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jueves, octubre 11, 2018
A 90 años de la fundación del Partido Socialista del Perú
El 7 de octubre de 1928 se realizó la reunión de Barranco, considerada como el hecho fundador del Partido Socialista del Perú.
En 1886 se fundó, a nivel nacional y bajo las banderas de los últimos repliegues del gremialismo de artesanos y de las organizaciones de ayuda mutua, la Confederación de Artesanos y de Unión Universal, constituyendo el preludio de lo que será el inicio de la organización del movimiento obrero y su posterior desarrollo.
El Perú, a mediados del siglo XIX, comenzó a tejer sus primeros lazos con el mundo capitalista, producto del auge del “boom” de la exportación del guano y del salitre.
No fue hasta fines del siglo XIX, de la mano del capital británico y norteamericano en los sectores extractivo-exportadores (generalmente en el petróleo, minerales, azúcar y el colateral desarrollo de la manufactura y servicios de transporte ferroviario y urbano) que se abrió paso a la proletarización de los indígenas en los centros exportadores y de los artesanos arruinados en los centros-urbanos. Proletariado que, en la concepción de la fundación del Partido Socialista del Perú, sería la clase destinada de llevar al Perú al socialismo, en alianza con las masas indígenas.
Gestas históricas marcarían el surgimiento del movimiento obrero peruano, influenciado en sus inicios por las ideas anarquistas y encontrarían su máxima expresión en la conquista de la jornada de las ocho horas en 1919, las que llevaron a elevar al proletariado como fuerza social y organizada.
José Carlos Mariátegui, fundador del Partido Socialista del Perú
Pensar la fundación del Partido Socialista del Perú es inseparable de su fundador José Carlos Mariátegui. Para Julio Yovera, el partido que fundó Mariátegui fue el resultado de un largo proceso que se inició en 1918, cuando junto a otros peruanos intelectuales y obreros, formó el Comité de Propaganda y Organización Socialista que tuvo muy corta vida debido a divergencias internas. Ya en 1918, en una carta al periodista argentino Enrique Espinoza, director de la Revista La Vida Literaria, Mariátegui confiesa: “Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano”.
Sin embargo, pese a la voluntad del “Amauta”, para su propósito tendría que pasar por definiciones y delimitaciones de orientación ideológica que solo al calor de su exilio a Europa, en 1919, pudo realizarlo estudiando minuciosamente el socialismo científico, especialmente en Italia, pero también en París, Berlín y Praga. Sin que ello lo aleje de la praxis política dado que en Europa, junto a los peruanos Carlos Roe, Palmiro Machiavelo y César Falcón, fundó la primera Célula Comunista Peruana que intentaba impulsar la organización independiente de los obreros peruanos. Mariátegui, años más tarde, terminó expresándolo en la lucha política y ruptura con la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), cuando ésta deviniera en “partido nacionalista con una estrategia de conciliación de clases” y se aleje de sus orígenes “como una propuesta de frente único del ala izquierda de los estudiantes e intelectuales de la Reforma Universitaria y el movimiento obrero” [1] del cual Mariátegui participó.
Antecedentes de la Fundación del Partido Socialista
Fueron muchos años de propaganda de las ideas socialistas, de exposición de las ideas, de investigación, de estudio y sobre todo de activismo político; contra la mirada de su principal adversario político e ideológico Haya de la Torre que acusaba a Mariátegui de “falta de sentido realista” y de “exceso de intelectualismo y su ausencia casi total de un sentido eficaz y eficiente de acción” o en palabras de otro aprista como Luis Sánchez de “intelectual puro, esteticista, tardíamente comprometido con la causa proletaria”.
Mariátegui, a su regreso del exilio en 1923, pasó por la Universidad Popular González Prada, donde expuso las ideas socialistas y tuvo como objetivo la formación ideológica y política de los obreros a través de la revista que dirigió: Claridad, fundada por Haya de la Torre; convirtiéndose pronto en el Órgano de la Federación Obrera Local de Lima (FOLL), que agrupaba y organizaba el movimiento obrero.
Impulsó la fundación de la Editorial Obrera Claridad. Fundó la revista Amauta, con una clara definición socialista; condensando en gran parte en sus escritos, su estudio de la realidad peruana. Así vemos que de la mano de ese proceso, que señalamos al inicio, Mariátegui llevó adelante la organización de los trabajadores y que terminó expresándose en la fundación del Partido Socialista del Perú.
