La Asociación Argentina de Abogadas/dos Ambientalistas (AAAA) y el Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial (CAJE) dieron a conocer el contenido secreto del Memorándum de Entendimiento (MOU) firmado entre el Gobierno Nacional y los Estados Unidos para el control y gestión del río Paraná.
AAAA Y CAJE tuvieron acceso a una copia por haberlo pedido al otro día de la publicación del memorándum por parte de la actual gestión, a mediados de marzo, y respondieron justo cuando vencían los 30 días hábiles, el 26 de abril. Hasta entonces se había mantenido en secreto.
Entre otras irregularidades se encontraron indicios de que el pacto se suscribió en diciembre de 2023, cuando fue firmado por las autoridades norteamericanas, y que luego fue enmendado con una fecha más reciente.
El Memorándum de Entendimiento establece una supuesta colaboración conjunta entre la Administración General de Puertos de Argentina (AGP) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos de Norteamérica (USACE).
Aunque la mayor parte del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos es personal civil, el acuerdo debe entenderse a todas luces como una cesión de injerencia territorial, política, económica y de seguridad . Si bien quieren venderlo como un acuerdo técnico, su contenido revela implicaciones profundamente políticas con la presencia de marines patrullando, organizando y controlando el Paraná. Entre los puntos en que el Ejército de Estados Unidos tendrá injerencia estarán: políticas de control de inundaciones y gestión de recursos hídricos; cuestiones de políticas públicas hídricas, gestión de cuencas hidrográficas; preservación de ambientes fluviales, humedales y evaluación del hábitat; sedimentación y dragado; expansión de canales de navegación, puertos, su ampliación y profundizaciones; y capacidad para ‘diseñar ecosistemas’ y compromisos de investigación y desarrollo.
Los ambientalistas alertan en especial por un proyecto de aprovechamiento técnico hidroeléctrico sustentable en un río de llanura que implica represar el río Paraná, desconociendo la legislación y Constitución de Entre Ríos. Hasta ahora existía el compromiso de suspender proyectos similares, por lo menos hasta 2025.
Los ambientalistas también denuncian que la injerencia de actores externos en nuestro territorio solo fomenta un mayor extractivismo y una mayor primarización de la economía, lo cual afecta al sistema de humedales que componen la cuenca del Paraná”.
El cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos
El USACE estuvo a cargo de la construcción del canal de Panamá, país donde la injerencia norteamericana data desde su propia independencia con respecto a Colombia, llevada a cabo con el solo fin de construir el canal bioceánico y mantenerlo bajo control yanqui. Esto toma relieve cuando Estados Unidos manifiesta su interés por controlar un nuevo paso comercial bioceánico, al sur de la Argentina, debido al abarrotamiento del canal caribeño.
Al respecto, esta semana, y tras descubrirse una mega reserva de petróleo en la zona antártica argentina, Joe Biden acaba de ratificar el memorándum Antártico y anunció que ampliará la flota de rompehielos polares para navegar en la zona.
El gobierno argentino no se cansa de hacer acuerdos bilaterales con Estados Unidos, el viernes firmó otro, que se suma al Memorándum por ciberseguridad que en realidad ratifica lo actuado por Cristina Kirchner cuando acordó la creación del Comando Conjunto de Ciberdefensa en 2014.
El USACE también está fuertemente cuestionado por el impacto ambiental que sus obras tuvieron sobre el río Misisipi. Justamente, la página oficial del gobierno argentino pondera estas obras y el parecido que el río Misisipi tiene con el Paraná. Omiten mencionar que el avance del mar y del agua salada sobre su cauce, ocasionado por el dragado excesivo, convirtieron en intomable el agua para las poblaciones del sur. Las prioridades del SAUCE, en el caso del río yanki pasan por permitir el paso de los grandes buques mercantes, no en garantizar el bienestar de los pobladores. En el caso del Paraná, es, además, una cuestión estratégica de control geopolítico en el área de la triple frontera.
Cuando Paraguay suscribió un acuerdo semejante en 2015 —también con Estados Unidos—, un proyecto de declaración presentado en el Senado argentino planteaba que el mismo debía ser acordado con Argentina ya que afectaba a sus recursos y a su soberanía porque, además, permitía la utilización de unidades militares para garantizar la seguridad.
El MOU de Argentina vulnera la Constitución y el federalismo porque el mismo debería establecerse por ley y debería ser discutido y acordado con las provincias.
En ese sentido, el Senado de Entre Ríos elevó un pedido de informes al gobernador Frigerio para que dé cuenta sobre la existencia de algún tipo de convenio o tratamiento al respecto, sin obtener respuesta hasta ahora.
Por su parte, el gobierno de Axel Kicillof, elevó un pedido de informes a Nación, y a través del ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, declaró que el MOU “no se tramitó de acuerdo a los pasos formales que corresponden".
El papel del peronismo
Sin embargo, ahora se sabe que el MOU fue suscrito inicialmente por José Carlos Mario Beni quien fue el último interventor de la AGP nombrado por Alberto Fernández. Este funcionario dependía del ex ministro de Economía, Sergio Massa, y firmó el MOU una semana antes de que Fernández terminara su gobierno. Después lo ratificó el actual Presidente.
En 2021 hubo tratativas, que no prosperaron, con China para darle la concesión de la Hidrovía, un negocio de 300 millones de dólares solo en cobro de peaje y mantenimiento. En su andar vacilante y en su último respiro, el gobierno de Alberto Fernández quiso ratificar un rumbo pro yanqui.
Así el peronismo le allanó el camino a Milei, en su alineamiento con Estados Unidos y en la implementación del ajuste, con todas las herramientas a su alcance.
Además de ser autor de este MOU, elaboró y votó la Ley que permite la entrada de tropas extranjeras, aplicó una devaluación de última hora y acordó con el liberticida no votar un presupuesto para el 2024, herramienta de la que se valió Milei para ajustar todas las partidas del estado que son de interés para los trabajadores, prorrogado el presupuesto super devaluado del 2023.
El franeleo con Estados Unidos, sin embargo, existe desde el gobierno de Cristina Kirchner. El tan mentado Memorándum con Irán se dio en momentos en que parte del Departamento de Estado yanqui bregaba por el acuerdo de los 5 con Irán, ala que finalmente perdió. Puede decirse que fue una falta de olfato por parte de Cristina, que después le salió caro.
Por su parte, el gobierno de Milei, enemigo de la injerencia del Estado, no tiene problemas en darle el control del Paraná a otro Estado, el norteamericano, con Ejército y todo.
Luciana Diaz
19/05/2024
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