miércoles, enero 23, 2008

LOS NÚMEROS EN ROJO

MENSAJE DE LA 36

Todo es cuestión de proporciones, la cantidad a la larga se transforma en calidad.

La Mesa Política del Frente Amplio no se anima a celebrar el próximo Aniversario de esa fuerza política el 5 de febrero, por temor al fracaso de la convocatoria.
Tampoco tuvieron ánimo para condenar la masacre del ejercito israelí Thazal y el bloqueo al pueblo palestino de la Franja de Gaza y Cisjordania.
El Gobierno festeja el informe de la Organización no gubernamental Green Cross que dirige el ex presidente de la ex Unión Soviética, Mijail Gorbachov.
La ONG de Gorbachov divulgó un informe ambiental sobre la producción de la empresa Botnia en el que estableció que en los primeros 20 días de funcionamiento la planta de celulosa ubicada en Fray Bentos no afectó el aire ni causó daño ambiental en Gualeguaychú.

¿Cómo no vamos a confiar en la palabra de Gorbachov?
Aquel mismo hombre que decía “la Perestroika es más revolución, es más socialismo”.
Nadie ha hecho tanto por el capitalismo en el mundo como este señor y hasta estas costas llega a cumplir su misión a favor de los grandes monopolios imperialistas.
¿Quién puede pensar que se puede medir la contaminación a los veinte días, de haber comenzado la producción?
Es como si se intentara demostrar el daño del cigarrillo después de haber fumado los primeros veinte cigarros.
El cambio de calidad del medio ambiente surgirá a través del tiempo en base a la cantidad o sea a la acumulación.

Tampoco se aprecian por el momento las consecuencias en nuestra humilde y débil economía de la crisis económica y financiera mundial.
Pero al mediano y largo plazo se harán sentir los coletazos de la grave crisis del capitalismo.
Una crisis que los gobernantes uruguayos y los dirigentes progresistas intentan disimular y bastardean con sus mentiras diarias acerca de los avances y el supuesto crecimiento de la economía uruguaya.
Por esos días está de moda por ejemplo que los ministros y principales dirigentes progresistas realicen declaraciones desde los balnearios del este.
Supuestamente la temporada turística está siendo un éxito, por lo que no influyen las medidas de fuerza de los ambientalistas argentinos.
Se habla de que los hoteles están repletos, las inmobiliarias han alquilado a precios excelentes, no para de llegar turistas brasileños y argentinos y cosas por el estilo.
¿Pero sabemos nosotros en realidad quienes no viajamos a Punta del Este, de qué se está hablando, de qué cantidades, de qué proporciones?

Para tener una idea de lo que es turismo, y de cuales son las proporciones en el mundo, escuchemos por ejemplo esta noticia que aparece en el diario El Mundo de España:
España recibió durante el pasado año 59 millones, doscientos mil turistas extranjeros, lo que supone un incremento del 1,7% frente a los 58,2 millones del 2006, según datos recopilados por Frontur y facilitados por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Los gastos totales realizados por esos turistas aumentaron un 4,3% hasta noviembre, al situarse en 46.968 millones de euros, con una media por turista de 865 euros, 1,4% de crecimiento y una media diaria de 94 euros por persona, 4,6% de incremento.
Reino Unido y Alemania siguen siendo los mercados emisores que mayor número de turistas aportaron en el 2007 a España, aunque en el primer caso se produjo un crecimiento de tan sólo un 0,5% y en el segundo incluso hubo un descenso del 0,7%.