Ruptura con el APRA
En 1928 se produjo la ruptura definitiva entre Mariátegui y el APRA que había fundado Haya de la Torre en México en 1924, porque este último decidió transformar a la Alianza Popular Revolucionaria Americana de frente antiimperialista en un partido político. El tema principal que llevó a la ruptura entre Haya y Mariátegui fue centralmente de estrategia y del carácter de clase del partido. Mientras para Mariátegui el partido que conducía al Socialismo tenía que tener una propuesta revolucionaria, con un programa claro, definido y de ideología socialista, para Haya de la Torre el APRA tenía que ser el “Kuomintang Latinoamericano; es decir, un partido de naturaleza pluriclasista, reformista y de conciliación de clases”.
No pasará mucho tiempo para que Mariátegui, en la Revista Amauta, declare su independencia política, en el editorial del número 17, "Aniversario y Balance", publicado en septiembre de ese año: “(…) En la lucha entre dos sistemas, entre dos ideas, no se nos ocurre sentirnos espectadores ni inventar un tercer término. La originalidad a ultranza es una preocupación literaria y anárquica. En nuestra bandera inscribimos esta, sola, sencilla y grande palabra: Socialismo. [Con este lema afirmamos nuestra absoluta independencia frente a la idea de un Partido Nacionalista, pequeño-burgués y demagógico]" (Editorial Amauta, N° 17, año II, Sep., 1928) y se convocó a un comité de organización de un partido socialista obrero y campesino.
La playa de la Herradura, la reunión de Barranco y la fundación del Partido Socialista del Perú
El 16 de septiembre de 1928, en la playa la Herradura, se reunieron 4 obreros, 2 estudiantes universitarios, un agente de seguros, un vendedor ambulante. Fueron Ricardo Martínez de la Torre, Julio Portocarrero, Avelino Navarro, César Hinojosa, Fernando Borjas, Bernardo Rejtmann, Luciano Castillo y Fernando Chávez León, que junto a José Carlos Mariátegui, llevaron adelante la heroica tarea de fundación del Partido Socialista: “escogidos con detenida escrupulosidad los compañeros de más solvencia, de más responsabilidad, capaces de imprimir, desde el primer momento, una buena dirección al Partido que se trataba de fundar.” [2] En esta reunión se llegaron a importantes acuerdos. El más importante fue constituir la célula inicial del Partido, el que debía afiliarse a la III Internacional “y cuyo nombre sería el de Partido Socialista del Perú, bajo la dirección de elementos conscientemente marxistas” [3].
Semanas después de la primera reunión, el 7 de octubre de 1928, en la casa de Avelino Navarro se produjo lo que se conoce como la reunión de Barranco, nombre de un balneario en las afueras de Lima, donde se fundó el partido Socialista del Perú, bajo la dirección de José Carlos Mariátegui.
Para Ramón García “‘La reunión de Barranco’ cierra la etapa de la definición ideológico-teórica y abre la etapa de la realización político-orgánica. El desplazamiento es evidente. Se resuelve una contradicción y se inicia otra, esta vez al interior de la organización del proletariado. De la lucha por la “definición ideológica” se pasa a la lucha por la “facción orgánica y doctrinariamente homogénea”.
Los documentos aprobados en la reunión de Barranco fueron, el Acta de Constitución del Partido Socialista del Perú, donde se manifestaba el carácter de clase del partido, al señalar en su Acta de Fundación que “la organización de los obreros y campesinos con carácter netamente clasista constituye el objeto de nuestro esfuerzo” y “la lucha política exige la creación de un partido de clase”, en cuya formación y orientación se esforzó tenazmente por hacer prevalecer sus puntos de vista revolucionarios clasistas, de acuerdo con las condiciones concretas actuales del Perú. Mariátegui, en este sentido, planteaba que el movimiento obrero revolucionario tenía la tarea de unir a sus filas a las masas campesinas e indígenas, que para ese momento del Perú representaban más de la mitad de la fuerza de trabajo.
Con la fundación del Partido Socialista del Perú se inició una nueva etapa del socialismo peruano. En palabras de uno de sus fundadores, Ricardo Martínez de la Torre “Quedaba así, oficialmente, colocada la primera piedra del movimiento revolucionario del proletariado del Perú”. A partir de ese momento, se procedió a un activo trabajo de organización de las células del Partido, tanto en las fábricas y talleres, como en el resto de la República”. [4]
Joe Zapata
@JoeAndreZB
[1] Dal Maso, Juan, “Mella y Mariátegui contra el Aprismo”, en Escritos Latinoamericanos, Buenos Aires, Ediciones IPS-CEIP, 2007.
[2] Mariátegui, José Carlos, Invitación a la vida heroica. Antología. Instituto de Apoyo Agrario, Lima, 1989.
[3] Mariátegui, José Carlos. Ob. cit.
[4] Martínez de la Torre, Ricardo, “Apuntes para una interpretación marxista de historia social del Perú” Tomo II Pág. 398.
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