La huelga fue originalmente convocada por sectores de base. Luego se sumaron las gremiales de la CGT, de la CNT-SO y otras. Entre los sectores que se suman a la lucha están los trabajadores de mantenimiento, hotelería, venta, seguridad y hasta los reconocidos animadores disfrazados de los personajes de Disney. La acción es parte de una lucha más general que lleva años contra la flexibilización laboral que se implementó en la pandemia. En esa oportunidad, con la firma de la central sindical mayoritaria, la CFDT, se impuso un sistema llamado “horarios elegidos”, donde la patronal puede distribuir las 35 horas semanales de cada trabajador a su libre arbitrio. Es decir, por ejemplo, 4 horas un día y 10 horas al siguiente. Hasta el momento, la jornada del 3 de junio, que terminó con la toma del Castillo de la Bella Durmiente, fue la de mayor concurrencia, donde se manifestaron cerca de 2.000 trabajadores. La movilización va in crescendo: la semana anterior, 1000 trabajadores del parque tomaron varios puntos y atracciones centrales, provocando la cancelación de diversas actividades y numerosos espectáculos y cuando la huelga empezó el 30 de mayo solo había 500 trabajadores.
Los obreros del parque rechazaron las propuestas de la empresa Disney, que consistían en un pago por única vez de 125 euros, un adelanto a cuenta del aguinaldo y cambios menores en el régimen de vacaciones. Ante la negativa de la patronal a satisfacer las demandas, las medidas de fuerza siguen durante la semana y dentro del parque, ante los ojos de los visitantes. Allí los trabajadores pasaron parte de los últimos días marchando. En Twitter hay videos donde muestra que la protesta, lejos de ser repudiada por los visitantes del parque, es aplaudida y vitoreada.
Disney pasó de ser la tierra de los ‘sueños’ a la tierra de la lucha de clases. El país galo está atravesando una ola de huelgas. Pese a las traiciones de las centrales sindicales, los trabajadores abren su propio rumbo.
Mauri Colón
08/06/2023
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