Nuevas lecciones de Fidel Castro

Por Noel Manzanares Blanco

El pasado miércoles 16 de enero la prensa nacional y extranjera se hizo eco de la Reflexión del Presidente Fidel Castro titulada Regalo de reyes (www.granma.cu), de la cual se puede extraer, entre otras, cinco lecciones para el hoy y el mañana:

1ra.- Sin temor a equívocos, existe un galopante proceso de derechización en la Administración del “Norte revuelto y brutal”, sobre la base de que el neofascista mandatario yanqui, George W. Bush, el continuador de Hitler, a tono con la Declaración de Principios del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano (3/6/97, ver en: www.suracapulco.com.mx) sustenta la macabra necesidad de incrementar significativamente los gastos de defensa. El fantasma de Irán viene como anillo al dedo para justificar las apetencias del complejo militar industrial de su país. Y lo peor, de acuerdo con declaraciones de aspirantes a principal inquilino de la Casa Blanca, tanto por el Partido Demócrata como por el Republicano, la esencia de la bushiana política exterior del Águila Imperial acusa persistencia. Ello constituye una alerta, sobre todo para los pueblos más desposeídos, y Cuba no es la excepción.

2da.- Queda confirmada la certeza de denunciar la desatinada pretensión de convertir fuentes de alimentos en biocombustibles, mucho más si se hace desde la perspectiva de estudios poco sospechosos de ser revolucionarios, ni siquiera anticapitalistas. En consecuencia, vale la pena examinar qué se expone en ¿De nuevo "petróleo por alimentos"?, firmado por el destacado Profesor estadounidense Paul Kennedy (www.elpais.com, 6/1/08), un artículo que revela las advertencias del compañero Fidel desde por lo menos tres lustros atrás. Asimismo, de utilidad resulta meditar en la valía del trabajo El fin de la comida barata, rubricado por Jahir Lombana en las páginas de The Economist el 13/12/07 (puede verse en: www.expreso.ec) donde se halla cómo se ha disparado el precio de los alimentos, algo sencillamente inalcanzable-insoportable para los pobres de la Tierra. En correspondencia, hay que luchar, luchar y luchar.

3ra.- El presente-futuro sombrío panorama que vive la inmensa mayoría de personas en el mundo, específicamente quienes habitan al Sur del Río Bravo, convierte en imprescindible apostar a la integración-unión de los pueblos al estilo de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) en contra del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y sus variantes nombradas Tratados de Libre Comercio (TLCs) a nivel bilateral, so pena del abrazo con el mismísimo pandemonio. En este escenario, ¡qué bueno sería que Argentina y Brasil devinieran reservorio alimenticio de los árboles ubicados en fila para impedir el paso del gigante de las siete leguas!

4ta.- Sus sabios consejos a los revolucionarios más jóvenes en el sentido de la exigencia máxima y disciplina férrea, sin ambición de poder, divorciados de la autosuficiencia, ausentes de la tentación a vanagloriarse ante los éxitos; así como la conveniencia de atentar contra métodos y mecanismos burocráticos, repudiando las simples consignas; amén de conducir apoyados en la ciencia y la computación, al tiempo que sean constantes en los ejercicios físicos y mentales. Puntualmente, enseña: “Cuídense en especial de los que inventan empresas del Estado con cualquier pretexto y administran después las fáciles ganancias cual si hubiesen sido capitalistas toda la vida, sembrando egoísmo y privilegios. [Sean] dialécticos y creadores. No hay otra alternativa posible”. Se trata de una suerte de versión de complemento al concepto de Revolución expuesto por el Comandante en Jefe en su discurso el Día Internacional de los Trabajadores, hace más de siete años (www.cuba.cu 1/5/00).

5ta.- El ajuste al principio marxista de distribución en las condiciones de una sociedad que construye el Socialismo, a saber: “a cada cual según su trabajo; a cada cual según su capacidad”. De ahí la necesidad de no regalar nada a los que pueden producir y no producen o producen poco y, en su defecto, premiar el mérito de los que trabajan con sus manos o su inteligencia. “Si hemos universalizado los estudios superiores, debemos universalizar el trabajo físico simple, que ayuda por lo menos a realizar parte de las infinitas inversiones que todos demandan, cual si existiera una enorme reserva de divisas y de fuerza de trabajo” –advirtió, quizás con el referente de la necesidad de pensar y actuar con los pies bien ubicados en el contexto histórico concreto.

He aquí un aliento más en nuestro empeño de edificar la invulnerabilidad de la Revolución Cubana.