En cuanto al resto de mercados emisores, destacan el buen comportamiento de los turistas estadounidenses y de los países nórdicos, que incrementaron un 22% y un 11,9%, respectivamente.
El estudio también señala que con pesos inferiores, el resto de mercados protagonizaron “un buen comportamiento”.
El destino preferido fue Cataluña, al alcanzar los 15,2 millones de turistas, un 1,6% más.
A continuación se situaron el archipiélago balear, con 10,2 millones de llegadas, Canarias y Andalucía, con 9,4 y 8,6 millones de turistas, respectivamente, y Comunidad Valenciana, que alcanzó los 5,5 millones de turistas.
Pareciera que Galicia donde está radicada la industria de celulosa es la que menos turistas recibió.
Así van a terminar igual que Galicia, esos pueblos uruguayos y argentinos que viven a las márgenes del río Uruguay.
Pero para eso habrá que esperar ocho o diez años hasta que aparezcan los primeros sábalos panza arriba.

Los turistas que llegaron a España sin haber contratado un paquete de viaje alcanzaron el 67,7%, hasta los 40 millones de personas, un 7% más. Aquellos que sí lo contrataron, por su parte, fueron 18,7 millones, una cifra un 7,9% inferior a la registrada el año pasado.
La mayoría llegaron por avión, opción elegida por un total de 44,3 millones de visitantes, el 74,9% del total, con un crecimiento del 4,4%.

Por carretera llegaron 13 millones de turistas, lo que supone un descenso del 5,3% en relación al año anterior.
Un 64% del total de turistas se decantó por alojarse en un hotel, un 4,5% más. Por su parte, el alojamiento extra hotelero, vivienda propia o de familiares, vivienda alquilada, camping, registró un descenso del 2,7% con respecto al ejercicio anterior.

Llama mucho la atención además -pese a estar en vacaciones y por tanto plenos de un espíritu festivo que proviene desde las navidades y se extenderá hasta el entierro de Carnaval- lo poco y nada que se comenta de la crisis económica y financiera del capitalismo mundial.

Con escasos conocimientos de nuestra parte a falta de economistas sesudos y de izquierda, igualmente debemos dar a conocer por lo menos las noticias y la información.
No sea cosa que usted un día se despierte, y le hayan subido los alimentos, los alquileres, los medicamentos, la luz, el agua, y el teléfono y piense, “y nadie me dijo nada”.
En enero del 2008 hubo un “lunes negro”.

La decisión de la Reserva Federal de reducir drásticamente los tipos de interés ha revitalizado a los parqués europeos, que han recuperado el tiempo perdido en la funesta jornada previa, o al menos han suavizado sus pérdidas. Sin embargo, esta tendencia no ha acompañado a una Bolsa de Nueva York con pérdidas moderadas.
Europa ha conseguido recuperar parte del terreno perdido en la víspera. El Ibex resistió el envite al cerrar con una subida del 1,69%, hasta los 12.839 puntos, mientras que el FTSE londinense repuntó al acabar la sesión un 2,9%.
A su vez, el CAC parisino ganó un 2,07% y el Mibtel italiano obtuvo un 1,18%. Sólo el DAX de Frankfurt ha cerrado a la baja tras perder un 0,31%.

La Bolsa alemana ha pagado las caídas del sector eléctrico, que tienen un peso superior en relación con otros parqués del continente, y de Deutsche Telekom, que se ha dejado un 3%.
Esto ha provocado que un “20% del índice se movió fuertemente a la baja”, según Alberto Roldán, analista de Inverseguros.

Por su parte, en la Bolsa de Nueva York siguen pesando más los temores a la recesión económica de Estados Unidos que las medidas de rescate anunciadas por el Gobierno y el banco central estadounidense.
El Nasdaq cae cerca de un 2,4%, mientras que el Dow Jones se dejaba un 1,1%, y el SP&500, un 1,8%.
La evolución de la jornada tampoco dibujaba un panorama halagüeño para los inversores estadounidenses. A la volatilidad europea se ha sumado el fuerte retroceso registrado por las Bolsas asiáticas.

La Casa Blanca ha anunciado que su paquete de medidas fiscales será más flexible para adecuarse a la evolución de la crisis, explicó el secretario del Tesoro, Henry Paulson.
Ben Bernanke, presidente de la Fed, ha señalado que las dificultades aún sobrevuelan en la economía estadounidense en forma de un endurecimiento de los créditos para las compañías y los hogares y un mayor deterioro en otras condiciones financieras más amplias.
“Las tensiones en los mercados de fondos a corto plazo se han aliviado un poco”, recoge el comunicado de la Fed, pero persisten los coletazos de una crisis hipotecaria nacida de los impagos de hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, un suculento negocio que ahora hace mella en los resultados de grandes bancos e inmobiliarias.

