Una crisis que se infla

Panorama político de la semana. 

 La semana concluye con la publicación de los datos oficiales de inflación: 8,4%. Estos no asombran, solo confirman lo que todos perciben (y no como un efecto “psicológico”): los ingresos se están pulverizando a niveles intolerables. 

 El conjunto de los datos de la economía refleja claramente quiénes están pagando la crisis: los jubilados pierden cada vez más; los trabajadores registrados también, en cinco años les robaron un peso de cada cuatro que reciben; los trabajadores informales en un año quedaron 20 puntos abajo de la inflación; un tercio de los trabajadores está desocupado o changuea. La lista es mucho más larga y no tiene que ver solo con los ingresos directos: también con los indirectos (los “servicios” que el Estado debe garantizar), que se ven afectados por el recorte de los gastos: solo en abril el gasto público cayó un ¡10,7%!, para cumplir con el FMI. 

 Obviamente esto no es inocuo. El deterioro social alcanza niveles cada vez más graves. En una reciente visita al partido de Almirante Brown, en el Gran Buenos Aires, Gabriel Solano realizó reuniones y asambleas en varias barriadas; los reclamos y denuncias plantean una lista interminable. Barrios de trabajadores jaqueados por la inseguridad, el narcotráfico y la complicidad policial; por una salud destruida; por la falta de obras públicas, y así de corrido. En la semana anterior Solano con Romina Del Plá y Eduardo Belliboni habían recorrido varios barrios de La Matanza y, con las particularidades y denuncias propias, los problemas, los dramas, las constancias del derrumbe se repiten. 

 Esta es la razón detrás de la decisión de las organizaciones sociales del oficialismo de acercarse a la Unidad Piquetera para ir a una acción común el próximo jueves 18, que seguramente será la más importante en muchos años; y que tendrá como eje las reivindicaciones centrales de la provisión de alimentos, del trabajo y las herramientas, del aumento del monto y el número de planes, y que será un reclamo directo al Ministerio de Desarrollo Social, que a través de Tolosa Paz ejecuta el plan del FMI sobre los más pobres. Como señaló Chiquito Belliboni ante los medios, respondiendo a un tuit de Libres del Sur: “siempre priorizamos las reivindicaciones”. La lucha contra el hambre y la pobreza no reconoce treguas, por eso el martes 9 el Frente de Lucha Piquetero fue al Ministerio con la mercadería podrida que se les entrega. En la misma perspectiva la Unidad Piquetera realizará el 15, 16 y 17 una nueva Marcha Federal que partirá de La Quiaca por un lado y del confín del sur por el otro uniendo los reclamos de ocupados y desocupados, de un pueblo castigado por los gobiernos capitalistas. También los docentes han tenido una semana de lucha, los bonaerenses organizados por la oposición Multicolor de Suteba están en pie de lucha, y el martes en La Plata ocuparon el Ministerio de Educación provincial obteniendo una parte importante de sus reclamos. El lunes un paro y movilización masiva de los docentes porteños colocó problemas urgentes de la docencia y de las infancias. En Santa Cruz la lucha de los maestros y profesores no cesa. En el subte mientras tanto la lucha se incrementa frente a las provocaciones de la patronal acompañada por el gobierno de Larreta. Dime con quién te juntas… Solano, Romina, Néstor Pitrola, Vanina Biasi y todos los voceros y precandidatos del Partido Obrero en el medio de esta brutal crisis recorren barriadas, municipios, hacen asambleas, se reúnen con trabajadores, juntan a la juventud para debatir los planteos de Milei, o se paran en las puertas de las fábricas para reclamar la indexación de los salarios, como hizo Romina en la puerta de Fate. Es decir, pelean cuerpo a cuerpo la conciencia popular, para que la campaña sea un factor de organización de los trabajadores para enfrentar la crisis y darle una salida propia. El dato no es menor porque configura una orientación para intervenir en forma independiente de los responsables del derrumbe nacional. De la misma manera estos últimos se reúnen con los capitalistas como sucedió hace poco en Llao Llao, ante en el coloquio de Idea y hace unos días en la Cámara de Comercio norteamericano en la Argentina (sede de las multinacionales), o la reunión de Larreta con la AEA inaugurando el desfile del resto. Van a rendir examen ante quienes tienen las riendas del país, los que lo llevaron a la quiebra, los que vaciaron el Central fugando capitales, etc. Ahí no van a asegurar cómo aumentar los salarios, o se hacen más obras públicas, o se cierra la fuga de divisas, o se termina con el saqueo de los recursos, ahí van a hablar de reforma laboral para liquidar derechos laborales, de devaluación, de “estabilización” sobre la base de la liquidación del salario y las jubilaciones, de apertura de la economía para desregular los negocios, es decir, van a confirmar y dejar claro que ellos son políticos capitalistas. Sus preocupaciones son las opuestas a las del pueblo agredido; ahí está Milei poniendo como candidata a vice a una defensora de la dictadura genocida, que torturó, encarceló, secuestró y mató a decenas de miles de luchadores obreros y juveniles para permitir el copamiento del país por el capital financiero internacional, algo que los gobiernos radicales, peronistas y macristas que la sucedieron profundizaron. Así han llevado a la Argentina al subsuelo de su historia. Una postal pinta toda la campaña: mientras Solano se reunía con los pobladores contaminados de Villa Inflamable, a 20 minutos del Obelisco, en Avellaneda, el intendente kirchnerista, Jorge Ferraresi, junto a Scioli fueron a saludar al nuevo CEO de Raizen-Shell la destilería que convirtió la vida de la Villa en un desastre sanitario y ambiental. Para muestra sobra un botón. Crisis potenciada Con las elecciones del domingo 7 en Jujuy, La Rioja y Misiones, los oficialismos locales festejaban y de conjunto parecía que el panorama se iban encaminando. Pero no fue así. La Corte metió la cola. La decisión del máximo tribunal de suspender las elecciones en Tucumán y San Juan pateó el tablero. Los cortesanos objetaron las candidaturas de Manzur y Uñac forjadas sobre una interpretación capciosa de las constituciones provinciales que ellos mismos escribieron. A la Corte no la mueve la pureza de los comicios, nada dice de la ley de Lemas, de los acoples, y de las miles de arbitrariedades que imperan en esas provincias y en el conjunto del sistema electoral del país y de las provincias. Macri quiso sacar tajada y dijo que se trata de “regímenes feudales” que no respetan reglas ni límites, los mismos que él y Larreta no respetan en las elecciones porteñas. De todas maneras no es feudalismo, el capitalismo domina en esas provincias. A los que critican el fallo “supremo” tampoco les preocupa la manipulación de principios democráticos. Es parte de la crisis de todo el régimen político. En este cuadro se entiende la bronca, el desencanto. Como señala nuestro compañero Santi Nuñez en el editorial de esta semana, para que todo eso no lo use la derecha o cualquier otra facción capitalista contra los trabajadores, hay que luchar con independencia política. Una izquierda que se plante, que organice a los trabajadores y la juventud para echar a los políticos capitalistas, un gran congreso del FIT-U y los luchadores volverían a ilusionar. Vamos por ello.

 Buen domingo.

 Eduardo Salas