Macri mostró su plan educativo. Consultoras, recortes y rechazo al boleto educativo, despidos y cierre de programas. Pero la meritocracia encontró resistencia de estudiantes y docentes.
En los primeros meses de gobierno, Mauricio Macri apretó los dientes en educación. Los primeros conflictos sindicales con docentes y en la universidad, la meritocracia y las evaluaciones, como así también la plata para las escuelas del Vaticano, mostraron una parte importante de la política educativa de Mauricio. Una educación elitista que tienda hacia la transferencia de recursos a las escuelas privadas, quitando a la pública. Como modelo a importar, tiene la experiencia de haber gobernado la Ciudad de Buenos Aires. Su último ministro en CABA, Esteban Bullrich, con el mejor curriculum para estas desarrollar estas tareas.
Como contra parte, el primer semestre mostró un importante sector social opositor, ideológico y político, que resiste en las calles al ajuste y se opone a las reformas neoliberales. Los docentes y estudiantes.
Un plan audaz contra la educación pública
Macri empieza a seguir a rajatabla los consejos del Banco Mundial para educación que aconseja al respecto sobre las políticas neoliberales: “El impulso a favor de las reformas es mayor si se introducen al comienzo de un nuevo Gobierno”[1]. En consonancia, su primer medida fue firmar el Decreto de Necesidad y Urgencia 13/2015 cuyo artículo 23 “pasaba por alto” el artículo 132 de la Ley 26.062 -ley de Educación Nacional vigente-, que diagramó la nueva estructura del sistema educativo. Si bien lo presentaron como un “error”, la discusión de financiamiento educativo abrió el debate.
Los primeros pasos se realizaron el 13 de febrero en la provincia de Jujuy, en la primera reunión del Consejo Federal de Educación, donde se discutió las perspectivas generales. El documento elaborado, propuso “promover la educación y el conocimiento como un bien público y un derecho personal y social que deben ser garantizados por el Estado, acorde a lo establecido por las leyes nacionales vigentes”, pero sin aumentar el presupuesto del sector, que se limitaría a “sostener la inversión en educación establecida en el 6 % del PBI”. Mejorar los resultados sin aumentar la inversión implica aumentar la “productividad” de docentes y estudiantes.
En ese sentido, el 4 de abril, en el mismo momento en que los docentes protagonizaban un gran paro nacional, el Ministerio de Educación creó por decreto la Secretaría de Evaluación Educativa. Toda una provocación.
Antes, el 20 de enero en su primera jornada en el Foro de Davos, Mauricio Macri se reunió con Sunny Varkey, fundador de la consultora Gems Education. La empresa está interesada en una propuesta para realizar un entrenamiento a maestros y profesores, que se está aplicando en otras partes del mundo. Sabemos que el objetivo de estos acuerdos es mejorar la “productividad docente”. En 2015 la consultora GEMS Education llegó a los titulares de los diarios europeos por su “Índice de eficiencia”, en base a las consultorías que financian los gobiernos con el objetivo de “mejorar sus estándares en educación”. La recomendación de la consultora, fue la de bajar el salario docente en un 20 % debido al “bajo rendimiento”. Claramente, una consultora contratada para justificar un plan de ajuste educativo en toda la línea.
Para que no falte ninguna arista en este verdadero plan, llegó la religión con la bendición del Vaticano. El gobierno nacional anunció que apoyará con $ 16.666.000 el proyecto educativo Scholas Ocurrentes, impulsado directamente desde el Vaticano. Amén.
Como frutilla del postre, a través de la Decisión Administrativa 519/2016, el jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay, dispusieron el recorte de $878 millones contemplados en el presupuesto 2016 para la Jefatura de Gabinete, destinados a universidades nacionales, instituciones culturales y de enseñanza, sociedades sin fines de lucro, y empresas privadas. De ese total, a las universidades nacionales les correspondían $65.664.000, en parte “para financiar gastos corrientes” y en parte sin especificar. Los $880 millones fueron transferidos a administraciones provinciales, sin aclarar a cuáles ni con qué fines.
