Blog marxista destinado a la lucha por una nueva sociedad fraterna y solidaria, sin ningún tipo de opresión social o nacional. Integrante del Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo de Argentina.
sábado, mayo 10, 2008
Salud, salud, salud...
Reinaldo Taladrid Herrero
El primero de enero de 1953, Batista y sus más allegados festejan el advenimiento del nuevo año. Detrás del dictador, complaciente, Rafael Díaz-Balart hijo, y padre de los actuales legisladores de la mafia terrorista de Miami (identificado con la flecha), abrazado al coronel Manuel Ugalde Carrillo, sanguinario jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM).
Así solía decir en público el dictador Fulgencio Batista y Zaldívar y parece que ese es el estado que goza su legado histórico hoy en la ciudad de Miami. Desde hace un tiempo algunos advirtieron cómo Miami se ha ido convirtiendo cada vez más en un régimen que le rinde culto al tirano y, según otros, que está controlado por devotos batistianos.
A diferencia de hace 30 años, hoy, me afirman fuentes de esa ciudad, es imposible ni siquiera criticar a Batista en los medios masivos miamenses. Poco a poco se empezaron a organizar celebraciones nada discretas de fechas batistianas en mansiones de Coral Gables, los congresistas Díaz-Balart han elogiado en público la obra de la dictadura de Batista, a la cual su abuelo y su padre sirvieron en altos cargos y ya no se evitaba discutir quién fue el padrino de bautizo del congresista republicano por la Florida, Lincoln Díaz-Balart.
Curiosamente todo esto se vio incrementado desde la gestión y aprobación en 1996 de la Ley Helms-Burton, la que llamaban en los pasillos del Congreso norteamericano "The Bacardí Bill" o La Ley Bacardí. En esta se incluyó una especie de "truquito" semántico-legal que permitía a todos los batistianos que escaparon de Cuba el 1 de Enero de 1959 "reclamar" sus propiedades en una hipotética Cuba ocupada por las tropas norteamericanas.
Pero primero, ¿qué se entiende por "batistiano"?
Batistiano es alguien que sigue y rinde culto a la obra de Fulgencio Batista y Zaldívar, quien, para solo citar una valoración no cubana, fue "uno de los dictadores más sangrientos y corruptos de América Latina", según un documental sobre la Mafia y Cuba, producido y transmitido por el canal norteamericano History Channel.
Los cubanos sabemos el porqué de la afirmación anterior. La verdad es que sabemos mucho más que eso.
Pero en Miami, el régimen que controla esa ciudad o no lo sabe o está tratando de cambiar la historia.
Veamos solo algunos de estos hechos:
El diario El Nuevo Herald describía en un artículo sobre el renovado interés histórico en la figura de Batista, "los hechos ocurridos el 14 de enero del 2001, una misa convocada en la iglesia San Juan Bosco de Miami para honrar al ex gobernante (Batista) en el centenario de su nacimiento".
Y agregaba dicho diario:
"Grupos de exiliados han seguido conmemorando otras fechas vinculadas a Batista, como los aniversarios del 4 de septiembre de 1933, cuando el entonces sargento encabezó una revuelta militar que lo catapultó a la historia de Cuba y llevó a la renuncia del presidente provisional Carlos Manuel de Céspedes."
Pero siguiendo con esta resumida relación de hechos, en julio del 2002, el entonces gobernador Jeb Bush nominó a Raúl García Cantero Batista, nieto de Batista, para el puesto de Juez de la Corte Suprema de la Florida. El sr. Cantero había previamente descrito a Orlando Bosch en la radio de Miami como "un gran patriota cubano".
El Nuevo Herald también reportaba que "en el 2005, los herederos de Batista donaron a la Cuban Heritage Collection de la Universidad de Miami miles de documentos —cartas, fotos, manuscritos, recortes de publicaciones, libros, revistas— que cubren fundamentalmente sus años de exilio, desde 1958 hasta 1973".
De algunos de estos documentos, donde por cierto se afirma por quienes los han consultado, que no aparece prácticamente nada sobre el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, se pueden leer dos citas reveladoras:
La primera es un pensamiento de Batista sobre lo que era la contrarrevolución cubana y que tiene hoy plena vigencia, cuando le escribió a Eusebio Mujal ex secretario general de la batistiana Confederación de Trabajadores de Cuba desde Estoril, Portugal, el 15 de abril de 1967: "A veces los grupos, que ya forman ramilletes, son simbólicos e instrumentos de dos o tres personas interesadas en destacarse, o de ansiosos o desesperados que a su vez son aprovechados para sumar factores a la dispersión". No cabe duda, conocía bien a esta mafia que hoy lo trata de reivindicar.
La otra nos descubre algo bien simbólico. Fue Batista en persona, de su gran fortuna robada al pueblo de Cuba, quien pagó por levantar en Miami el monumento a la Brigada mercenaria invasora de Playa Girón. Se lee en uno de estos documentos, una carta de 1971, donde la junta directiva de la Brigada 2506 le escribió desde Miami para darle gracias por su "valiosa donación económica", que permitió levantar el Memorial de la Calle Ocho.
