domingo, junio 07, 2020

Lluís Juste de Nin, comunista libertario y catalanista, colega de la Fundació Andreu Nin

Recuerdo que Lluís nos llegó al personal de la FAN durante el acto que en junio del 2007 celebramos en el patio de entrada del Palau de la Virreina en conmemoración del asesinato de Andreu Nin y de Camillo Berneri, un acto en el que pudimos saludas a personal cenetista (Abel Paz), antiguos psuqueros (Jaume Botey), y amigos y amigos en una mañana inolvidable. Se presentó con su libro sobre los Nin, y desde entonces pasó a ser uno de los incondicionales, sobre todo desde que dedicó su novela gráfica más celebrada, Andreu Nin siguiendo sus pasos, la misma que se agotó de un día a otro en librerías cuando el presidente Puigdemont regaló públicamente un ejemplar a Pablo Iglesias que también participó en la presentación del libro en Madrid.
Ahora que acaba de fallecer Lluís Juste de Nin (Barcelona, 1942-2020) de un cáncer fulminante o sea sin tener que pasar por una larga agonía. Se trata de una persona amistosa, abierta y llena de vida, de esas que “llenaban” el espacio en el que tomaban la palabra y contaban sus propias historias, la de una familia de la que conocía a todos sus componente, por ejemplo había descubierto que una de la hijas de Nin se casó con un trotskista norteamericano con el que vivía en pequeño pueblo. Luego, solía hablar de sus proyectos que no eran pocos, quería aprovechar su tiempo queriendo lo que siempre quiso hacer Artista con una obra multidisciplinaria, con intervenciones en las más variadas manifestaciones de la cultura, Lluis alcanzó mucha popularidad cuando, por encargo de la Generalitat de Catalunya, en los años ochenta diseñó el personaje de la Norma, una muchacha que, con textos de Tísner, difundía el buen uso de la lengua catalana: “El català, cosa de tots”.
Por entonces ya había destacado en el ámbito del cómic, con varias colaboraciones en publicaciones cívicas de resistencia durante el tardofranquismo. Militó y colaboró en publicaciones del PSUC, así como de la Assemblea de Catalunya e ilustró los artículos de Manuel Vázquez Montalbán en Mundo Obrero. Firmaba El Zurdo, nombre de pluma que posteriormente catalanizó a L’Esquerrà., en la revista Canigó, dirigida por Isabel-Clara Simó. Reconozco mi desinterés por su vertiente en el ámbito de la moda, y otras que me cogen a años luz. Me importa el autor del texto y los dibujos, en el 2004 debutó en la novela gráfica con una historia familiar que recorría también tres siglos de la historia de Catalunya, Els Nin: memòries a llapis d’una família catalana . A continuación, llegaron sus adaptaciones de clásicos como El Guepard 1970, La muntanya màgica, La fira de les vanitats e Ítaca, una versión de la Odisea. Y también dedicó novelas gráficas a personajes como el trotskista y traductor Andreu Nin, el espía Garbo, que engañó a Hitler, y Salvador Seguí, el Noi del Sucre, siempre desde un planteamiento riguroso que trataba de aunar las tradiciones obreristas con el “fet catalá”, del que se había manifestado entusiasta. Òmnium Cultural lo trata de “referente del cómic en catalán”, si bien es justo precisar que siempre se preocupó por sus versiones castellanas.
En una de sus numerosas entrevistas, evocaba: «Manolo fue mi referente, mi maestro. Yo le ilustraba sus artículos en la revista ‘Mundo Obrero’ que se editaba en París por el órgano central del Partido Comunista de España. Nos encontrábamos cada semana, yo leía su artículo y lo ilustraba, y después se mandaba de forma clandestina a París donde se publicaba y se distribuía. Era una persona maravillosa además de un escritor como pocos». También recordaba que había acabado rompiendo con el PSUC sumando reparos, de la historia de su tío abuelo Andreu, pero sobre todo su disgusto ante el curso tomando por “El Partido” con los pactos de la Transición, sin olvidar sus reparos a unas normas organizativas en la que las cúpulas siempre tenían razón.
En ‘El Nacional’, su amigo el historiador y ensayista Agustí Colominas recordaba su compromiso con la izquierda. «Dibujabas con la mano zurda, y no todos los que escriben con la mano izquierda son especiales, tú si lo eras». La conciencia del compromiso te condujo a la política, la moda te proporcionó los garbanzos. Pero la moda también casaba con tu comportamiento de dandi. ¿Cuántas veces me dijiste que debía cuidar los colores y las ocasiones para vestir una ropa u otra?». Plataforma per la llengua y el Gremi de Llibreters de Catalunya también ha querido reivindicado este jueves la figura del ilustrador y diseñador de moda como «gran defensor de la lengua catalana», y por supuesto, convencido anticapitalista.
Tras dejar el PSUC ingresó en Nacionalistes d’Esquerra, además de ser miembro de la Crida a la Solidaritat en Defensa de la Llengua, la Cultura i la Nació Catalanes. Independentista y progresista, Juste de Nin, que siempre reivindicaba el carácter abierto y democrático de su educación francesa y el espíritu antiestalinista y antiautoritario de su pariente Andreu Nin, presidía el Cercle Catalanista del Ateneu Barcelonès, tertulia plural que reúne a intelectuales, periodistas y escritores Con la FAN participó en toda clase de actos, sobre todo relacionados con la presentación su libro sobre Nin cuya historia estuvo asesorada por Pelai Pagès con el mismo que compartió mesa en Asturias al lado de Leonardo Padura, un acto que figura entre los grandes momentos de la FAN.

Pepe Gutiérrez-Álvarez

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