También hubo despidos y cierres de programas. Conectar Igualdad, las Orquestas y Coros infantiles, el Plan FinEs, el programa educativo artístico ABC, entre otros.
Julio César y la meritocracia
Para muestra de los primeros seis meses, basta la historia de Julio César, un albañil de 39 años del departamento Fray Mamerto Esquiú, Catamarca, que escribió una carta a la directora del colegio para disculparse por la ausencia de su hijo a clases. “Falta porque no hay plata para el boleto”, escribió en la carta, “No ando bien estos días con trabajos, le pido mil disculpas y espero me sepa entender. Por las dudas no pueda volver a ir usted ya sabe el porqué; yo vivo solo con mi hijo y no tengo otra entrada más que las changas que hago con albañilería”, explica el padre.
Esto se empieza a sentir en las escuelas. Habría que explicarle a Julio César la meritocracia, quizá no se esforzó tanto. En palabras de la gobernadora Maria Euguenia Vidal, "la meritocracia es un valor, el esfuerzo es un valor, que deben ser aprendidos".
La “meritocracia” se instala con fuerza como un camino de competencia. Este tipo de políticas valora a la educación según lo que considera “resultados” en términos mercantiles, evaluados según un modelo de eficiencia empresarial antagónica de un criterio social y pedagógico, y pone a los estudiantes, como meros consumidores. Se centraliza lo pedagógico, sin respetar los múltiples elementos sociales, divergencias y heterogeneidad que encontramos los docentes en las escuelas.
En este sentido, la gobernadora agregó además que la reforma “meritocrática” implementará un plan de evaluación a los alumnos, denominado “Aprender”, por el que se realizará una evaluación muestral en los 3° año de nivel primario y secundario.
Mientras Julio César no tiene como llevar a sus hijos a la escuela, el Macrismo rechazó el boleto educativo gratuito. En Provincia de Buenos Aires está acometiendo una ilegalidad al no cumplirlo, ya que está votado. En Ciudad de Buenos Aires en la última reunión de Comisión, directamente manifestó su rechazo. Esteban Bullrich, con la “cintura” que lo caracteriza, expresó que “El boleto educativo no es prioridad si aún hay estudiantes que no saben leer y escribir”.
La conducción Celeste de Ctera, también reprobada
La otra lección que dejo este semestre es que la tan mentada “resistencia” que aclamaban los dirigentes celestes de la Ctera y CTA y su política de “Fente Ciudadano” podrían simplificarse en una palabra: tregua.
El ataque a la educación es fuerte. El rol de la conducción celeste de Ctera-CTA, es nefasto. Posaron de opositores mientras dejaron pasar los ataques. Así se preparan para el Frente Ciudadano, olvidándose y dejando aislados a los docentes que vienen luchando desde principio de año. El Frente Ciudadano es Alicia Kirchner y Rosana Bertone, quienes llevaron el mensaje de Macri de represión y del ajuste hasta el final, y son las primeras en dar cátedra contra los trabajadores.
Resistencia en defensa de la educación pública
El plan de Macri encontró resistencia. Los docentes protagonizaron conflictos en quince provincias en el inicio de clases y diez fueron al paro. Al día de hoy, Santa Cruz y Tierra del Fuego continúan en conflicto, en gobernaciones K que se agarran del ajuste de Macri y lo profundizan.
El pico máximo de resistencia del primer semestre, encontró en los estudiantes y docentes universitarios, protagonizando una enorme marcha histórica con más de 40 mil personas en las calles.
Este primer semestre demostró ambas cosas. Por un lado, un gobierno que apoyado en el maquillaje que el kirchnerismo luego de doce años de gobierno dejó a la educación (incluida sus leyes que dejaron intacta la descentralización administrativa y la centralización de la pedagogía), quiere avanzar atacando a la educación pública. Por el otro lado, miles y miles en las calles en defensa de la educación pública, que es una conquista de toda la clase trabajadora.
Federico Puy Docente, Congresal UTE-CTERA
[1] Profesores excelentes: Cómo mejorar el aprendizaje en América y el Caribe. Banco Mundial.
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