jueves, julio 02, 2015

Cómo Stalin armó la contrarevolución



A 70 años de la Segunda Guerra Mundial

Se cumple el 70° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. En mayo de 1945, con la caída de Berlín a manos del Ejército Rojo, terminó en Europa. En agosto -luego de tirar los yanquis bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki- con la rendición de Japón, en Asia.

Ha sido la oportunidad para conmemoraciones y balances de diverso tipo. Uno particular hacen formaciones políticas argentinas neoK y frentepopulistas: reivindican del papel que jugo Stalin.
El PCR critica a Fidel Castro porque sacó una posición saludando la gran lucha librada por el pueblo soviético contra el nazismo "pero sin nombrar a Stalin" (Hoy, 13/5). "Es una gran injusticia" dicen los autoproclamados maoístas argentinos.
El PC tiene similar posición. En un acto conmemorativo, su secretario general Echegaray, planteo: "al frente de la heroica resistencia que logro vencer al nazismo, estuvo el Partido Comunista soviético liderado por Joseph Stalin y que, más allá de los enfoques críticos que podamos tener sobre su papel en el proceso revolucionario, en el tema de la guerra jugó un papel que no puede ser ignorado y menos menoscabado" (Propuesta, 14/5).
Página 12 destaco un artículo de Atilio Borón, camarada de ruta del PC y su política de apoyo crítico a los K: "A 70 años de la caída del fascismo alemán... estamos en condiciones de iniciar una discusión seria sobre la Segunda Guerra Mundial, sacando a luz el aporte decisivo de la URSS y proponiendo una aproximación rigurosa a la figura de Stalin, cuyos crímenes son harto conocidos pero que no alcanzan a eclipsar por completo los aciertos que habría tenido en la conducción de lo que los rusos llaman ‘La Gran Guerra Patria'".

¿Errores? No: política contrarrevolucionaria

Aunque reconocen "errores" de Stalin no caracterizan el papel contrarrevolucionario que jugo su dictadura en el proceso soviético. Fue el gran verdugo del Partido Bolchevique. En 1940 había eliminado-asesinado todo el Comité Central que dirigió la revolución de 1917; sólo quedaban vivos Stalin y Trotsky (desterrado de la URSS). Y Stalin lo mandó matar en su exilio de Méjico. Son millones los comunistas asesinados y enviados a los gulags (campos de concentración creados antes que Hitler en Alemania).
Stalin llevó sus purgas a todos los niveles. En 1936 -como parte de un acuerdo con Hitler- asesinó a toda la jefatura del Ejército Rojo, dejando al mismo descerebrado. Fue un elemento no menor para que Hitler se animará iniciar la Guerra Mundial: la falta de operatividad del ejército soviético.
¿Stalin fue el líder de la guerra? Su ceguera política -deshechaba un análisis de clase marxista- lo llevó a desoír las advertencias de sus principales espías de la inminencia del ataque nazi a la URSS (Sorge en Japón, la ‘orquesta roja' en Alemania, etc.). Una vez iniciados los ataques, Stalin seguía creyendo que era información falsa. El desastre que sobrevino fue tremendo. Todo el ejército se desmorono y los nazis llegaron rápidamente a las puertas de Moscú. El avance alemán fue al principio bien recibido por los pueblos oprimidos por la burocracia. Pero al ver que estos eran tan o más salvajes que el stalinismo y que encima venían a restaurar la propiedad latifundista y capitalista, comenzó a crecer la resistencia soviética. Los ‘errores' del ‘gran mariscal' el pueblo soviético lo pago muy caro: la URSS perdió más de 20 millones entre soldados y civiles; los alemanes se desangraron con 7 millones de bajas con más años de guerra y en todos los frentes. El triunfo soviético se debe a la propiedad pública de los medios de producción que con una planificación centralizada fueron trasladados a los Urales, trabajando a toda maquina para proveer de incesante armamento al heroico pueblo.

