Se vuelven a encender los motores de la rebelión popular en Ecuador

En Ecuador tuvo lugar este miércoles una nueva marcha nacional de protestas contra la política de reducción de subsidios a los combustibles del presidente Guillermo Lasso, recientemente electo. La convocatoria reúne un conjunto de demandas, de docentes, productores agrarios, estudiantes, transportistas e indígenas. Lasso pretende un incremento de cuatro a diez centavos del diésel y gasolina extra. Desde julio de 2020, se acumula un aumento de casi $ 0,61 centavos en el valor de ese combustible; es decir, más de 60%. El precio de ese combustible puede incrementarse hasta 3% cada mes, dependiendo del precio internacional de petróleo. Por otra parte, la subida del galón de gasolina extra y ecopaís puede ser de hasta 5% mensual (la hora, 12/8). Las centrales sindicales también están movilizadas contra la reforma laboral, que está en línea con el acuerdo negociado con el FMI. 

 Varias vías del país amanecieron bloqueadas con camiones, tractores, sacas de arroz y piquetes con quema de neumáticos. Agricultores bananeros bloquearon la vía Quevedo-Valencia con racimas de banano, para reclamar por el bajo precio del producto. 

 El miércoles la marcha fue convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT). Desde las 16:00 en la Caja del Seguro Social, en Quito, se sumaron a este llamado la Unión Nacional de Educadores (UNE), la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUE) y la dirigencia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). La Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) anunció su respaldo a la movilización convocada, aunque no aseguró su participación. “Empezaron una caminata hasta la plaza de Santo Domingo y entre sus consignas el “¡rechazo!” a las privatizaciones, al incremento de los combustibles, y reanimaban a los docentes que están en huelga de hambre desde hace 31 días pidiendo un pronunciamiento de la Corte Constitucional (CC) sobre las reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI)” (nodal, 12/8). 

 El Palacio de Gobierno fue rodeado horas antes de la manifestación ciudadana por policías antimotines, vallas de metal y concertinas. 

 Huellas y lecciones 

La Conaie y los sindicatos que integran el FUT, como ocurrió durante la rebelión popular contra Lenin Moreno, reclama “negociar”. Par su presidente, Leónidas Iza, el pueblo ecuatoriano “no soporta un levantamiento” (ídem). “El movimiento indígena, además del congelamiento del precio de los combustibles, plantea una moratoria de un año en el sistema financiero, una rigurosa política fiscal para los grandes grupos económicos. Y además están en contra de la ampliación de la explotación minera y petrolera” (nodal, 11/8).

 Lasso rechazó derogar el decreto de los combustibles. 

 Los docentes protagonizan 31 días de huelga. Isabel Vargas (UNE) declaró que “Las movilizaciones se irán radicalizando si no encontramos respuesta de parte”. Muchos docentes se encadenaron fuera de la corte suprema de Quito en reclamo por la derogación de la reforma educativa. De forma paralela, en Guayaquil también se movilizaron. Los manifestantes eran en gran parte maestros, que insistían en que la Corte Constitucional se pronuncie sobre las reformas a la LOEI. 

 Los próximos días dirán si estamos en el comienzo de una nueva rebelión popular. 

 Emiliano Monge 

 13/08/2021