La superpoblación de carpinchos en Nordelta fue la noticia de los últimos días en los medios y las redes. Detrás de la supuesta «invasión» de estos roedores se esconden los negociados inmobiliarios espurios con los intendentes y destrucción del ambiente en uno de los barrios privados más grandes de América Latina.
Las edificaciones de Nordelta se han hecho mediante un avance sobre los históricos humedales locales, que son ecosistemas híbridos entre tierra y agua que funcionan como atenuadoras del cauce hídrico, conteniéndolo durante los períodos de lluvias intensas y crecidas de los ríos.
Hoy los humedales se convirtieron en el objetivo de los desarrolladores inmobiliarios: un 70% de estos hábitats naturales se encuentra bajo las sombras de megaemprendimientos. Una política que fue impulsada por todos los intendentes que han gobernado Tigre, desde el “vecinalista” Ricardo Ubieto, pasando por Sergio Massa y ahora Julio Zamora; todo esto con el apoyo de los gobiernos provinciales de Daniel Scioli y María Eugenia Vidal, anteriormente, y actualmente de Axel Kicillof, que han permitido la construcción indiscriminada de barrios privados y countries de lujo en los humedales del distrito, y que a través de las modificaciones del Código de Ordenamiento Urbano, permitieron la instalación de grandes negociados inmobiliarios favoreciendo a la patria contratista.
Eduardo Costantini es dueño de Nordelta. A través de su empresa Consultatio SA, obtiene grandes beneficios por los negociados con las intendencias para la puesta en pie de desarrollos inmobiliarios en el distrito. Uno de los métodos de esos negociados consiste en que la desarrolladora cede una cantidad de hectáreas al municipio a cambio de que se apruebe el proyecto de construcciones de lujo.
Misma situación se da en el caso de la construcción de Remeros Beach en Rincón de Milberg -que se realizó a través de una “excepción” al código de zonificación de la localidad. Y en la destrucción de los humedales del predio Cancamo de la localidad de Dique Luján, violando la ordenanza 3709/19 del municipio de Tigre. En este caso, la empresa C&E realiza grandes negocios inmobiliarios, como contratista del municipio, beneficiada por sus vínculos políticos con el intendente Julio Zamora.
La otra cara de Nordelta y los negociados inmobiliarios
La contracara del negociado inmobiliario es el déficit habitacional del distrito, que es una demostración del fracaso de los diferentes planes de viviendas. En Tigre hay más de 30 asentamientos populares, donde viven miles de familias en condiciones precarias y hacinadas, de las cuales casi la mitad tiene acceso irregular a la red de agua pública, y en su mayoría no tienen acceso a la red cloacal pública y gas.
A esto se suma que la construcción de estos megaemprendimientos, al realizarse sobre los históricos humedales del distrito, producen inundaciones recurrentes en los barrios populares periféricos, que con el parate de las obras públicas hidráulicas y de saneamiento de los ríos se profundizan, generando pérdidas irreparables para lxs vecinos de las Tunas, Benavidez y Rincón de Milberg principalmente.
También se profundiza el pasivo ambiental, afectando las condiciones de vida de los vecinos y vecinas de los distintos barrios de Tigre que sufren grandes perjuicios desde lo habitacional –inundaciones y faltas de servicios básicos como luz, agua potable, cloacas, gas natural- hasta las fuentes laborales por el aislamiento zonal, al quedar atrapados entre los countries y tapados por el agua.
Enfrentemos a los especuladores y depredadores ambientales
La política en favor de la especulación inmobiliaria, incluida la modificación del Código de Planeamiento Urbano, es apoyada por todos los bloques políticos del Concejo Deliberante local (zamorismo, massismo y Juntos por el Cambio).
La lucha por la conquista de la tierra y la vivienda contra la monopolización por los pulpos inmobiliarios, toma una prioridad en el distrito.
La lucha por un plan de viviendas y urbanización bajo control de los trabajadores es de enorme importancia en un distrito y una región considerada para el negociado de los grupos inmobiliarios. Defendemos el reclamo popular por el No a la construcción de mega emprendimientos de lujo en el distrito.
A la depredación ambiental en curso es necesario oponer una política de preservación de los humedales. Prohibición de cualquier obra inmobiliaria que modifique los suelos y recursos hídricos. Por la creación de reservas y observatorios de flora y fauna autóctona en regiones de alto valor ambiental.
Para enfrentar a los defensores de los especuladores inmobiliarios y la depredación ambiental desarrollemos una alternativa política de las y los trabajadores.
Ramiro Tissera
No hay comentarios.:
Publicar un comentario