Robert Kennedy Junior está lanzado a disputar la candidatura presidencial por los demócratas y encontró un hueco por donde golpear al establishment no solo de su partido sino de Estados Unidos. Ya venía adelantando, como reflejó Tiempo la semana pasada,(ver acá) que rechaza rotundamente el acoso a Rusia de parte de la OTAN y prometió que de llegar a la Casa Blanca liberaría a Julian Assange y Edward Snowden, entre otros personajes a los que considera héroes por haber usado la libertad de prensa para mostrar el verdadero rostro del imperio.
En pocas palabras, que el hijo del exprocurador Bobby y sobrino del expresidente John no oculta que entre sus enemigos están los organismos de vigilancia e inteligencia de Estados Unidos. Así lo repitió en un reportaje en una radio AM de Nueva York en el que acusó a la CIA de estar involucrada en el asesinato de JFK, registrado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas.
La hipótesis de que el asesinato de John Fitzgerald Kennedy fue obra de una conspiración de la que participaron organismos de inteligencia de Estados Unidos no es nueva. El caso es una incógnita recurrente y una herida abierta para la democracia de ese país. Ríos de tinta y kilómetros de películas muestran elucubraciones, documentos y diversos testimonios sobre el crimen. Para colmo, Robert Kennedy Jr. es hijo del que fuera secretario de Justicia de la administración de su hermano que también fue víctima de un magnicidio. RFK fue acribillado a balazos el 6 de junio de 1968 en el pasillo de un hotel en Los Ángeles donde celebraba su triunfo en las primarias en California en una contienda que lo tenía como fuerte candidato a la Casa Blanca. Dos meses antes había sido asesinado el pastor bautista Martin Luther King.
Robert Kennedy Junior Jr, de 69 años, no había militado políticamente hasta ahora. Se lo conoce como ambientalista y abogado defensor en litigios contra multinacionales como Monsanto y otros grandes contaminadores del río Hudson. Durante la pandemia sus acciones mediáticas crecieron porque cuestionó la vacunación contra el Covid-19, lo que llevó a que se lo considerara un antivacunas y a que le fuera bloqueada su cuenta de Instagram. Para más, sus críticas al “Estado profundo” que integra el aparato burocrático asociado a los fabricantes de armas y el sistema financiero, lo hicieron parecer cercano a Donald Trump, lo que elevó las especulaciones de que intentaría una fórmula demócrata-republicana inédita en la historia de EE.UU.
Estos días aclaró en su twitter que “bajo ninguna circunstancia” se uniría al expresidente. Había ido aclarando antes que nunca estuvo en contra de la vacuna, solo exigía que fueran suficientemente probadas y seguras antes de someter a las poblaciones a su aplicación. De paso reclama a Elon Musk porque le bloquearon el tuir en que pedía le devuelvan su Instagram.
Pero el domingo pasado habló con John Catsimatidis en el programa matinal de la WABC (770 AM) y afirmó que “está más allá de toda duda razonable” que su tío fue asesinado por una conspiración de la que participó la CIA. “Existen pruebas aplastantes”, abundó. Citó, entre ellas, una investigación de James W. Douglas, JFK and the Unspeakable (JFK y lo inconfesable) donde se detallan algunas de las maniobras y manipulaciones para que apareciera como magnicida un oscuro personaje, Lee Harvey Oswald, asesinado a su vez dos días más tarde –también en un pasillo, pero de un cuartel de policía- por Jack Ruby, dueño de clubes nocturnos ligado a la mafia.
El hombre que mató al padre de Robert Kennedy Junior se llama Sirhan Bishara Sirhan, nació en Jerusalén, es de origen palestino y había emigrado a EE.UU. con su familia una década antes. Fue detenido durante la balacera y condenado en primera instancia a la pena capital, luego conmutada por cadena perpetua.
En marzo pasado volvió a pedir su libertad condicional.
A los 78 años de edad, pasó casi 55 años preso. Un tribunal de California volvió a denegarle el beneficio. Sirhan jura que no recuerda qué ocurrió ese nefasto día. Alguna vez se dijo que atentó contra RFK porque el candidato había comprometido su apoyo a Israel en Medio Oriente. Su abogado, Lawrence Teeter, afirma que fue víctima del programa MK Ultra, de la CIA y que actuó en estado de hipnosis.
Alberto López Girondo | 19/05/2023
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