domingo, abril 17, 2016

Brasil: Frente al avance del impeachment golpista es necesario un plan de lucha



Guerra de informaciones, cálculos interesados y declaraciones. Se fortalece el impeachment. Es necesario que las centrales sindicales rompan su subordinación al gobierno y llamen a un plan de lucha.Marcelo

La bancada del PMDB en la Cámara de Diputados se unió a la del Partido Progresista (PP) y del Partido Social Democrático (PSD), quienes en la votación de la Comisión especial de esta semana votaron a favor del proceso de impechment. Tanto el Partido Republicano Brasilero (PRB), el Partido Laborista Brasilero (PTB), como el PP del corrupto Paulo Maluf y el derechista PSD de Gilberto Kassab fueron buscados por Lula, durante la semana, para asegurarse la mayoría de sus votos y evitar el impeachment a cambio de la entrega de cargos y ministerios. Sin embargo, el gobierno se debilita.
A pesar de la creciente percepción en las calles de que se trata de un golpe institucional articulado por el Congreso junto al partido judicial - que mantiene ilegalmente en suspenso la asunción de Lula como ministro - las posibilidades del impeachment se fortalecen, aunque esto no significa que el escenario político esté cerrado. Hay una guerra de informaciones, de cálculos de pros y contras, de declaraciones de votos favorables o no, en una situación de fortalecimiento del impeachment pero que, sin embargo, mantiene la coyuntura política indeterminada.
El “partido mediático” que durante toda la semana previa, en vista del debilitamiento de la alternativa de impeachment, ensayaba respuestas ligadas al pedido de renuncia de Dilma e incluso elecciones presidenciales anticipadas, hoy recupera energías para centralizar a la opinión publica en una campaña furibunda a favor del impeachment. Los grandes diarios nacionales como la Folha de San Pablo, O Globo y el Estadão desde sus páginas buscan ganar influencia sobre los parlamentarios apoyándose en la opinión pública de los sectores de la clase media acomodada y reaccionaria que se manifestaron el pasado 13/3.
Este golpismo institucional, con el apoyo de la Federación de Industrias de San Pablo (FIESP) y la red de medios Globo, busca imponer un gobierno aun más entreguista y otro tipo de ataque más duro a los trabajadores del que ya viene implementando el gobierno de Dilma.
La Procuraduría General (Abogados de la Unión), presentó una acción al Supremo Tribunal Federal (STF) pidiendo la nulidad de los actos del proceso de impeachment que están en curso en la Cámara de Diputados. Cinco acciones cuestionaron la admisibilidad de la denuncia por crimen de responsabilidad de la presidenta o la orden de votación del proceso fijada por Eduardo Cunha (presidente de la Cámara de Diputados), que preveía la llamada inicial para la votación a los diputados del sur (opositores al gobierno), buscando favorecer el impeachment. El Supremo Tribunal rechazó estas acciones del gobierno, que demostraban las irregularidades en el informe de Jovair Arantes, y votó por mayoría por el mantenimiento de la votación del impeachment para este domingo.
El PT apostó sus fichas al Poder Judicial y no se pronunció contra el rol de árbitro que en la crisis nacional este poder viene adoptando de forma creciente. Obligado a censurar al juez Sérgio Moro y sus métodos reaccionarios, el Poder Judicial protagoniza el golpe institucional manteniendo el veto a la asunción de Lula como ministro para debilitar por esta vía al gobierno y favorecer al impeachment.
Diariamente nos posicionamos desde Esquerda Diário y en cada lugar de trabajo y estudio rechazando de forma categórica el impeachment y afirmando que se trata de una maniobra reaccionaria, un golpe institucional que busca secuestrar el voto de millones de electores para dejar el destino del país en manos de parlamentarios corruptos o de un Poder Judicial que goza de miles de privilegios y que no es elegido por nadie. Nos posicionamos contra el impeachment y no nos comprometernos en lo más mínimo con el gobierno del PT que pactó la entrega del Pre-Sal, dio curso a la ley de atniterrorista, la masacre de los pueblos indígenas y es cómplice de los despidos de 1,7 millones de trabajadores promovidos por la patronal en 2015.
Michel Temer y el PMDB junto a los tucanos (PSDB) buscan atraer los votos codiciados por el PT prometiendo que, una vez sellado el impeachment, garantizarán la impunidad de los innumerables diputados y senadores involucrados en los escándalos de Petrobrás. Lula, que se puso al frente de las negociaciones para frenar el impeachment y construir una base de apoyo para un nuevo gobierno bajo su dirección, trata de disputar las negociaciones (fisiologismo) con el PMDB, buscando individualmente los votos por fuera de la cúpula de las bancadas.

No se eliminará el impeachment y la ofensiva de la derecha comprando parlamentarios corruptos

Mientras tanto millones de trabajadores sufren los golpes de la crisis económica. Los ataques por parte del gobierno del PT se expresaron en los recortes presupuestarios en educación, salud y otras áreas sociales, en uno de los mayores planes privatizadores desde la ofensiva neoliberal de los 90, en los ataques respaldados por la oposición en el Congreso y replicados por los gobiernos estaduales y municipales oficialistas y opositores.
Frente a esto, los sindicatos y centrales sindicales dirigidas por el PT y sus aliados utilizan la ofensiva golpista de la derecha para paralizar y derrotar la lucha contra los ataques de “su” gobierno y la patronal. Buscan mantener aisladas las luchas de resistencia que estallan, traicionándolas abiertamente en caso de que amenacen salirse de control, siempre con el argumento de que “luchar de forma independiente es hacerle el juego a la derecha”. Su alternativa política es la de un gobierno Lula-Dilma que ya promete otra agenda de ajustes “pactados con la oposición”, que combinan la concesión de créditos a las empresas, mucha demagogia (por ejemplo, pequeñísimas concesiones a los movimientos sociales) y alguna reforma estructural (en pro de los empresarios) como la reforma del sistema de seguridad social.
Reafirmamos que es imposible luchar seriamente contra el impeachment sin oponer una resistencia feroz a los ajustes y ataques con los métodos de la lucha de clases de los trabajadores. No se podrá frenar a la ofensiva de la derecha con la entrega de cargos, mucho menos apostando fichas en el Poder Judicial. Es necesario impulsar un plan de lucha de los sindicatos contra el golpe y los ajustes. La CUT, la Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB) y las otras centrales sindicales, ligadas al gobierno, así como la Unión Nacional de Estudiantes y organizaciones estudiantiles oficialistas deben romper su subordinación al gobierno federal y poner en pie este plan de lucha.
Es necesario que se convoquen asambleas de base en los lugares de trabajo para que los trabajadores puedan planificar democráticamente los pasos del combate. Al contrario de las salidas burguesas frente a la crisis, que involucran un posible gobierno Temer-PSDB o un nuevo gobierno Lula-Dilma o la anticipación de las elecciones que hacen el juego al golpe institucional vía el poder Judicial y el Tribunal Superior Electoral, los principales batallones de la clase trabajadora necesitan entrar en escena con sus propios métodos, contra el impeachment y los ataques. A partir de una lucha como esta, es posible enfrentar los grandes problemas del país, comenzando por imponer una Asamblea Constituyente por la fuerza de la movilización.

Pablito Santos
Dirigente del Sindicato de Trabajadores de la USP

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