Ya se han publicado los obituarios para Shimon Peres, sin duda preparados de antemano antelación puesto que la noticia de su hospitalización había llegado a los medios de comunicación.
El veredicto sobre su vida es muy claro y ya lo pronunció el presidente estadounidense Barack Obama: Peres fue un hombre que cambió el curso de la historia humana en su incesante búsqueda de la paz en el Oriente Medio.
Mi conjetura es que muy pocos de los obituarios examinarán la vida y actividades de Peres desde la perspectiva de las víctimas del sionismo y de Israel.
Ocupó muchas posiciones políticas que tuvieron un enorme impacto sobre los palestinos, dondequiera que se encuentren. Fue director general del ministerio de Defensa israelí, ministro de Defensa, ministro para el Desarrollo de la Galilea y el Negev (Naqab), primer ministro y presidente.
En todas estas funciones las decisiones que tomó y las políticas que siguió contribuyeron a destruir al pueblo palestino y no hicieron nada para que avanzaran la causa de la paz y la reconciliación entre palestinos e israelíes.
Nacido como Szymon Perski en 1923 en una ciudad que entonces era parte de Polonia, Peres emigró a Palestina en 1934. Siendo un adolescente en una escuela agrícola se convirtió en activista político dentro del movimiento sionista del Laborismo que lideró el sionismo y más tarde el joven Estado de Israel.
Como era una figura destacada en los cuadros juveniles del movimiento, Peres llamó la atención de los altos mandos de la fuerza paramilitar judía en Palestina gobernada por los británicos, la Haganá.
Bomba nuclear
En 1947 Peres fue completamente reclutado para la organización y enviado al extranjero por su líder David Ben Gurion para comprar las armas que más adelante se utilizaron en la Nakba de 1948, la limpieza étnica de los palestinos, y en contra de los contingentes árabes que entraron en Palestina aquel año.
Después de unos años en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, donde se dedicó a la compra de armas y a crear la infraestructura para la industria militar israelí, volvió para convertirse en director general del ministerio de Defensa.
Peres contribuyó activamente a forjar la connivencia de Israel con Reino Unido y Francia para invadir Egipto en 1956, por la que Francia recompensó a Israel con la capacidad necesaria para fabricar armas nucleares.
De hecho, el propio Peres fue quien supervisó en gran parte el programa clandestino de armas nucleares del Israel.
No menos importante fue el celo que Peres mostró bajo la dirección e inspiración de Ben Gurion para judaizar la Galilea. A pesar de la limpieza étnica de 1948, esa parte de Israel aún seguía siendo en gran medida parte del campo y del paisaje palestino.
Peres estaba detrás de la idea de confiscar tierras palestinas para construir ciudades exclusivamente para judíos, como Karmiel y Alto Nazaret, y basar al ejército en la zona para romper la contigüidad territorial entre pueblos y ciudades palestinos.
Esta ruina del campo palestino llevó a la desaparición de los pueblos palestinos tradicionales y a la transformación de los agricultores en una clase obrera urbana subempleada y despojada. Esta triste realidad continúa todavía hoy.
Adalid de los colonos
Peres desapareció por un tiempo de la escena política cuando en 1963 una nueva generación de líderes dejó de lado a su amo Ben Gurion, el primero en ejercer la función de primer ministro de Israel.
Regresó después de la guerra de 1967 y la primera cartera que ocupó fue la de ministro responsable de los territorios ocupados. En esa función legitimó, muy a menudo con carácter retroactivo, el impulso de construcción de colonias en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Como muchos de nosotros nos damos cuenta hoy en día, para cuando el partido Likud favorable a las colonias judías llegó al poder en 1977, la infraestructura de colonias judías, en particular en Cisjordania, ya había hecho imposible la solución de dos Estados una visión.
En 1974 la carrera política de Peres se unió íntimamente a la de su némesis, Yitzhak Rabin . Los dos políticos que no podían soportarse uno al otro tuvieron que trabajar en tándem por la supervivencia política.
Sin embargo, respecto a la estrategia de Israel hacia los palestinos compartían la perspectiva sionista de asentamiento colonial que codiciaban la mayor cantidad posible de tierra de Palestina con la menor cantidad posible de palestinos en ella.
Trabajaron bien juntos en reprimir brutalmente el levantamiento palestino que comenzó en 1987.
El primer papel de Peres en esta difícil colaboración fue como ministro de Defensa en el gobierno de Rabin de 1974. La primera crisis verdadera a la que se enfrentó Peres fue una importante expansión de la campaña de colonización del movimiento mesiánico de colonos Gush Emunim en la ciudad cisjordana de Nablus y sus alrededores.