A confesión de parte, relevo de pruebas. Era "su Brigada", la de los batistianos que aspiraban a recuperar sus privilegios y poderes y por eso les pagó su Memorial.
El 7 de octubre del 2006 se celebró el funeral de la viuda de Batista, Martha Fernández de Batista, el diario Palm Beach Post lo describió así: "Entre los dolientes estaban descendientes de los dueños de plantaciones azucareras, políticos y militares de la Cuba pre-Castro".
El resto de lo que está pasando se veía venir.
El Nuevo Herald reporta que "en el 2006, el historiador cubanoamericano Frank-Argote Freyre publicó (el libro) Fulgencio Batista: From revolutionary to strongman (De revolucionario a hombre fuerte).
Y acto seguido, este historiador del régimen de Miami, dejaba en el Herald bien clara su posición: "Uno de los mitos de la Revolución es que Batista fue un demonio"... "Su mente era muy sutil, entendía el poder y los mecanismos para manejarlo... Hace tiempo debíamos haberlo visto con ojos más históricos y menos apasionados".
Pero "la orientación" de "reescribir" la historia de Batista para "glorificarlo" continuaba ejecutándose a la perfección.
En mayo del 2006, Emilio Ichikawa realizó y publicó en Miami una extensa entrevista al hijo mayor de Batista, Fulgencio Rubén (Papo) Batista, quien falleció el pasado año.
En estos fragmentos, más allá de una relación padre-hijo, afloran claramente los objetivos reales de la misma:
Fulgencio Rubén "Papo" Batista: "A mi padre lo hicieron casi una personificación del mal. Y el acoso fue internacional. Pero el problema ya no era solamente ser batistiano, sino ser "proclive" a Batista... La suerte es que ya hay historiadores desprejuiciados en el exilio, y quiera Dios que también dentro de Cuba, que pueden analizar los hechos... Esa objetividad ya la empiezo a percibir en el ámbito de la academia americana. Se comienza a estudiar la época de Batista sin prejuicios."
Pregunta: Si UD. tuviera que definir la posición política de Batista, en general, ¿cómo lo haría?
"Papo" Batista: Un día yo le pregunté eso mismo a mi padre. Él se consideraba un hombre de centro; con mucha sensibilidad por los más necesitados, por las clases menos favorecidas...".
"Hace algún tiempo se me preguntó qué hecho consideraba como más importante en la historia de Batista, mi padre. Contesté que aunque importantes habían sido sus obras públicas, su labor educacional y sanitaria, su impulso a la economía (sobre todo en su segunda etapa) y las leyes sociales que había implementado, lo que más admiraba era cómo había encaminado el proceso institucional que culminó con la Constituyente de 1940...".
Por otra parte El Nuevo Herald agrega que: "En España, el joven periodista Gregorio León obtuvo el X Premio de Novela de la Ciudad de Badajoz en el 2007 por ‘Murciélagos en un burdel’, inspirada en el fallido asalto al Palacio Presidencial en 1957 y donde recrea la personalidad del general golpista".
"Quitarle a Batista la etiqueta de dictador es tan difícil como borrar un tatuaje. No podía describirlo como el sanguinario que ha trazado el régimen cubano históricamente ni tampoco llevármelo al otro extremo", agregó el premiado novelista para curiosamente, casi repetir, el mensaje que ya había lanzado el "historiador" Frank-Argote Freyre.
Y finalmente se confirma algo, que ya había sido revelado en el programa Radio Miami, de la emisora radial de esa ciudad WOCN y que algunos allí comentaron que era una invención dirigida a dañar la imagen de la escritora de origen cubano Zoe Valdés.
En el reciente trabajo, antes citado, del Nuevo Herald sobre el "nuevo interés histórico" en Batista, se puede leer:
"En París, la escritora Zoe Valdés prepara una novela sobre el ‘penúltimo dictador cubano’, de la cual se limitó a decir que abarca desde Quintín Banderas hasta la muerte de Batista.
"Me parece (explica Zoes Valdés) que ha pasado mucho tiempo, y que la figura de Batista comienza a engrandecerse, comparado con Castro no fue el dictador que se dijo, hizo mucho bien a su país por un lado, y vivió un exilio digno, hasta su muerte."
La dictadura de Batista en términos de asesinatos, represión, corrupción y otros males fue el horror para Cuba y dejó una profunda huella de dolor entre los cubanos (Granma tratará mañana el tema ¿Qué fue la dictadura de Fulgencio Batista).
Los hechos, hay más que los aquí descritos, hablaran por sí solos, y nos permitirían determinar qué está pasando: ¿Es ignorancia del régimen de Miami o un intento de rescribir de manera tergiversada la historia?
Aquí están, repito, solo algunos de los hechos, para que como siempre les pido, saque usted sus propias conclusiones.
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