La Reserva Federal de Estados Unidos ha adelantado por sorpresa su decisión de rebajar los tipos de interés tres cuartos de punto y ha dejado el precio del dinero en el 3,5% para atajar la crisis que se abate sobre la primera economía mundial y evitar un crack bursátil.

En medio de temores de una recesión en Estados Unidos, y tras dos jornadas de derrumbes en los mercados financieros globales, ésta es la primera vez desde los atentados terroristas de septiembre de 2001 que la Reserva Federal baja la tasa de interés fuera de sus reuniones habituales.
El Comité ha decidido tomar esta drástica e histórica decisión, tampoco nunca antes había rebajado en 0,75 puntos los tipos, en vista del debilitamiento de las perspectivas económicas y el incremento de los riesgos sobre el crecimiento.

En concreto, la entidad presidida por Ben Bernanke ha señalado que, aunque las tensiones a corto plazo en los mercados de financiación se han aliviado en cierto modo, las condiciones financieras más amplias han continuado deteriorándose y el crédito se ha endurecido aún más para algunas compañías y hogares.
Además, la Fed ha indicado que los datos actuales muestran una profundización de la corrección en el mercado inmobiliario, así como un cierto debilitamiento del mercado laboral.

“Los riesgos apreciables sobre el crecimiento se mantienen. El Comité continuará valorando los efectos financieros y otros factores en las perspectivas económicas y actuará de forma oportuna de la manera que sea necesaria para hacer frente a esos riesgos”, ha afirmado la Fed.
El Comité también ha señalado que prevé que la inflación se modere en los próximos trimestres, aunque afirma que habrá que seguir vigilando su desarrollo.
La histórica decisión de bajar los tipos de interés ocho días antes de la fecha prevista para hacer pública la medida contó con el apoyo de 9 miembros del Comité y la oposición del gobernador William Poole, quien ha considerado que las actuales condiciones de la economía no justificaban esta medida, mientras que el gobernador Frederic S. Mishkin no estuvo presente en la votación.

El estado de ánimo de los mercados en el día posterior al lunes negro está completamente preso de la inestabilidad por la gran cantidad de noticias cruzadas desde diferentes partes del mundo, pero en las que sigue presente el temor a una recesión en Estados Unidos.
En medio de esa histeria, la Reserva Federal de Estados Unidos trató de evitar la debacle y bajó antes de la apertura de Wall Street un 0,75 punto porcentual la tasa de interés. La jugada parece haber cumplido parte de su objetivo: el panorama es mucho mejor al de ayer y al de las primeras horas de hoy, cuando amagaba con repetirse la debacle. Nueva York recortó sus pérdidas iniciales.

La mañana estuvo marcada por la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos, el equivalente en ese país al Banco Central, de salir a jugar fuerte con una drástica e imprevista reducción de las tasas de interés. En un comunicado difundido esta mañana antes de la apertura del mercado, la Fed informó una baja de la tasa de referencia de corto plazo. Nada menos que 0,75 punto porcentual, para dejarla en un 3,5%.
Es la mayor rebaja en más de 23 años.

Esta disposición de la Fed apuntó, en momentos en que crecen los temores a una recesión en Estados Unidos, a disminuir los intereses que se pagan por los créditos para darle más impulso a la economía.
Es una herramienta usada habitualmente para tranquilizar a los operadores, aunque hay dudas de que alcance a frenar una crisis de confianza como la actual.

Wall Street, que ayer no operó porque se conmemoró el día de Martin Luther King, se hizo eco en las primeras operaciones del miedo sobre la economía estadounidense. El índice Dow Jones, el más importante del mercado, llegó a merodear pérdidas del 4%. Pero después se acomodó cerca del 1%.