Contra la revolución en la postguerra

Atacada la URSS, Stalin acuerda con las potencias imperialistas aliadas (Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos) enfrentar a Hitler. Pero se compromete a frenar todo proceso revolucionario durante y después de la guerra. Es sabido, la guerra es partera de la revolución socialista: la primera es producto de la crisis capitalista, la segunda la salida revolucionaria a la barbarie de esa crisis.
Por pedido de Churcill, Stalin disolvió la Internacional Comunista como garantía de que abandonaba definitivamente el apoyo a la revolución.
En el transcurso de una guerra interimperialista por el dominio de los mercados, el deber de los revolucionarios es impulsar la revolución. Fue lo que plantearon e hicieron Lenin y Trotsky en la Primera Guerra Mundial. Para el PCR en cambio la guerra que "comenzó como una confrontación entre las potencias imperialistas... se transformó a partir... de 1941" cuando Alemania invade la URSS "en una guerra mundial antifascista". Para Echegaray (PC) también "sólo la alianza del capitalismo y el comunismo contra el fascismo permitieron salvar la democracia". La lucha de clases para abolir al capitalismo fue reemplazada por el enfrentamiento entre democracia y fascismo. Como si la democracia imperialista no fuera también un Estado de opresión y barbarie no sólo sobre su clase obrera, sino contra los pueblos coloniales del mundo. El PCR se suma a la política concreta del stalinismo criollo que se puso en la década del '40, del lado de la Unión Democrática contra la deformada resistencia nacional del peronismo. Echegaray se queja: "lamentablemente, para los antifascistas argentinos fue particularmente duro" que Argentina no entrara en guerra -como "hicieron Brasil y Colombia que enviaron tropas al frente europeo". El PC actuó en el movimiento obrero como quintacolumna de la burguesía imperialista: sabotaje a la histórica huelga de la carne, etc. Ambas vertientes -PC y PCR- tienen un origen histórico stalinista común.
La derrota fascista encontró a Stalin en su principal papel contrarrevolucionario, pactando con el imperialismo ‘democrático' la contención de la revolución. El PC afirma que "se lograron varias décadas sin guerras mundiales y la abrumadora mayoría de colonias y países dependientes iniciaban el camino a su independencia política". Stalin se opuso a la extensión de la revolución: en China y en Yugoslavia: los PC tuvieron que romper con el mismo para enfrentar a la burguesía y al imperialismo y tomar el poder. En Italia (ver PO anterior), en Francia, en Grecia, etc., los PC stalinistas desarmaron a las masas e integraron gobiernos de "unidad nacional" con la burguesía, gran parte de la cual había sido pronazi. El bloqueo central fue la política llevada sobre Alemania para dividirla e impedir el desarrollo de la lucha de clases y la revolución. Una política conciente. "El mejor alemán es el alemán muerto" decía un propagandista stalinista. Ocupadas zonas por el Ejercito Rojo se envío sectores atrasados a saquear y violar mujeres para que no hubiera posibilidad de confraternización revolucionaria. Disolvieron los comités antifascistas que se creaban a medida que se desmoronaba el Reich.
Lo mismo con la revolución colonial. El PC stalinista francés apoyo el intento de mantener el dominio imperial sobre Viet Nam y Argelia, etc. Los avances revolucionarios de postguerra se lograron superando la política contrarrevolucionaria ‘democrática' del stalinismo. Ejemplo contundente fue el triunfo de Fidel y el Che en Cuba enfrentando la oposición del PC stalinista, partidario de un gobierno de unidad con la burguesía.
La emergencia de la campaña electoral en marcha impide desarrollar en lo inmediato cursos o charlas sobre la Segunda Guerra que muestren el carácter contrarrevolucionario del stalinismo.
No es casual que el PC que apoya al frente K, como el PCR que integra el Frente Popular de centroizquierda, aprovechen el aniversario para reivindicar a Stalin. No solo para defender una trayectoria contrarrevolucionaria. Es un ataque contra el ascenso del Frente de Izquierda, que plantea un camino de independencia política para los trabajadores.

Rafael Santos

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