Rabin se opuso a las nuevas colonias, pero Peres se posicionó a favor de los colonos y aquellas colonias que ahora estrangulan Nablus están allí gracias a sus esfuerzos.
En 1976, Peres dirigió la política del gobierno en los territorios ocupados convencido de que se podría llegar a un acuerdo con Jordania por el que Cisjordania estuviera dentro de la jurisdicción jordana pero en la práctica bajo control israelí.
Peres inició elecciones municipales en Cisjordania, pero para su gran sorpresa y decepción resultaron elegidos los candidatos identificados con la Organización de Liberación de Palestina y no los leales a la monarquía hachemita de Jordania.
Pero Peres se mantuvo fiel a lo que él denominaba la "opción jordana" cuando fue líder de la oposición de 1977 y cuando volvió al poder en la coalición con el Likud entre 1984 y 1988. Presionó por unas negociaciones basadas en este concepto, hasta la decisión del rey Hussein de ceder toda conexión política entre Jordania y Cisjordania en 1988.
El rostro internacional de Israel
La década de 1990 mostró al mundo un Peres más maduro y coherente. Él fue la cara internacional de Israel, ya sea en el gobierno o fuera de él. Desempeñó este papel incluso después de que el Likud llagara a ser la principal fuerza política del país.
Estando en el poder dento del gobierno de Rabin de principios de la década de 1990, como primer ministro tras el asesinato de Rabin en 1995 y luego como ministro en el gobierno de Ehud Barak 1999 y 2001 Peres promovió un nuevo concepto de lo que él denominó "la paz".
En lugar de compartir el gobierno en Cisjordania y la Franja de Gaza con Jordania o Egipto, ahora deseaba hacerlo con la Organización para la Liberación de Palestina. La idea fue aceptada por el líder de la OLP, Yasser Arafat, que puede que esperara construir sobre ello un nuevo proyecto para la liberación de Palestina.
Los aliados internacionales de Israel respaldaron con entusiasmo este concepto tal como lo consagraban los Acuerdos de Oslo de 1993.
Peres fue el principal embajador de esta farsa de proceso de paz que proporcionó un paraguas internacional a Israel para establecer hechos consumados que crearían un gran Israel más grande y con apartheid con pequeños bantustanes palestinos dispersos en su interior.
El hecho de que ganara un Premio Nobel de la Paz por un proceso que adelantó la ruina de Palestina y su pueblo es un testimonio más de la falta de comprensión, el cinismo y la apatía de los gobiernos del mundo respecto al sufrimiento del pueblo palestino.
Tenemos la suerte de vivir en una época en la que la sociedad civil internacional ha puesto de manifiesto esta farsa y ofrece, a través del movimiento de boicot, desinversión y sanciones, y del creciente apoyo a la solución de un Estado, un camino hacia adelante más prometedor y genuino.
Qana
Como primer ministro Peres hizo una "contribución" que añadir a la historia del sufrimiento de los palestinos y libaneses.
En respuesta a las interminables escaramuzas entre Hezbollah y el ejército israelí en el sur del Líbano, donde Hezbollah y otros grupos resistían a la ocupación israelí que duró desde 1982 hasta su repliegue en 2000, Peres ordenó bombardear toda la zona en abril de 1996.
Durante lo que Israel denominó Operación Uvas de la Ira los bombardeos israelíes mataron a más de 100 personas (civiles que huían de los bombardeos y fuerzas de paz de la ONU de [las Islas] Fiji) cerca del pueblo de Qana.
A pesar de una investigación de las Naciones Unidas que concluyó que era "improbable" la explicación dada por Israel de que el bombardeo había sido un accidente, la masacre no hizo mella en la reputación internacional de Peres como un "pacificador".
En este siglo Peres fue más una figura simbólica que un político activo. Fundó el Centro Peres para la Paz, construido sobre la propiedad confiscada de refugiados palestinos en Jaffa , que sigue vendiendo la idea de un "Estado" palestino con poca tierra, poca independencia verdadera o poca soberanía como la mejor solución posible.
Esto jamás funcionará, pero si el mundo sigue apoyando este legado de Peres, el sufrimiento de los palestinos no acabará.
Shimon Peres simbolizó el embellecimiento del sionismo, pero los hechos sobre el terreno dejan al descubierto el papel que desempeñó para perpetuar tanto sufrimiento y conflicto. Saber la verdad nos ayuda al menos a entender cómo seguir adelante y a desbaratar algo de la injusticia que Peres ayudó a crear.
Ilan Pappe
Electronic Intifada
Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Autor de numerosos libros, Ilan Pappe es profesor de historia y director del Centro Europeo de Estudios Palestinos de la Universidad de Exeter.
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