Tras las históricas pérdidas del lunes, de un 7% de promedio, las bolsas europeas iniciaron sus operaciones en terreno otra vez negativo. Tuvieron un indicio de recuperación con el correr de la rueda, y más aún con el anuncio de la Fed. Luego, el temor a una apertura negativa en Wall Street, que la realidad terminaría por verificar- volvió a llevar todo a números rojos. El sprint final mostró una mayoría de números positivos, con un promedio de 1,4%.

Desde el fatídico 11 de setiembre, las Bolsas mundiales no han vivido un “crash” como el de este lunes negro. Las turbulencias financieras y la decepción mostrada por los inversores ante el plan de George W. Bush para reactivar la economía de Estados Unidos están arrastrando las principales Bolsas europeas. Madrid ha llegado a derrumbarse un 7%.

El desplome del FTSE 100 de Londres se acerca al 4%, mientras que el del Dax de Fráncfort es del 6% y el del Cac de París del 5,5%.
Nada más arrancar la jornada, el rojo se ha extendido prácticamente por todos los valores del Ibex 35 y, a media sesión, las caídas del selectivo han llegado hasta el 7%, perdiendo el nivel de los 13.000 puntos.
No obstante, una hora después, los descensos se moderaban y hacia las 15.00 horas el índice de Madrid cedía un 5%.

Europa está “descontando un ajuste negativo” en las Bolsas americanas, pese a ser hoy festivo al otro lado del Atlántico.
Estados Unidos cada vez se tiene “más certeza de que el país está en una recesión”.
De hecho, este fin de semana hubo noticias “poco alentadoras”, que hablaban de “fuertes ajustes” en consumo como consecuencia de las “oleadas” de despidos que se prevén en el país. “A eso hay que unir”, continúa, “las rebajas de rating sufridas por algunas entidades aseguradoras de crédito, que han vuelto a disparar las alarmas en el sector financiero”.

Asia también se ha contagiado del escepticismo sobre el plan Bush. Así, el Hang Seng de Hong Kong ha registrado el mayor desplome desde el 11 de Setiembre al cerrar con una caída del 5,49%, hasta los 23.818,86.
El Nikkei ha perdido un 3,8%.
El viernes, la Bolsa de Nueva York respondió a las propuestas del presidente de Estados Unidos con cierres de sus principales indicadores en rojo.
Este lunes, Wall Street no abrió por ser festivo.
Pero las preocupaciones sobre el efecto de la crisis financiera en el crecimiento mundial no sólo está dejándose ver en la primera economía del planeta, también en la segunda, advierte Juan José Fernández Figares, de Link Securities.
“Japón podría entrar en recesión dada su dependencia de la economía estadounidense”, señala.

Este martes las bolsas asiáticas no pudieron despegarse de las fuertes caídas que protagonizaron ayer y hoy volvieron a cerrar con fuertes bajas. E l índice Nikkei de Japón cerró con una pérdida del 5,65%, mientras que Hong Kong cayó un 8%.

En tanto, en Bombay y Seúl las sesiones fueron suspendidas después de descensos vertiginosos.
En Seúl, la sesión fue frenada durante cinco minutos y a su regreso la situación se recuperó ligeramente. Finalmente, su índice principal, el Kospi, acabó la jornada con una caída del 4,43%.

Ocurrió lo mismo en Bombay después de una caída espectacular del 9,75% del índice Sensex. A su regreso, la situación mejoró sensiblemente y limitó sus pérdidas al 3,47%.

Por su parte, el índice general de la Bolsa de Shanghai se desplomó el 7,22%, su mayor caída desde el pasado 4 de junio, y el de Shenzhen cayó otro 7,06%.

Europa ayer vio galopar el Oso, símbolo de los mercados en baja: las bolsas se derrumbaron y en una sola jornada se quemó la cifra fantástica de 440 mil millones de euros de capitalización.

