Entrevistamos a Romina Cabana, docente primaria que investigó sobre los mitos de esta gesta del pueblo jujeño y la verdad de los hechos.
LID: Cuéntanos, ¿Cómo surge este proyecto?
RC: Este proyecto surge dentro del marco del Bicentenario del éxodo jujeño, incluido
en un Proyecto Institucional en el Colegio donde trabajo.
En principio, este trabajo se desarrolló con alumnos quienes investigaron sobre el hecho histórico, a partir de diversas propuestas y estrategias de la Investigación Histórica.
Con mis alumnos investigamos diferentes aspectos que hacen al “Éxodo jujeño” como “gesta heroica” del pueblo jujeño; se analizaron documentos históricos, bibliografía de escritores jujeños, relatos orales, etc.
Si bien el producto final de este proyecto de investigación se mostró en el aniversario del Éxodo, a partir de un sitio web y un mapa virtual, este año fui convocada a participar del Encuentro “Historia y Memoria. En torno al Bicentenario de la Independencia Argentina”, organizado por la “Unidad de Investigación en Historia Regional” de la UNJu durante los primeros días del mes de junio.
Ahí presentamos nuestro proyecto de construcciones sobre la independencia desde y en las prácticas docentes, con los dos trabajos “El túnel del Éxodo” y “Las peripecias del archivo histórico de Jujuy”.
Si bien, la investigación fue realizada en forma conjunta con mis alumnos, en esta oportunidad presenté una ponencia con el abordaje pedagógico que realizo para trabajar la historia como Ciencia Social. De ahí parte mi experiencia en conocer y desmitificar muchos aspectos que rondan alrededor del Éxodo, conocer y ampliar el bagaje de conocimientos que ya traía como docente especializada en Historia
LID: Vos hablas de mitos que se construyeron en torno al “Éxodo jujeño”, ¿Cuáles son los más importantes?
RC: Te menciono algunos de los mitos:
- “Cuando el pueblo se tuvo que ir dejando todo”
- “Envenenaron el agua”
- “Quemaron las cosechas y las casas”
- “Escondieron joyas y objetos de valor”
En el primer extracto, entre comillas marco y subrayo “gesta heroica”; porque desde siempre en el imaginario popular está que el Éxodo fue esto. Sin embargo, las diversas investigaciones que realizaron historiadores jujeños, y de las que nosotros nos nutrimos, sacan a revelar muchos mitos que hicieron a nuestra historia como la conocemos.
Está en el imaginario popular, que Éxodo significa irse tristes, dejando todo abandonado, y lo simbólico siempre es el fuego. De hecho se realiza una “quema” en chozas de paja que se hacen a orillas del Río Xibi-Xibi en los festejos oficiales todos los años.
También remarco una frase que hace alusión a la “quema de cosechas”, destruir todo lo que le pudiera servir al enemigo, etc; sin embargo este mito es desestimado por las historiadoras de la UNJU, cuando dicen “es imposible que quemen cosechas porque agosto no es tiempo de cosechas”
LID: -El término “Éxodo” es aportado por el escritor Ricardo Rojas, ¿Por qué crees que lo hace?
RC: Muchas verdades históricas, deben salir a la luz, que son el resultado de una ardua investigación.
En el mismo se plantea que “Éxodo”, es una palabra que adopta el historiador Ricardo Rojas, para nombrar al plan estratégico que llevó a cabo Belgrano, en agosto de 1812, junto al pueblo jujeño. Adopta este nombre a partir de la palabra bíblica, y como historiador y escritor le puso una impronta narrativa.
Esta decisión de llevar a adelante la política de “tierra arrasada” fue porque Belgrano no tenía otra opción, no fue por voluntad del pueblo que debieron abandonar sus casas, sino por un bando dictado por Belgrano en el que ordenaba “plegarse a la retirada”, bajo estrictas represalias a quien no obedeciere.
LID: Entre los mitos en el trabajo estudian detalladamente los túneles que se escavaron en las calles céntricas de la capital jujeña, ¿Qué rol jugaron los mismos en el éxodo?
RC: Jujuy, como otras ciudades históricas, tiene un diseño arquitectónico colonial, muy ligado a las relaciones de poder, la plaza central, rodeada por el cabildo, la iglesia matriz y las viviendas de la alta alcurnia de la sociedad.
No es sorprendente encontrarnos en este caso con una red de túneles que conectaban a los edificios más importantes de la época, así fue que hay mitos, relatos, de la existencia de redes de túneles que unían: la catedral con el cabildo- la catedral con la iglesia franciscana- incluso un túnel que tenía un recorrido desde una calle céntrica hacia las orillas del Xibi-Xibi, en el que se dicen que se encontraron riquezas enterradas.
Mucho se dice de los tapados, de las cuevas con oro del Marqués de Tojo, joyas y elementos de valor del que los oligarcas jujeños no quisieron desprenderse.
LID: Hay un imaginario popular sobre el éxodo que implicó una gesta heróica de toda la población, ¿Esto fue así? ¿Todos se fueron con Belgrano?
Quienes se plegaron al Éxodo fueron los más humildes, la gente que no tenía nada. Aquí, dentro de la historia que no se cuenta, no se dice que también hubo vecinos que no se plegaron al Éxodo y muchos huyeron hacia la zona de montaña (Quebrada/Puna), principalmente a Barcena, Volcán, entre otros. Se fueron a la espera de los realistas, incluso esperaron al ejército español con comida. Y aún hoy hay descendientes de “los que no se fueron”, esos que son grandes terratenientes de nuestra provincia.
LID: ¿Qué aportes crees que dejan estos estudios para pensar la realidad actual?
RC: Considero que la historia tiene que ser contada tal como pasó, podemos agregar simbolismos, poesía, narrativa, hasta música; pero nuestra historia es nuestra y debemos conocerla como tal.
Los pueblos recrean sus propias historias que se transmiten de generación en generación. No es que critique la forma de enseñarnos nuestra propia historia, sí me parece que es importante que podamos conocer todos los puntos de vista de esa historia.
Aquí, tenemos la posibilidad de acceder al Archivo Histórico de Jujuy, hay muchos documentos que fueron digitalizados, esas son una buena herramienta para poder comprender nuestro presente a partir de conocer nuestro pasado.
Muchas veces, como jujeños nos preguntamos por qué los grandes terratenientes de Jujuy no son ni siquiera descendientes de los originarios de estas tierras. Pues, es un buen punto pensar en qué pasó con aquellos que se quedaron, mientras el pueblo, “los más humildes”, decidían plegarse al ejercito de Belgrano porque no tenían otra opción.
Entrevistó Gastón Remy.
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