miércoles, agosto 31, 2022

Massa “deleita” a los embajadores del G7 antes de su gira internacional


El ministro de Economía saca a relucir su política de ajuste y los negocios de los exportadores. 

 El ministro de Economía Sergio Massa tuvo un encuentro, el pasado viernes 26, con los embajadores del G7, en la previa de su viaje a los Estados Unidos y en la línea de estrechar su posición con los reclamos del FMI y el capital financiero en la antesala de la reunión con el Club de París.
 Con la participación de los embajadores de Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y la Unión Europea, sector que representa más del 45% del producto bruto mundial y más del 40% de los aportes al FMI y al Banco Mundial, Massa reivindicó su política de ajuste fiscal, recortes en el gasto público y negocios para los sectores del agro, energía, mineras y exportadoras. 
 La meta del Massa, en la reunión que tuvo lugar en la embajada alemana, fue la de dar muestras de garantías ante el capital financiero y sus representantes, dando cuenta de una subordinación total de la política económica del país.
 Entre los temas tratados, Massa se comprometió a dar una solución de “alivio fiscal” a sectores como la energía y el campo, a tono con las exigencias de gran parte de las patronales agraria y exportadoras del país. 
 Los trabajadores ya conocen las consecuencias de esta orientación que no logra generar dólares, pero si implica la internacionalización de los precios de los productos alimentarios que consumen las familias obreras, en medio de un cuadro de crisis atizada por las políticas de ajuste que el ministro celebra. Además de abrirle las puertas al saqueo de los recursos nacionales por parte del gran capital. 
 Massa destacó, entre sus políticas de ajuste fiscal, el congelamiento de las contrataciones del personal en el sector público, lo que perpetúa contrataciones precarias que se vienen arrastrando, y el fin de los adelantos al tesoro –un reclamo del FMI- de la mano con las reducciones de las partidas presupuestarias y los recortes a las transferencias a las provincias que se están transformando en sucesivos ajustes contra los trabajadores dependientes de cada jurisdicción.
 El nivel de cipayismo con el que se maneja el ministro de Economía implica un alineamiento del gobierno con la Otan ante el cuadro internacional actual y desmiente toda hipótesis interesada de una supuesta defensa de los “intereses de la patria”, como esgrime el kirchnerismo. 
 El gobierno tiene como norte de su política la guía de trabajo elaborada por el FMI y los acuerdos con el capital financiero, lo que adelanta nuevos saltos en el ajuste contra los trabajadores. No se puede esperar ninguna política progresiva de la mano del Frente de Todos y sus socios. 

 Marcelo Mache

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