Tras una mañana aterradora por las noticias que venían de los mercados asiáticos, el miedo a la recesión norteamericana provocó un verdadero colapso, con una caída del 5,73% del índice DJ Stoxx 600 que sintetiza la marcha de las bolsas europeas.

“Estamos de rodillas”, dijo un operador español, observando el final desastroso de la Bolsa de Madrid, que bajó 7,5%. El índice Mibtel de Milán cayó 4,85%. Hoy se espera una jornada de pesadilla en las cotizaciones italianas.

El financista húngaro George Soros dijo que “la crisis financiera es la peor desde que terminó la Segunda Guerra Mundial”.
Los que opinan que Estados Unidos, va hacia una segura recesión y Europa a una brusca frenada de sus economías son considerados quizás demasiado moderados.

“Si la Banca Central Europea no baja de inmediato las tasas de interés, también nosotros vamos a la recesión”, dijo el operador italiano Raimondo Gobbioni.

Según un operador financiero de Londres, “hay nerviosismo general en los mercados por la probable recesión y muy pocos creen en la eficacia del plan de estímulos por 145 mil millones de dólares anunciado por el presidente George Bush. Hoy la situación se exasperó por la caída generalizada de los mercados asiáticos y creo que nos estamos instalando en un pánico mundial”.

Un analista señaló que “hasta los títulos más defensivos se derrumbaron en línea con el mercado y esto indica que hay una carrera hacia las puertas de salida a la espera de las reacciones de Wall Street”.

El sector bancario y financiero estuvo en el centro de gravedad de la crisis, con las acciones que bajaban sin piedad.
Como la Societé Generale, segundo banco de Francia, que precipitó un 7,43% entre rumores de un anuncio de devaluación.

En la Bolsa de Milán tampoco resistieron sectores como el de los transportes, especialmente automovilístico, y de energía ya que se espera una caída de la demanda de petróleo y derivados.
En todas las plazas europeas la poderosa industria del lujo, verdadera especialidad europea, se derrumbó.

Hasta el director general del FMI, Dominique Strauss Kahn, estimó ayer que la crisis provocada por la desaceleración del crecimiento estadounidense es “seria” y que las bolsas “no han apreciado” las medidas anunciadas por George Bush.
“La situación es seria, todos los países del mundo sufren por la desaceleración del crecimiento en Estados Unidos, todos los países desarrollados”, declaró Strauss Kahn a la prensa después de reunirse con el presidente francés Nicolas Sarkozy en París.

No es imposible que, inclusive en los países emergentes, tenga algún efecto. Es decir, que el crecimiento sea menos fuerte que el previsto, añadió. Preguntado sobre el paquete de reactivación de 140.000 millones de dólares anunciado el viernes por el presidente Bush, el jefe del FMI consideró que “las bolsas, al parecer, no lo apreciaron. Era un poco previsible, pero el presidente Bush quiso intentar esa solución”.

Las Bolsas europeas vivieron en trance de convulsiones.
Lo que hasta ahora era contemplado por los mercados como una lejana posibilidad, empieza a ser asumido ya como una evidencia: que la economía de los Estados Unidos está a punto de entrar en recesión.
El FMI cuyo papel es dar siempre evidencias de desarrollo, fortaleza y prosperidad de las economías de los países desarrollados y de los emergentes, como les llaman a las naciones pobres, ahora reconoce que la estantería se viene abajo.
El los primero quince días del 2008 las bolsas perdieron toda la ganancia del año anterior.
En un solo día el llamado “lunes negro” los capitalistas perdieron la friolera de 440 mil millones de dólares.

Según lo declaran los propios medios capitalistas europeos durante las recesiones caen el consumo y la inversión, aumenta el ahorro y se reducen los beneficios empresariales.
De ahí que, cuando se las ve venir, las cotizaciones de las empresas en Bolsa suelan experimentar una fuerte caída que ajusta la valoración de esas empresas a las nuevas expectativas de menores beneficios.

