Entrevista a Guillermo Almeyra, editorialista internacional de La Jornada
Mario Hernandez (MH): Habíamos arrancado escuchando un comunicado al pueblo venezolano convocando a las elecciones municipales. Ya dimos los datos generales favorables al chavismo. ¿Cuál es tu balance?
Guillermo Almeyra (GA): Fue una elección bastante importante aunque hubo una abstención, siendo el voto voluntario, de casi la mitad. Votó el 58%. Quiere decir que hay un sector que no es arrastrado por la derecha pero tampoco confía en el gobierno o dejó de hacerlo, pero no apoya a la derecha. Significa que a pesar de todos los medios que tiene este sector, de información, dinero, etc., no ha podido conseguir ni siquiera la mitad del electorado. Ha podido movilizar menos de un tercio.
El gobierno confirmó nuevamente que es mayoría pero no le han dado un cheque en blanco. Varios sectores como, por ejemplo, Marea Socialista, criticaron la elección de los candidatos, la no participación de la gente en su designación, pero decidieron votarlos de todos modos contra la derecha. Es un triunfo pero no un cheque en blanco. Tendrá que demostrar un cambio, una profundización en el proceso como pide la gente que tomen medidas de cambio radical. De todas maneras, el triunfo ha acallado a todos los medios de información internacionales y a EE. UU. que sostenían que el gobierno había perdido la mayoría y era esencialmente totalitario. Una nueva elección democrática ha demostrado lo contrario.
MH: A la mañana estaba leyendo que no se pudo recuperar Maracaibo ni conquistar la Alcaldía Mayor de Caracas, también se perdió Barinas, bastión natural del chavismo y Barquisimeto. Maturín se pierde debido a la división, Mérida y cinco alcaldías en Táchira incluyendo San Cristóbal. En Valencia el ex alcalde Edgardo Parra del PSUV salió bajo acusaciones tremendas de corrupción. Al interior del chavismo, a pesar de haber mejorado porcentualmente respecto a la presidencial de abril, sin embargo hay críticas fuertes.
GA: En efecto. El triunfo de la oposición en las grandes ciudades es un golpe pero no es extraño porque en ellas hay una concentración mayor de sectores privilegiados y clases medias urbanas ligadas a los anteriores.
El gobierno ha ganado en las ciudades del interior, sobre todo medianas, pero perdió la Alcaldía de Caracas que esperaba ganar, Maracaibo, Barinas y hay descontento porque las candidaturas no siempre eran muy populares y muchas veces no las había elegido nadie sino el aparato del PSUV.
Los dirigentes africanos eran anticolonialistas, antirracistas, pero no revolucionarios en sentido social
MH: También leí esa crítica en el artículo que te comentaba. Aprovecho para consultarte sobre la figura, el significado, la personalidad de Nelson Mandela. Por un lado el reconocimiento es unánime, tanto de la izquierda como de la derecha política, pero también ha habido algunos señalamientos a que durante su presidencia los capitalistas blancos siguieron controlando la gran minería y el 90% de las tierras y ahora Sudáfrica tiene una tasa de pobreza mayor que antes, con una tasa de desocupación del 50% entre los más jóvenes y el 85% de las tierras están en manos de 50.000 grandes latifundistas blancos. Como conocemos poco de Sudáfrica me gustaría que nos hicieras una síntesis de la situación actual.
GA: He estado en varias ocasiones en diversos países africanos, incluso viviendo procesos revolucionarios en Mozambique, Angola y Guinea Bissau. Era visible inmediatamente después de la revolución que los dirigentes eran anticolonialistas y antirracistas. Eran negros frente al ocupante blanco que en el caso que conocí eran portugueses. No eran revolucionarios en sentido social y tampoco intentaban cambiar el Estado. Intentaron crear Estados bajo el modelo capitalista europeo, con sus parlamentos y equilibrio de poderes, pero en países con realidades totalmente distintas donde la estructura era esencialmente tribal y con grandes diferencias étnicas. Entonces, consiguieron preservar la gran propiedad privada que quedó en manos de los blancos junto con el capital financiero, el gran comercio y las relaciones internacionales. Al mismo tiempo, crearon un núcleo importante desde el Estado de una burguesía nacional negra. Eso es lo que ha sucedido en Sudáfrica, fomentada con créditos, capitales, préstamos y negocios a través del poder político. Esta burguesía negra tiene una parte menor de la concentración de la riqueza que mayoritariamente sigue en manos de los blancos y aunque a veces funciona en forma independiente en general se ha asociado con ellos.
El control de las fuerzas económicas sigue en manos incluso de los que lo tomaron en el período colonial. Ha habido muy pocos cambios en ese sentido. Es lo que ha sucedido no solo en Sudáfrica, también en Mozambique, Angola, aún en Guinea Bissau que es un país muy pobre. En todos lados ha aparecido un neocolonialismo porque los dirigentes de la oleada revolucionaria eran independentistas, anticolonialistas, aunque algunos sostenían ideas socialistas generales, se guiaban sobre todo por el ejemplo del país que los había colonizado y querían estructurar un Estado a su imagen y semejanza.
Todos eran así. Léopold Senghor, el senegalés, estaba afiliado al Partido Socialista francés, pero construyó el capitalismo en Senegal con una burguesía negra vinculada al poder en forma nepotista en muchos casos. Kenyata, Nkrumah también, compartían esa concepción, eran rarísimos los que no tenían esa visión como en Burkina Fasso, pero no duraron demasiado. El mismo Ben Bella, que fue un valiente luchador contra el colonialismo francés donde Argelia perdió un millón de hombres sobre once millones en la lucha por la independencia, cuando llega al poder intenta combinar algunos aspectos sociales con una autogestión de tipo yugoeslava con el mantenimiento del Estado cásico heredado de los franceses. El resultado ha sido terrible.
MH: Se nos acabó el tiempo y no pudimos abordar los hechos de violencia en nuestro país. Al respecto, remito a nuestros oyentes a un artículo que estás por publicar. Recordame el título para buscarlo en la web.
GA: “Aborto, policías y ladrones”.
Mario Hernandez
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