viernes, octubre 09, 2020

Consejo Económico Social. Del ´gran acuerdo nacional´ a una mayor fragmentación

La convocatoria de parte del Gobierno a una reunión del gabinete con distintos sectores productivos, entre empresarios de la UIA, sindicalistas de la CGT y la CTA y referentes de los movimientos sociales, quedó lejos de la agenda del "Consejo Económico y Social" ideado por la Secretaría de Asuntos Estratégicos. Los "asuntos estratégicos", pergeñados por Gustavo Beliz, quedarán para mejores tiempos – si es que llegan.
 La convocatoria a esta reunión es una respuesta a la agenda en discusión entre las patronales agrupadas en la AEA (Asociación Empresaria Argentina) y la CGT. Este esquema de acuerdo patronales-burocracia, prendió la alarma de una tentativa de gobierno paralelo en la sombra, que buscaría forzar un cambio de gabinete. "Como nunca antes en los casi diez meses que lleva de gestión, la CGT condicionó su alianza con Alberto Fernández. ‘Es necesario desideologizar la agenda y ocuparse de los temas que preocupan a la gente’", lo despidió al Presidente uno de los seis sindicalistas que lo visitaron en Olivos, hace tres semanas. A los pocos días el proyecto de reforma judicial se había desinflado, pero el oficialismo resolvió avanzar a ritmo de machete con el recorte de fondos a la ciudad de Buenos Aires y con el desplazamiento de sus cargos de tres jueces que investigaron a Cristina Kirchner en casos de corrupción" (La Nación, 3/10). 
 En una línea de ‘deskirchnizar’ parcialmente al gobierno, la burocracia impulsa que Alberto Fernández sea ungido presidente del Partido Justicialista: "El día de la lealtad cegetista tendrá un mensaje adicional, personal y político: mostrará una comunión de dirigentes sindicales dispuestos a conformar el albertismo. Le insistirán en que conduzca el partido. Y fundamentalmente a ellos. El operativo es claro y lo terminó de consolidar el RucciGate de estos días. No se sienten cómodos como pares del kirchnerismo y necesitan una vía de escape" (Infogremiales, 27/9). Los empresarios advierten una balcanización de las paritarias; la de Comercio introdujo el método sumas fijas no remunerativas.
 La Mesa de Enlace, no ha particpado de estos enjuagues, porque advierte una coalición contra las patronales sojeras. Los medios interpretan que "el acuerdo de la Casa Rosada es con los aceiteros, que tienen para liquidar divisas y generan el empleo, y no con los chacareros". Nada de todo esto ha bajado la presión sobre contra el peso: a la corrida cambiaria se suma el inicia de una corrida bancaria, indiferente al aumento de la tasa de interés establecida por el Banco Central. 
 Acevedo, de la Unión Industrial, declaró que "cualquier empresario sabe que hay una caída del poder adquisitivo claramente, pero también hay una pandemia que nos está haciendo tener unos costos enormes". Y agregó: "Vamos a tener que discutir sector por sector para ver cómo hacemos para salir, porque necesitamos bajar la inflación y dar mayor poder adquisitivo para que haya consumo". (Infogremiales, 6/10) El "Gran Acuerdo Nacional" se achica una colaboración de clase, entre patrones y burócratas a nivel sector.
Ni el salario, ni la vivienda, las medidas sanitarias frente a la pandemia, ni la defensa de las jubilaciones, ni el Impuesto a las Ganancias, fueron parte de la reunión de Gabinete ampliado; ni figuró entre los planteos de los que participaron en calidad de representantes de los trabajadores. 
 El inmovilismo político atrapa al conjunto de las fuerzas en disputa dentro del régimen político. Entre los desacuerdos acerca de una salida, de un lado, y el ‘temor’ a un ‘estallido social’ del otro, el ‘gradualismo’ de Guzmán y los ‘parches’ de Pesce desgastan la gestión política de los Fernández. Mientras Kirstalina Georgieva, del FMI, dice que esta vez no vienen por un ajuste, en Ecuador anuncian aumentos del IVA y una reforma laboral, como fue pactado con el FMI. 

 Pablo Busch 
 08/10/2020

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