Tras las bajadas del lunes y de los dos meses anteriores, el Ibex 35 acumula ya más de un 21% de pérdidas desde su nivel máximo, por lo que toca preguntarse cómo de profunda va a resultar la recesión norteamericana y hasta qué punto podrían seguir cayendo sus Bolsas y las europeas. Para responder, no hay más que echar un vistazo a los cien últimos años.

Los primeros indicios claros de que una recesión de la economía norteamericana asomaba en el horizonte se produjeron hace ahora justo dos años. Se trataba de una constelación de indicadores económicos y financieros que prácticamente siempre, desde la II Guerra Mundial, ha provocado una recesión: tipos de interés de corto y largo plazo al alza; curva de tipos de interés invertida lo que significa que los tipos de interés de corto plazo, como el Euríbor, son más elevados que los que se pagan a 10 años y precios del petróleo en meteórico ascenso: 400% de subida desde los 20 dólares el barril de finales de 2001, cuando la economía de los Estados Unidos estaba saliendo de la última recesión.

Las dos últimas recesiones en Estados Unidos han sido muy suaves, aunque no lo fuera tanto la caída de la Bolsa que se produjo con motivo de la última, la que duró de marzo a noviembre de 2001.
Entonces, el índice Standard&Poor's 500 sufrió una caída del 50%.
A lo largo de la historia, cada vez que los principales índices norteamericanos han experimentado caídas del 40% o el 50%, seis o siete años más tarde se ha producido otra caída de magnitud parecida ¡y ahora hace justo siete años desde que se inició el anterior ciclo bajista!.

Aunque decir eso no sea decir gran cosa, ya que la historia de tales índices es muy corta, desde 1896 para el índice Dow Jones y esa situación sólo se ha producido dos veces, en 1900, 1907 y en 1966, 1973.
Poca base, por tanto, para una generalización, aunque tampoco se disponga de nada mucho mejor a la hora de hacer previsiones.
En el primer caso la crisis fue esencialmente financiera, como ahora, y el papel de los bancos centrales lo interpretó en aquella ocasión el afamado banquero John Pierpont Morgan.
En la segunda ocasión, la crisis fue fruto de la pérdida de competitividad de las empresas norteamericanas, a lo que se sumó la crisis del dólar y la casi instantánea subida de los precios del petróleo.

Esa perspectiva nada agradable para la Bolsa norteamericana tiene de bueno que es la peor que es razonable imaginar en la situación actual. Una situación que no es, todavía, comparable con la de la Gran Depresión norteamericana, ya que los bancos centrales han aprendido mucho desde entonces y su gestión hasta ahora, a diferencia de lo que fue entonces, está resultando impecable.
Las autoridades fiscales también han aprendido y ya se aprestan a incentivar el consumo por todos los medios en los Estados Unidos por lo que, si la recesión se produce, lo lógico sería esperar que no sea de duración superior a nueve o doce meses.
Si ésas son las referencias para la Bolsa norteamericana, tendríamos que pensar y hacernos una idea de las consecuencias futuras en el corto y mediano plazo en nuestra pobre y débil economía doméstica.

VALE LA PENA DORMIR CON UN OJO ABIERTO.
Y SEGUIR DE CERCA LA CRISIS CAPITALISTA, QUE LOS PAISES IMPERIALISTAS TRATAN DE DOSIFICAR Y RESTARLE IMPORTANCIA.
Y SIN EMBARGO YA ESTÁ HACIENDO ESTRAGOS EN LAS ECONOMÍAS CAPITALISTAS.
Y SABEMOS BIEN QUE LAS CRISIS SIEMPRE LAS PAGAN LOS DE ABAJO, LOS MÁS POBRES, LOS MENOS PROTEGIDOS.
POR LO CUAL ESTAMOS SEGUROS QUE TENGAMOS ALGO QUE VER O NO, ESTA CRISIS COMO LAS DEMÁS LA TERMINAREMOS PAGANDO LOS PUEBLOS DEL TERCER MUNDO.

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