que sólo vendrá a partir de la organización independiente de los trabajadores y la juventud para enfrentar las consecuencias del ajuste.

Guadalupe Bravo
@GuadaBravo

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